EMAROSA – «Peach club»
Hopeless Records
Lejos, muy lejos quedan aquellos tiempos del post hardcore de la banda de Kentucky. Han pasado años y de por medio cambios en la formación, muy importantes, ya que ahora es una banda remodelada partiendo de sus comienzos. Con vocalista de por medio, tras la salida de Jonny Craig y la incorporación de Bradley Walden, EMAROSA ha ido puliendo su sonido, abriendo camino entre lo melódico y la melancolía, algo que reflejaron a la perfección en su gran «Versus» y en su último «131».
Pero sin duda, «Peach club» va a sorprender más si cabe porque estamos ante un giro que se somete a un rumbo completamente ochentero, vivo y bailable, un cambio arriesgado, más comercial sin duda, pop rock pero que ellos han forjado con un conjunto de canciones brillantes.
Ya lo venían avisando, que en este disco tiraban por otros derroteros donde su frontman siempre ha sentado base de su gusto por la música ochentera. Con esa premisa asistimos a un «Peach club» que posee algunas de las mejores canciones que han facturado aunque diferentes, casi de película americana de la década tan brillante tanto en música como en cine.
Y así, asistimos a una transformación en la que mantienen letras que tienen como siempre a la melancolía pero disfrazadas de amor y una sensación de brillo y purpurina. Nos conquistaron con un ritmazo como es el hit de «Givin up» súper bailable, con saxo y trompetas incluidos y un videoclip de tupé y chupas de cuero a lo Grease. Sin duda la esencia DURAN DURAN está muy patente, especialmente en la sección de viento complementando la melodía tan contagiosa. Vamos a bailar.
«Don’t cry» fue el segundo adelanto tira, como muchos temas del disco, de sintetizadores y Bradley aporta su majestuosa y privilegiada voz para un emocional corte de influencias 80 brutales y calentadores. «Cautious» es sin duda otro tema magistral, puro Cindy Lauper o los citados Duran Duran, pop vintage mainstream que nos devuelve a esa época dorada en lo musical. Otro estribillo intensísimo y pegadizo
Hay sin duda muchas influencias como pueden ser Prince, Michael Jackson o The 1975 en ciertos guiños bailables. Qué podemos decir ante la magia y brillo del «ochentismo» con el que bañan «So bad» otra de sus mejores canciones. Bradley es un portento vocal, capaz de dar brillo y sensibilidad a cada tema, quien apoyado en sintes marca ritmos y nos toca a fondo en estribillos como el que nos ocupa. O la también contagiosa «Help you out» cambiando completamente de registro en «XI» un corte en el que se muestra al desnudo.
Bradley se acompaña de la guitarra de ER White para brillar con su voz y ponernos los pelos de punta. Puede recordar al sentimiento de Matty Healy en lo útlimo de The 1975. Y en sus cortes finales tira de esa pasión musical aderezada por lo sintetizado y retro como «Comfortable» totalmente atmosférico que puede recordar a vocalistas como Seal y su «Kiss from a rose» de Batman.
Lo que está claro es que la banda se ha dejado llevar por las influencias de los 80 y la jugada, aunque bastante radical para ellos, les ha salido notable, porque ante este conjunto de canciones no queda otra más que aplaudir o mejor, bailar y mucho.
Miguel Rivera
