TODOTERRENO CARLOS
Muchos de vosotros le conoceréis bien por sus columnas de sociedad en el 20 Minutos, por sus libros, recién lanzada su nueva novela «El Club de los Lectores Criminales«, por dar clases de guión o por Instagram, dominado por su gato López. Otros tantos igual no sabéis de él, pero para ambos casos nos quisimos reunir con Carlos G. Miranda una noche de domingo para inaugurar ROSTROS, una nueva sección donde ofrecer otra cara, otro rostro de gente de la cultura. Indagar más en la persona aunque también en el personaje para conocerles mejor. Y eso es lo que, creo, hemos conseguido.
¿Quién es Carlos G. Miranda?
Pues un guionista, escritor, casi periodista porque me quedan 3 asignaturas, columnista, articulista, de 38 palos que vive en Madrid y al que le han subido el alquiler, un autónomo, básicamente.
López, ¿quién es en la vida de Carlos?
Es mi gato que es bastante más famoso que yo. Cuando pongo una foto en Instagram mía tiene 100 likes de milagro, si pongo a López me triplica en «me gustas». Fue un gato que me quedé y del que hice un artículo en El País haciéndose viral en redes sociales. Llamó mucho la atención la historia del gato, la gente quería saber más sobre él y decidí darle más vida en Instagram.
Al final López es un personaje al que decido darle bombo en redes sociales, mi mejor personaje sin duda. Es un gato majísimo, pongo muchas caras de mala leche pero es de los que se pega de noche y si salgo fuera y no duermo en casa es de los que se tiran 10 minutos al día siguiente encima tuyo. Mi instagram al final es al 90% del gato y los stories no porque no se los doy, ya que ahí sí cuento cosas más profesionales.
En tu caso entonces, ¿tu Instagram es de coña?
Sí, sin duda. Me lo tomo con humor y me parece una herramienta cojonuda para promocionarse. Hay gente muy guay y creativa que comparte cosas muy chulas, y otros perfiles que me parecen pérdidas de tiempo absoluta con muchos morritos, pero supongo que para otra gente es interesante y saben capitalizarlo. Mi objetivo es que quien abra mi instagram se ría un poquito. Todo lo acompaño de un tono humorístico, me cuesta mucho poner algo en serio.
Teniendo en cuenta tu tipo de perfil en Instagram, ¿te ha ayudado o perjudicado en algún momento?
Pues me ha ayudado, porque me ha salido trabajo a raíz de las rrss y también me ha perjudicado. Con esto quiero decir que me han salido curros como en una de las escuelas donde doy clases de guión. Me comenzaron a seguir en twitter y a partir de ahí me contactaron; me han salido más cosas a raíz de eso. Pero también me ha perjudicado, veían lo que hacía en redes y estaban pendientes o nerviosos de que no entregara trabajos, algo surrealista. Pero yo lo veo todo bueno, más que malo. Amigos, lectores, trabajos…
En el mundo del libro el alcance si te retuitean es algo brutal como promoción y digno de agradecer. Las columnas de opinión salen en papel pero la gente que comparte en redes es quien hacen que se vean más.
¿Cómo es la vida de Carlos en un día normal?
Un sin parar. Los lunes por las mañanas doy clases, por la tarde igual tengo que quedar con compañeros si tengo que compartir historias de un proyecto. El martes puedo tener reuniones de otro proyecto y por la tarde igual nada y aprovecho para escribir. Miércoles prensa que preparar o directores de pelis… curro mucho de mañana, tarde y noche. Los fines de semana por ejemplo cuando estuve escribiendo la novela me ocupaba todo el tiempo. Lo positivo de todo esto, que igual un día entre semana te vas a comer con tu padre, y eso, en otros trabajos no puedes hacerlo.
¿Qué recuerdos guardas de tu libro Treinteenagers?
Pues tengo buenísimos recuerdos. Fue muy divertido, con ilustraciones de Díaz-Faes, con una promo brutal porque nos patrocinó Mahou en la presentación en Madrid y ocupó muchos titulares por su categoría. Sin que la inventáramos nosotros sí que generó y abrió un debate atractivo. En algún momento, cuando llegue a ellos, tocará hacer «Cuarenteenagers».
¿Hay una especie de vuelta a los 80?
Sí, creo que conecta con gente de nuestra edad y con los de 20 también. Los que tenemos esa edad hemos llegado a hacer cosas. La generación de nuestros padres disfrutan de jubilaciones y las cosas nuevas que salen son de nuestra generación. Entre unos y otros llenamos ese espacio. Por ejemplo tenemos Ready Player One o también Stranger Things, esto último por gente joven que bebe de la cultura pop como referente.
Dicen los que saben de esto que el producto cultural se consume entre 20 y 40, porque después te centras en otras cosas como tener niños (risas) y antes, incluso mucho antes, porque como todo se ha retrasado ahora el producto es más amplio en cuanto a edades. Sin duda hay mucha nostalgia ochentera y noventera.
¿Te gusta la música?
Sí, mucho y escucho de todo. Es curioso pero ahora, en estos dos últimos años no escucho música cuando escribo cosa que si hacía antaño, y tendré como 300 vinilos por lo menos. Soy de esa gente que se gastó un pastizal en CD’s pero volverá, seguro que volverá, si lo ha hecho el cassette, por favor, no me jodas (risas).
Decía un post de Secun de la Rosa «Lo leo y no me lo creo. Mas de 270 personas han muerto haciéndose selfies. Antes se moría de amor y ahora de ego» ¿hemos llegado al absurdo con las redes sociales?
Yo lo que pienso es: si yo que me da igual y me las tomo a coña, he llegado a preocuparme por si en esta foto llevaba la misma camisa que colgué en dos stories» y me he preocupado por ese tipo de gilipolleces, ni me imagino al que le preocupa porque tiene miles de seguidores o los que no los tienen y quieren llegar a tenerlos. Sí que se nos ha ido un poco la cabeza pero también sienta bien que te den muchos likes, todo hay que decirlo, pero tiene que haber más cosas.
Con la edad ¿nos interesa más la política?
En mi caso sí, sin ninguna duda. Hace años no tenía casi ni puta idea y ahora escribo mucho, aunque más de sociedad pero también de política. El tema con la política es que hasta que no la empiezas a sufrir no te interesas por ella y cuando eres más joven no te preocupas. Estaría bien empezar a preocuparse por ella desde más temprana edad porque se la colarían menos, aunque también nos la cuelan a los mayores. Es importante educar en ello.
En nuestro caso ha sido muy importante la crisis, creo que nos colocó a todos en una situación jodida en la que empezamos a buscar respuestas de qué nos ha pasado y cómo hemos llegado hasta ahí. Ha habido una necesidad imperante que nos ha llevado a interesarnos por la política. Ahora mismo es lo que más me interesa.
Hicisteis alguna columna sobre Cataluña, ¿te llueven críticas?
Por supuesto, al escribir columnas estás expuesto, y ese tema junto al feminismo han sido los dos focos que más comentarios han levantado, eso y Podemos, que también les critiqué con un par de cosas como el chalet y recibí muchas respuestas. No pasa nada, aunque algunos te insultan pero cada uno está en su derecho.
Y también con amigos catalanes muy sensibilizados con el tema he tenido largas conversaciones por privado. Son temas muy delicados con sus diferentes versiones, y en todas hay verdades y mentiras.
Ambos vivimos de alquiler, como muchos miles de jóvenes y no tan jóvenes. La crisis pinchó supuestamente una burbuja y ha crecido otra.
Bueno, hablando con mis padres que son inspiradores de muchas de mis columnas, me decían que el problema del alquiler siempre ha estado ahí, lo que pasa que afectaba a mucha menos gente porque se compraba. Y ahora, nuestra generación y la que viene detrás, no piensa mucho en comprar porque no pueden.
Una burbuja se quedó reducida, y otra creció con los mismos personajes detrás, fondos buitres, los bancos… y vamos camino a algo que estallará en otra cosa. Hay más de tres millones y medio de viviendas vacías, con que se abran un porcentaje de ellas se daría solución, no creo que haya tanta demanda que cubrir. Debe haber una ley que regule esto porque es mentira que tengamos muchas ayudas. Cuando ves contratos de alquileres ahora no hay ventajas, la única quizás es que si dejas de pagar igual tardan un año en echarte, pero yo no quiero esa ventaja. Lo que queremos son ventajas de alquiler seguro.
El gran problema es que si estalla esta burbuja a ver dónde nos lleva. Y la del ladrillo clásico no paró de crecer, porque realmente siguen muchos pisos a precios disparatados. Y otro problema es la concentración de habitantes, que grandes ciudades concentran todo y sus alrededores, está mal distribuido el país.
¿Hay que adaptarse a propuestas como Airbnb?
Yo he disparado mucho contra ello, pero la clave está en el pensamiento de la persona. Han sido sin duda el medio para la gentrificación pero la culpa no es de una aplicación, lo es de la sociedad que no está pensando en la ciudad, o en este caso en la capital, que es Madrid y que estamos construyendo. Un centro de Madrid y alrededores a precios prohibitivos que van a acabar vacíos, y con unas periferias o barrios colindantes de precios algo menos costosos que van a acabar llenas colapsando las entradas.
Como te digo, el problema es la sociedad y un sistema capitalista que rodea todo, estamos atrapados en un mecanismo en el que se mira el beneficio individual del propietario haciendo que «el de allí» que tiene menos pasta «que yo» se joda y se vaya lejos, al que le va a ir mucho peor la vida; es una crisis profunda de valores y filosofía. Cada vez nos parecemos más a una sociedad americana cuando somos Europa.
Se ha mamado una imagen del «Born in the USA» que no es tal, sólo hace falta ver muchas esquinas de Los Angeles para salir de ese cuento que nos han vendido, pero eso no sale, lo que hacen que veamos son «Armas de mujer» y Wall Street.
Con Podemos, que surgió con mucha fuerza, ¿ha habido una desafección entre muchos como nosotros?
Totalmente. Una de las columnas que escribí fue «por qué no volveré a votar a Podemos» y en parte es por no haber dado la talla ni ser consecuentes con lo que promulgaban, entre otras cosas porque podían no ser realistas. Es muy fácil hablar pero cuando llegas a las instituciones de poder es otra cosa.
Hicieron sin duda cosas positivas, hacer frente al sistema desde el engranaje del propio sistema que es lo lógico, pero luego ha habido excesos que no tienen ningún sentido. Y la guerra Íñigo Errejón vs Pablo Iglesias no ayudó y los votantes lo han recogido. El problema es que no hay alternativas tampoco.
Mirando a los 4 candidatos que tenemos me digo «madre de Dios» eso, y que podíamos decir que también sería bueno tener una candidata, y no es por buscar el aplauso, pero sería bueno para la política.
Con la edad, ¿somos más de Netflix y de HBO que de salir de fiesta?
Yo es que llevo muchos años sin salir a lo bestia (risas). Tiene una ilustración muy buena P8ladas sobre eso, de cuando estás en casa y ganas de salir de fiesta y al revés. A mi me pasa lo mismo, da la sensación de que te estás perdiendo cosas si no sales. Muchas veces es por trabajo y cuando tengo un finde libre digo «dónde voy, qué se hace ahora» (risas). El consumo de vídeo es muy positivo, pero voy viendo cosas puntuales, y al final acabo en capítulos de «cómo conocí a vuestra madre».
Trump da para un libro de chistes.
Da para todos los géneros, terror, comedia… desde 2016 que fue cuando se instaló en la Casa Blanca, no ha parado de ofrecer cosas para un libro. Decían que había que tomarse en serio a este payaso cuando se iba a presentar y mira, ahora es Presidente de EE.UU. con eso está dicho todo. Que tengamos a un tío como ese diciendo barbaridades por Twitter cuyas decisiones nos afectan a todo el mundo de alguna manera… es increíble.
¿Podrías prescindir de algo de tu trabajo?
Ahora no, porque luego me pasa factura, nunca mejor dicho porque no hay con qué pagarlas. Me fui este verano de vacaciones después de años, y menudo mes de septiembre he pasado.
Sobre tu nuevo libro «El club de los lectores criminales» (Planeta), Stephen King ha sido referencia para el mismo.
Sí. Esta novela es la que más me ha costado con muchísima diferencia, por encima de otras cosas de encargo. Me he tirado cinco años dándole vueltas, una historia con asesino que homenajea asesinatos de Stephen, todo con escenario y personajes, colocar después la novela… han cambiado muchas cosas pero el club de lectura iba a ser de Stephen King sí o sí. Las primeras novelas fueron Carrie, o la película «Cementerio viviente» que era malísima. Así que sí, era el referente para mi libro «El club de los lectores criminales».
Habrás visto IT en su nueva versión, ¿cuál es tu opinión?
Pues que IT 2017 es Stranger Things con payaso (risas). La novela era un tochaco e insuperable, la TV movie era más fiel pero muy mala. Creo que esto es una buena peli en la que durante mucho tiempo dices «donde está Pennywise». Habrá que esperar a la segunda parte porque en el libro tiene más importancia en la parte adulta que la infantil. Lo que ha conseguido es hacer del terror algo mainstream, sin ser terror, porque la vieron hasta mis padres. Al final tiene ese punto cuento que le pasó también a El Internado de Bayona.