EVOLUCIÓN SONORA
Desde Zestoa GRISES confirma su buen hacer musical y el momento tan brillante que están viviendo. La joven banda continúa con la tónica de sorprender, y tira de estilo tropical y fusión musical forjando su propia personalidad y camino dentro del terreno indie en el que les han etiquetado pero con un paso más allá. Aprovechamos su actuación en San San Festival para hablar con parte de ellos con motivo de la edición de «Erlo».
Hablemos un poco del cambio sonoro de “Erlo” un disco más luminoso que el anterior.
Amancay: Yo creo que este trabajo es una progresión natural de nuestro sonido, el que no lo fue tanto de esa manera fue el anterior, una especie de kit kat dentro de lo que estaba siendo nuestra evolución musical. En nuestros temas siempre ha habido ese destello tropical, luz y baile y “Animal” fue una especie de excepción, donde sacamos las garras para hacerlo. “Erlo” es natural y no nos sorprende.
Gaskón: Alejo y Eñaut tienen una forma de componer tan particular que salen esos destellos tropicales.
¿Quizás ese paréntesis que comentabas y estos cambios puedan descolocar un poco a la gente?
A: Yo como músico no pienso en la gente, debes hacer lo que te apetece y sientes. No debes componer para un público si no hacerlo con cabeza y ser fiel a lo que sientes.
G: Grises somos muy fieles a lo que nos gusta, y la verdad es que aun pensando que pueden decir de nosotros que se nos ha ido la olla, no nos ha preocupado nunca, debemos ser naturales, no pensar en eso, si no hacer lo que queremos y nos gusta. ¿Lo siguiente? a saber.
¿Cómo se presenta el año con “Erlo”?
A: Bonito, tenemos muchas actuaciones cerradas y varias cosas que no pueden anunciarse. Haremos también directo en salas además de festivales, y es sobre el escenario donde nos sentimos cómodos y lo moveremos todo lo que se pueda.
Venís de una localidad pequeña como Zestoa pero de gran calidad musical, ¿qué se esconde ahí?
G: Hay muchos grupos como Ankhar, que dentro del thrash ha conseguido despegar, y en lo suyo es difícil. El Ayuntamiento siempre ha apostado por ello.
A: Hay grupos que fusionan flamenco con txalaparta, mucho gusto y fusión. Hemos tenido siempre local gratuito, donde poder ensayar poniéndote de acuerdo con otros grupos, con asambleas y demás, y eso ayuda entre los grupos. Esa fusión hace que seamos colegas entre todos, hagas flamenco o metal.
Las redes sociales, ¿funcionan para vosotros?
G: Sí, pero yo me considero soso, pero es importante moverlas.
A: A veces no es muy real, y otras como un círculo extraño en el que no sabes muy bien cómo manejarte. Es algo virtual en donde tienes que estar porque si no estás muerto, pero es más como un deber.
Sois una banda muy joven pero ¿de qué estáis más contentos hasta el momento?
A: Creo que de la familia que hemos creado con GRISES. Somos una familia casi, un equipo que nos gusta trabajar con la misma gente siempre, hacer cosas juntos, es una carrera de fondo y ser una familia es muy importante.
G: Es una fiesta, cada vez que salimos hay que pasarlo bien.
El disco ha salido recientemente, ¿qué tal acogida está teniendo?
G: Hemos tenido muy buenas reacciones, ha habido blogs y revistas con gran feedback y eso te motiva mucho.
A: Toda la gente que ha hecho una crítica coherente del disco ha sido buena.
A la hora de salir fuera, ¿dónde tenéis mejor respuesta?
G: Pues no somos profetas en nuestra tierra. Funcionamos muy bien de Burgos para abajo y en Madrid o Barcelona va bien. También en Andalucia, en Sevilla o Granada hay buena respuesta.
¿Alguna vez planteásteis cantar en euskera?
A: En realidad no. Cuando empezamos escuchábamos mucho punk de Bilbao cantado en castellano como Eskorbuto o Parabellum y eso nos ha marcado así que el idioma no ha sido ninguna barrera o problema, y ahí se ve que nos importa poco lo que puedan decir de nosotros.
¿Qué cabe esperar de 2016?
G: Tocar, disfrutar de lo que te ofrece el grupo, ver sitios, conocer gente y pasarlo bien, no aspiramos a más.
A: Vivir de esto es complicado, estamos en España y aquí el arte es el último mono. En cualquier caso, esperamos poder tocar mucho.
Miguel Rivera