YO SOY AQUÉL
En contra de lo que seguro muchos piensan MARIO VAQUERIZO es un profesional de los pies a la cabeza. En las distancias cortas atrapa por su verborrea, inteligente en los momentos serios como puede resultar una entrevista cara a cara. Sin dejar de lado esa chispa alegre, divertida y canalla, sabe decir las cosas como son, sin pelos en la lengua y hablando en plata. Es algo que se agradece, romper con lo políticamente correcto y ser directo ante las preguntas formuladas. Profesional en eventos y actos, como el que nos tocaba, un tiraje donde supo poner una buena caña pero aún mejor contestando preguntas. Y tuvimos de todo. Risas por momentos, y seriedad en otras, olvidando un personaje que no existe, porque Mario es así, tan bueno como una caña.
¿Quién es Mario Vaquerizo fuera de todo esto, en tu vida real, hay persona o personaje?
Pues el mismo, no hay personaje, ¿tu sabes lo que sería interpretar a un personaje las 24 horas del día? Si tu te dedicas a ser actor o actriz ahí sí que tienes que crear un personaje porque interpretas alguien que no eres, pero cuando interpretas tu vida eres tu mismo, y el dueño de la misma.
Hay una cosa que se llama ser responsable y educado. Si yo voy al Hormiguero no voy a ponerme a hablar de filosofía, como profesional que soy sé que se espera una cosa de mi, pero que me sale sola, no lo fuerzo. La gente no es tonta y si fuerzas algo se nota. Muchas veces infravaloramos al espectador y la verdad se deja ver.
Mario Vaquerizo es Mario Vaquerizo para lo bueno y lo malo y tiene un lado muy gamberro y lúdico que me encanta y exploto, y luego otro lado más pausado, obsesivo y tradicional. Sería muy triste interpretar un personaje porque eso te pasaría factura, y yo soy demasiado anárquico para algo así. La vida me ha venido así, no lo he buscado.
Cuando formé Nancys Rubias por ejemplo, no lo hice para ser número 1, quería canalizar mis momentos de ocio con mis amigos en una banda y creerme una rock star. Me pasa algo así con Mahou. La gente se cree que yo he empezado a beber Mahou por contar conmigo, yo siempre he bebido Mahou porque solo bebo cerveza, no bebo whisky ni ron. Te dicen “tu estás ahí con Mahou porque te pagan”. Pues no, a veces me pagan y otras no, la bebo porque me gusta, y eso es natural. Quiero decir que no hay nada forzado, es natural dentro de lo poco natural que soy yo, que por eso me opero.
A colación de Mahou, es una marca que se relaciona mucho contigo. ¿Te dejarías “comprar” por cualquier marca de otra cosa?
No, sinceramente, sin decir la marca, hace poco me vinieron a presentar una cosa en la que tuve que decir “alma de cántaro, dónde vas si ni te lo crees tú ni me lo creo yo, esto iba a ser un fracaso”. Es pan para hoy y hambre para mañana, y eso te lo da seguridad en ti mismo, el saber dónde estás y quién eres.
A mi esta especie de vorágine me vino dada por hacer Alaska y Mario, cuando decían que estábamos acabados y que hacíamos algo así por llamar la atención. Ellos no entendían que nosotros tenemos una cultura muy norteamericana que nos encanta ver esas cosas como realities de Ozzy Osbourne o Gene Simmons.
Yo no tengo la culpa de tener una cultura, si la cultura en España es otra cosa, o es pensar que si te pones un tacón o te pintas, que no es nada nuevo y copias a New York Dolls o Alice Cooper te llamen maricón por eso, no puedo hacer nada porque España sea así. Yo ya paso de todo eso, no me he vendido por nada; obviamente que valoren tu trabajo, yo tengo la base laboral muy establecida, soy periodista, llevo ejerciendo así hace mucho tiempo, y de manager de Elsa Pataky o Fangoria por ejemplo y ya está. Yo esto lo veo como un extra que me divierte mucho y encima te pagan por ello, y me gusta el dinero. Pero soy consciente que igual el día de mañana no me llaman, pero no pasará nada, tengo mi colchoncito y recursos para salir adelante.
Soy Mario y seguiré siendo Mario con tele o no. A mí me ofrecieron un dineral por salir en la portada de la Interviu, ¿pero tú te crees que yo puedo salir ahí? Eso para mí es patrimonio de las mujeres y no me van esas moderneces, y además, que no tengo buen cuerpo, era hacer perder dinero. Soy muy dueño de mi vida y muy sincero, se donde están mis virtudes y mis defectos, aunque suena arrogante pero eso te lo da el estar seguro de ti mismo.
Soy consciente de que voy por la calle y muchos dicen “mira el maricón este” o “menudo payaso” pero no pasa nada, me encanta ser como soy. Lo demás es problema del resto, me río de mi mismo y es fabuloso, y también me río de los demás, maricón.
La vida es más sencilla que todo eso, la gente a veces no es feliz por complicarse con cosas como el qué dirán y no vale la pena.
La última vez que te vi fue con Nancy Rubias en Arenal Sound.
La primera vez que nos llevan de esa manera a un festival, no nos llevan a ningún festival indie porque hemos sido sinceros desde el primer momento diciendo que no sabemos tocar, porque no quiero, prefiero tirar una caña. Pero por ejemplo Nacho Canut tiene la genialidad y don de poder componer como lo hace, al igual que él me dice que le gustaría saber moverse como yo hablando por teléfono.
He perdido amigos, a un hermano… la vida tiene muchas adversidades y yo monté la banda para pasármelo bien sin más pretensión que esa. No considero que tenga que aprender a tocar la guitarra.
Con todo esto, ¿notas cierta antipatía de algunos grupos o músicos?
Hombre, totalmente, pero yo estoy en contra de los prejuicios. Paso de ese tipo de cosas, porque me dan igual, yo estoy muy seguro de mí, me molesta por mis compañeros, porque que cuestionen a Manolo Uvi que es una institución en la escena o a Enrique que estuvo en Gabinete Galigari porque se junten conmigo sí que me duele.
Yo vengo del rock espectáculo no de la canción protesta, vengo del rollo Kiss así que sé que no nos han tomado en serio, que lo han visto como la broma del marido de Alaska pero me da exactamente igual.
Este año nos llama el Arenal Sound sin ningún prejuicio y tocamos delante de 50000 jóvenes cantando nuestras canciones y pasándolo bien. Veo claramente prejuicios de músicos, pero no pasa nada, ellos son los que tienen el problema.
¿Te cuesta salir a la calle como Mario Vaquerizo?
Al revés, me encanta. Mira, con educación todo se consigue, y hay que ser profesional. Si yo decido venir aquí y exponerme a la opinión pública o a los medios sé lo que hay. Esto es un feedback, si me piden fotos me las hago y en el momento en que no lo hago es porque no tengo tiempo. Siempre hay que tener educación. Esos famosos que no quieren o que dicen “no me gusta la fama” lo han hecho mal, si yo salgo en televisión y en sitios de audiencia sé lo que va a pasar.
Tenemos que asumir cuál es nuestra realidad, y no cuesta ningún trabajo. Ahora al venir no he podido hacerme una foto por prisas con una chica pero esos que pasan de todo o contestan mal no lo veo bien, si no quieres exponerte dedícate a otra cosa y así nadie te reconocerá. La gente es muy egoísta y tiene mucho morro, luego vas a un sitio donde te están pagando un pastizal y no sabes mantener una charla o atender a un periodista, eso es muy feo. Eso sí que es venderse, porque yo estoy ahora mismo contigo y me encanta, porque soy periodista y he hecho muchas entrevistas y sé que es muy injusto que te digan que tienes 5 minutos o que se tiene que ir la persona de turno. Yo he bloqueado mi agenda para estar aquí, hay que ser más sincero y profesional.
¿Te considerarías una influencer?
Ni de coña, no. Mira que soy egocéntrico pero eso es un ejercicio de egocentrismo brutal, pero no me veo así. No hay nada más prepotente que llamarte a ti mismo influencer, ¿influencer de qué? de una mierda de foto en instagram, de verdad, dejémonos de tonterías.
Está cambiando mucho el mundo, yo soy del siglo XX y me cuesta hacerme a esto, porque no me gusta lo que veo, pasa algo así como cuando pasamos de la peseta al euro. Estoy a favor de los cambios pero que no eclipsen a lo bueno que había antes porque no por ello lo de ahora es mejor. Pero vamos, quien se llame influencer… es creerse el centro del mundo.
*Entrevista realizada en Saborería Mahou.
Miguel Rivera