EMIL BULLS – “Oceanic”
Drakkar Records
Puntuación: 7/10
Es curioso ver como algunas formaciones no consiguen dar el salto que deberían en algunos lugares, más siendo de Alemania, país que suele exportar muy bien todas sus formaciones sin importar a veces su calidad.
Más aún llama la atención que EMIL BULLS no haya conseguido más nombre en España tras 16 años de carrera y siete discos en los cuales han demostrado tener un sello particular, sonido propio y reconocible, extraños y diferentes a la par que originales el quinteto germano ha labrado una más que sorprendente carrera discográfica.
No es que sean la octava maravilla del mundo pero bajo su particular visión alternativa han sabido afianzar un sonido particular. “Oceanic” no es más que otra buena muestra de ello, un popurrí musical que controlan y manejan a su antojo.
Enmarcados dentro del metal alternativo la banda despunta en su variedad, a veces enloquecía entre canciones pero que a su vez les hace destacar. En “Oceanic” completan repertorio e ideas de todo tipo, metal de tinte industrial como “The Concubines Of Debauchery” o “Epiphany” que esconde un estribillo lento y limpio que desprende intensidad en la voz de Christoph. “Between the Devil And The Deep Blue Sea” es un corte mucho más americano y comercial bajo una parte central más al estilo Linkin Park.
“The Jaws Of Oblivion” rescata sonidos metálicos bajo base industrial y “Battle Royal” melancolía poderosa, para encontrar una mejor segunda parte con temas lentos como “I Bow To You” que rompe con lo que venía sonando para en “We Dont Believe In Ifs” encontrar hardcore puro encontrando en “Lessons From Losses” uno de los temazos del álbum, rockero y generoso en energía vocal, cambios agradecidos para el oyente como la electrónica “The Knight In Shinning Armour” que coquetea de manera clara con los sonidos de los ochenta como en “Ghosts” retro rock electrónico que despedir bajo aplauso.
EMIL BULLS puede que nunca llegue a sonar a lo grande en nuestro país pero poco importa si aunque de pequeño nombre, ofrece discos tan particulares pero interesantes como “Oceanic”, un baño musical en el que zambullirse.
Sergio Fernández