INGRID GARCÍA-JONSSON
El desparpajo y la naturalidad son dos de las muchas señas de identidad de Ingrid García-Jonsson, joven actriz hispano sueca que, en los últimos meses, afortunada ella, no ha parado de trabajar. Estrena hoy mismo la comedia La Pequeña Suiza del director Kepa Sojo y tiene otra película de humor en cartelera «Taxi a Gibraltar» junto a Dani Rovira. Por si fuera poco, el 10 de mayo llegará la esperada serie «Instinto» thriller erótico de Movistar+ donde acompaña el exitoso Mario Casas.
Por todo ello nos dice «sentirse afortunada» e incluso piensa «no merecérselo» pero es una divertida opinión, porque viendo su trabajo, ganas y actitud queda constatado que hay talento y mucha carrera por delante de la que podríamos considerar todavía una millennial. No ha cumplido aun los 30 pero, y al contrario que muchos de su generación, no hace uso abusivo de las redes «ya las tenía antes de ser conocida» pero reconoce que a veces le hacen más mal que bien y desconecta o elimina las aplicaciones cuando no tiene mucho que contar. Algo extraño por otro lado, porque está en continuo movimiento y, como ella misma dice «reciclándose en todo momento» por lo que pueda pasar, ya que el trabajo de actriz es, como nos dicen muchos compañeros, un oficio lleno de «inestabilidad» donde acabas un proyecto y no sabes cuándo llegará otro, por lo que toca «tirar de ahorros mientras tanto».
La actriz ha calado entre muchos espectadores también por esa naturalidad a la que hacía referencia al comienzo, plasmada en su totalidad de vez en cuando en el late night «La Resistencia» de David Broncano donde la podemos ver tal y como es, por eso cree que la gente que se le acerca lo hace con mucha naturalidad, y gracias, porque asegura «sentir mucha vergüenza» cuando le piden fotos.
Con todo ello, y aprovechando su nueva comedia, quiso tener la deferencia hacia nosotros dentro de su apretada agenda para reunirse en un sitio muy cinematográfico como la Sala Equis de Madrid donde, divertida y cercana, nos habló de todo con una sinceridad agradecida. Intentamos con ello adentraros en el día a día de una actriz con la que podríamos estar un día entero hablando.
¿Quién es Ingrid García-Jonsson como persona?
Pues Ingrid García-Jonsson es una actriz hispano-sueca que trabaja en España mayoritariamente y que está aquí intentando hacerlo lo mejor que puede mientras disfruta el momento. Últimamente también intento ver qué actriz soy y en quién me quiero convertir, soy una persona en búsqueda.
La Pequeña Suiza es tu nueva película, una comedia que sigue las directrices en línea y formato de la conocida Ocho Apellidos Vascos, ¿qué piensas?
Bueno, creo que casi todas las comedias nacionales intentan repetir el modelo de esa película, fue un gran éxito y sería absurdo no aspirar a eso. Es verdad que esta película también habla de temas vascos jugando con tópicos y estereotipos, pero 8 Apellidos al final es una historia de amor, una comedia romántica y La Pequeña Suiza no lo es. Me parece que sigue más el modelo de las películas de Berlanga en su momento, al menos para mí esa es la referencia que me vino a la mente al leer el guión, al estilo Bienvenido Mr. Marshall.
Hay algunas comedias recientes que no están funcionando en taquilla como se esperaba, ¿es algo que fluctúa o es un bastante género seguro a pesar de ello?
No te creas que yo sigo mucho los datos de audiencia ni es algo en lo que me fije a la hora de trabajar. Creo que el público lo que quiere ver son pelis buenas y que conecten con el espectador. Uno lo intenta siempre por todos los medios pero no siempre lo consigue, pero es cierto que es muy difícil llegar a conseguir pelotazos comerciales. No sé si es más una lotería o que hay algunas pelis que tienen algo muy especial que conecta.
Creo también que lo bonito de este trabajo es intentarlo, conseguir según qué cosas y en otras fallar para seguir aprendiendo. Si tuviéramos la fórmula del éxito para todo considero sería algo aburrido ir al cine para la gente.
Los actores ¿os divertís a la hora de hacer cintas como ésta?
Yo me divierto mucho rodando lo que sea, porque la verdad que me encanta mi trabajo, me lo paso muy bien y conozco gente súper interesante, viviendo rodeada de personas a las que le gusta lo mismo que yo. Es como estar dentro de un paraíso dentro de un infierno que también supone el curro, porque son muchas horas e intensidad. Pero a la pregunta, rodando comedias sí que te lo pasas bien hasta el punto de tener que parar porque te estás riendo de lo que hace otro compañero o simplemente ensayando, donde se dan cosas que te llevan a momentos que igual no se dan en otros géneros. Personalmente me lo pasé muy bien y había mucha ilusión.
Una cosa muy común entre actores es que aunque hay mucha intensidad en los rodajes luego igual no mantienes esa cercanía o una amistad real.
Bueno, yo he hecho muy buenos amigos en rodajes y mantengo amistad con algunas personas, obviamente no voy a ser amiguísima de todos. Los rodajes es cierto que son como campamentos, mes y medio fuera de casa desayunando, comiendo y cenando con las mismas personas absolutamente todos los días y eso genera relaciones muy especiales.
Creo que lo bonito que tiene es que aunque la vida no nos permita juntarnos en dos o tres años, la próxima vez que nos veamos con esas personas especiales, el vínculo sigue activo de alguna manera. Sí, se rompen grupos de Whats up, pero las vivencias están ahí. Yo creo que cuando me encuentre con según que actor diré “te acuerdas de cuando grabamos bajo la lluvia…” el sufrimiento une mucho y en rodajes sucede bastante porque igual el clima no corre a tu favor o no duermes lo suficiente, y todo eso es inevitable que acabe uniendo.
Yo cuando empecé, entre que me enamoraba de todos mis coprotagonistas y luego pensaba que todo el mundo iba a ser mi amigo para toda la vida, cuando acababa los rodajes se me rompía un poco el corazón porque me daba cuenta que la vida va por otro lado y que cada uno tenemos nuestras cosas que hacer y que todo ello nos separa. Todo eso es cierto que me costó asumirlo.
Junto a La Pequeña Suiza también llega ahora tu nueva serie Instinto (10 mayo en Movistar) junto a Mario Casas. Cuando terminas los proyectos, ¿existe ese pequeño miedo a que igual no vuelves a trabajar?
Todo el rato, yo ahora mismo no tengo trabajo. Vengo de hacer muchas cosas y de estar trabajando a tope el año pasado así que tengo ahorros, pero no sé cuánto me van a durar y de momento no tengo algo a la vista, hay proyectos de cosas pero nada confirmado al 100% así que el temor siempre está. Además, muchos actores o al menos yo, tengo esa sensación de que soy una intrusa que no me merezco lo que me está pasando, cada vez que termino un film pienso “se han dado cuenta de que soy mala y no me va a llamar nadie” pero bueno, también hay que confiar en uno mismo y saber que ya lo he conseguido, he tenido grandes vivencias y he estrenado películas y series. Que luego no salen cosas, pues tiempo tengo de reinventarme y trabajar en otra cosa como tiene que hacer mucha gente. Me dolería muchísimo porque para mí es el mejor trabajo del mundo y lo disfruto como una animal, ante todo hay que estar contenta de lo conseguido hasta ahora.
Por otro lado, lo que me gusta es estar en rodajes no solo como actriz, yo vine a Madrid porque quería trabajar en el cine en general, lo hice en producción, asistente de dirección y lo que me gusta es todo. Estoy intentando también aprender y abrir campos porque considero que las actrices también tienen un ciclo de trabajo más limitado, así que cuando esto acabe quiero ver qué puedo hacer relacionado. Intento aprender de todos los departamentos más allá de actuar porque quiero contar historias.
¿Te verías dirigiendo en un futuro?
Por ejemplo, podría dirigir, escribir o simplemente ayudar a otros actores. Ir desarrollando una voz propia más que ser solo un instrumento como actriz para las historias de otros, creo que también hay historias que igual sí quiero contar. En esas estoy.
Plataformas como Netflix, Movistar o HBO hacen que haya más trabajo y que además se quiera trabajar en televisión.
Sí, ahora mismo hay muchísimo curro y te diría incluso que los actores de tele molan casi más que los de cine y son bastantes respetados. Es cierto que se han diluido las fronteras entre cine y televisión gracias a este tipo de plataformas y que hay más volumen de trabajo. Me da la impresión de que hay cierta burbuja, que ha venido todo muy de golpe y que igual podría haber una nueva crisis en unos años, muchos intentamos hacer más trabajos a día de hoy para ahorrar por si vienen después vacas flacas.
¿El consumo de series y cine ha cambiado como ha pasado con la música?
Exactamente, lo más interesante de todo esto es que el usuario está mucho más empoderado, antes había un horario y un día y tenías que depender de ello para ver una serie y si no estaba en el cine un film no tenías acceso a él. Todo eso ha cambiado con el qué, cómo, dónde y cuándo, y eso es maravilloso. Por otro lado, y lo veo más con la música pero pudiendo compararlo, como que la calidad musical a nivel de artesanía ha bajado por el consumo tan rápido que hay. Y como hay tanta inmediatez hace que todo se produzca más rápido y mi impresión es que eso reduce la calidad, es como la cocina, a las cosas hay que dedicarlas su tiempo. Eso es lo que menos me gusta, que los procesos se hayan acelerado tanto, y nosotros como usuarios creo que no disfrutamos igual las cosas que antes. Ver una película o serie no es tan especial, ahora no vemos una, vemos 7 a la vez, creo que hay menos disfrute por ver más en menos tiempo. Ya veremos en qué genera todo, estamos en un proceso de cambio.
¿Cómo es tu día a día fuera de rodaje?
Ahora aprovecho para volver a clases de interpretación, entrenar y ser mejor actriz, estoy reciclándome constantemente. Creo que cada rodaje me vuelve peor actriz así que vuelvo a aprender, pasa lo mismo que un músico, que no puede dejar de tocar.
Las redes sociales, ¿influye el número de seguidores a veces para que te llamen? ¿Cómo manejas las redes?
Pues a lo primero, el número de seguidores influye, pero no sé si son los proyectos que más interesan. Para mi son proyectos que buscan llegar a un público muy amplio, cosa que tampoco está demostrada que por muchos followers llegue tu producto a más gente y son un tipo de producciones más masivas o comerciales que a mi, dentro de lo que cabe, no me interesan. Desde ahí es algo que ni me interesa ni preocupa, mis trabajos más interesantes no me han llegado por los seguidores que tuviera, quiero pensar que por mi talento, por eso estoy muy tranquila.
En cuanto al manejo de las redes, yo tenía redes sociales antes de ser una actriz conocida, voy a poner “personaje público” entre comillas. Intento usarlas de la misma manera y es verdad que son una herramienta excelente para comunicarme con la gente y promocionar según qué cosas. Yo trabajo y quiero que la gente vea las cosas que hago. Ahora, estoy un poco saturada y he eliminado todas las aplicaciones del móvil. Twitter me ponía de mala leche porque creo predominan los haters, y el quejarse y hablar sobre cosas sin una opinión formada solo para atacar, y a mí eso me estaba haciendo mal. Luego en Instagram sólo veo a gente muy feliz, en lugares preciosos y celebrando la vida, y también me hacía sentir mal, porque ni estoy tan jodida como la gente de Twitter ni soy tan sumamente feliz como los de Instagram.
Llega un momento que no sabes qué compartir en cada uno y que la información que recibes te acaba dando igual. Qué me importa a mi que la gente esté de mala leche por un anuncio o que unos se lo estén pasando de puta madre en Coachella si no voy a ir en mi vida, cuando no me gustan los artistas ni el rollo que hay. ¿Solución? pues nada, me quito las aplicaciones. La gente que me importa la llamo y les pregunto qué tal, así que me las quité y cuando tengo que subir cosas me las vuelvo a bajar, así funciono. Ahora estoy en ese momento de saturación de gente a la que puedo seguir y realmente me da igual.
¿Todavía puedes salir a la calle a hacer vida normal?
Sí, sin problema. Alguna vez me han parado, el otro día en el metro por ejemplo, pero es algo muy puntual. No sé cómo lo llevaría, son cosas que pasan cuando pegas un pelotazo y demás, y entonces te cambia algo tu rutina pero yo también cambio mucho de la Ingrid García-Jonsson actriz y la Ingrid persona y creo que la gente es cuando entonces no me reconoce por la calle, juego esa baza. Tampoco me muevo por sitios donde hay mucha gente, pero si haces un boom y te vuelves famoso a grandes esferas entonces por consiguiente tienes mucho dinero y te puedes permitir no seguir viviendo en un piso en un barrio de Madrid y pirarte a un casoplón a primera línea de playa y ahí no te molesta ni dios. Hay alternativas y hay que saber manejar eso.
Es cierto que me daría mucha pena llegar a unos extremos de no poder hacer una vida normal, de bajar al local de abajo y poder hablar tranquilamente, ir al mercado o no poder pasear tranquilamente al perro por la casa de campo, eso sería jodido y triste. Yo intento comunicar siempre el mundo real y si no puedo vivir en él , perder esa conexión sería una lástima.
¿Cómo ha sido el rodaje de La Pequeña Suiza teniendo en cuenta la climatología?
Pues mira, ha sido el primero en el que hemos tenido que parar para esperar una nube. Siempre cuentas con que en el País Vasco suele estar nublado para contribuir a la peli pero nos hizo mucho sol, teniendo que parar una vez 6 horas a esperar, algo muy anecdótico.
Kepa es un director muy agradable de rodar, él decía que quería disfrutar con el rodaje y eso se traslada. Luego también estuve en una casa en el monte con Jon Plazaola y Maggie Civantos rodeados de vacas y esa sensación molaba mucho, y cuando me quedaba un fin de semana sola era también estupendo. Ha sido un rodaje muy ameno y agradable, con muchos personajes lo que ha hecho que no sea nada tedioso y donde he podido hasta cantar (risas).
Tu mudanza, ¿cómo la llevas?
Fatal, para la cabeza y el cuerpo. Todo viene porque llevaba mucho tiempo viviendo en un local y quería tener paredes y vivir en un sitio que fuera más una vivienda. Una amiga dejaba el piso muy barato y entramos nosotros, pero ahora tengo unos vecinos que hacen muchísimo ruido y creo que me voy a tener que mudar de nuevo pronto, eso lo llevo mal.
¿Algún momento incómodo en la vida pública?
Pues mira, no es incómodo pero es gracioso. El otro día estaba tomándome unas cervezas en un bar y bajé al baño y la chica que estaba dentro no había cerrado, la pedí perdón, y esperé. Cuando salió del baño la volví a pedir perdón y cuando me vio dijo “eres Ingrid” y digo «sí que tal» y me dio la mano y yo pensando “tía no me des la mano que acabas de mear” pero ya que invadí su intimidad es lo que hay. Pero la gente que me reconoce siempre me viene de buenas maneras quizás también motivado por La Resistencia donde el espectador me ve así de natural, y prefiero que me traten así a que tengan miedo al acercarse, se hace todo más fácil, porque además me da muchísima vergüenza que me reconozcan.
Para cerrar, una serie y una película que hayas visto recientemente y te haya gustado.
Pues serie “Lo que hacemos en las sombras” de HBO. La película en la que se basa era maravillosa y la serie me gusta mucho, es la única que estoy viendo ahora. Y una película obviamente “La pequeña suiza” pero así como descubrimiento “Mandy” de Nicolas Cage y una sueca que está muy bien “Sami blood” de Amanda Kernell.
Entrevista: Miguel Rivera
Fotografía: Arturo de Lucas
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