LA CASA SUENA MUY BIEN
Martí Perarnau se sube al tejado de una casa musical impecable. «¿Hay alguien en casa?» es una pregunta de fácil respuesta. SÍ, porque el músico se ha marcado una sesión en un disco de mucho sintetizador y elementos bailables bajo unas letras sumamente cuidadas. Disfrute máximo del que seguro será uno de los mejores trabajos cuando acabe el año. Es por ello que hemos querido incluirlo como entrevista destacada del mes. Tiene muchas ideas para su directo y de ello hablamos con él.
Comenzaría hablando de tu directo. Cómo vas a trasladar al escenario este nuevo disco «¿Hay alguien en casa»?
Pues no tengo ningún tipo de respeto al disco a la hora de llevarlo al directo. Siendo un trabajo tan vivo quiero que lo siga siendo sobre el escenario. Haré de DJ básicamente, llevaré mucha jam, con loops por separado y mezclándolos en vivo. Además vendrá Txavi Molero a la batería y Emilio Saiz a la guitarra, y en algunos bolos Richie Faulkner también. Seremos banda pero sobre la rave. Siempre me fijo mucho en Cariboú a la hora del directo, que ese sea el proceso porque no llevo bien el mundo «secuencias».
Es un álbum para tocarlo en horario bastante nocturno.
Pues sí, eso espero, porque con el anterior disco me vi tocando a las cuatro de la tarde, así que mientras no sea eso me valdrá (risas) Creo que puede funcionar muy bien en horario nocturno, no excesivamente tarde pero que el público viva ese directo dejándose llevar, que un día puede ser un fiestón y otro mucho más ambient. Pero que todo se viva muy natural, y el que venga a vernos encuentre algo muy diferente, que no sepas muy bien qué puede pasar. Realmente, para salas me gustaría estar ya con música mientras entra la gente, pinchando yo o haciendo música en directo, que sea una especie de rave. Tocar o pinchar ya va junto para mi, que sea todo muy directo.
¿Te verías en Ibiza?
Claro, me encantaría, me veo más en Berlín pero es un poco lo mismo (risas).
¿Cómo es el día a día de Martí?
Un drama. Dormir poco y hacer muchas cosas. Hay mucho trabajo, colaborar con mucha gente y ahora disfruto mucho porque toco con gente que admiro mucho y no está el sufrimiento de aprenderme las canciones, me dejan un poco libertad y voy por el aire del disfrute y emocionarme. El resto pues mis producciones y ahora he montado un estudio para eso mismo junto a Emilio Saiz, para hacer nuestras cosas propias y componer e ir sacando lo que hagamos.
Disco autoeditado, hay bandas que parece tienen miedo de esto.
Bueno, yo no he vivido nunca de mis discos, pero de momento soy más feliz. Controlo todos los procesos y nadie me vende la moto, que ya es un gran paso. Escuché algunas discográficas y managers que tienen la forma de trabajar de los sellos y no me gustó nada lo que me decían. Y otros directamente me querían vender la moto así que decidí hacerlo solo y libertad total. No tengo la misma infraestructura pero todo lo hago yo y controlo lo que se hace, escuchas, cifras y realidades que son mías. Todo es fácil, personalmente para este proyecto que voy a mi aire no sé qué podría aportarme una discográfica.
Existe mucho postureo?
Creo que en general sí. No creo que la gente sea tan feliz como sale en su Instagram, es imposible. Las redes reflejan mucho un aspecto concreto, y la sensación en la música es que a veces la ambición de conseguir seguidores y likes acaba haciendo que dejes de lado la música y que te importe menos hacer canciones que es al final lo importante, más que hacer los stories. A veces me tiro piedras contra mi propio tejado por no cuidar esos aspectos, pero pienso que estoy yo primero y mi felicidad. Y mi prioridad es hacer canciones y mirar la vida de otras personas no me ayuda a crear. Es algo que me impide lo mismo que para leerme un libro, en la vida en general.
¿Somos un poco presos de esos likes?
Sin duda, pero yo he llevado otro modo de hacerlo en el que me importa poco. Hay gente que dice «así nunca vas a llegar al éxito». Para mi eso depende de cuál sea tu concepción del «éxito». Para mi el éxito es hacer lo que me gusta y que me toque la patata. Si nunca puedo llenar un estadio de esta manera y por tanto, no vivir de mi música, no pasará nada, porque lo primero es lo otro. No me interesa que me importen los followers como primera opción, si eso es ser un looser a ojos del capitalismo, no me importa.
¿Sabías con este disco que ibas a explorar otros terrenos?
Sí, también ha sido un proceso muy largo. Lo de la electrónica no es algo que haya descubierto ahora, es algo que llevo de siempre. Me gustan mucho las programaciones, pero es verdad que dejé de lado el estar solo en casa con el ordenador haciendo música y preferí meterme en temas de directo con bandas. Pero volver a hacerlo ahora ha sido muy enriquecedor y más vivo gracias a un programa. Ha sido reencontrarme con el yo adolescente, sabiendo más cosas y con la tecnología actual de por medio, que ayuda.
Es decir, ¿la electrónica te gusta?
Sí, mucho pero antes no lo veía igual, antes era un ignorante y veía a los DJs como personas inferiores porque no tocaban un instrumento, iluso de mi. Ahora me he dado cuenta que estaba equivocado viendo que son verdaderos artistas que, muchas veces, hacen avanzar la música incluso más que gente que toca la guitarra.
Recuerdo también que estuve en unas charlas de Ableton en Berlín con una fiesta de un colectivo de Nueva York de DJ’s muy combativas, cuya lucha feminista en el techno a cañón me parece muy interesante, me atrae mucho y esa sesión de Berlín fue brutal. Me tiré una noche solo, sin conocer a nadie, vibrando con la música de 1 a 6 de la mañana flipándolo, sin tomar nada, y mira que yo soy de beber (risas). Fue una experiencia reveladora.
¿Qué tal con Zahara, va a ser fácil coordinar directos?
Muy bien, a ella le gusta mucho el disco y además quiere que toque todo el rato con ella porque los teclados en «Astronauta» para el directo son muy importantes. Pero a su vez quiere que me vaya muy bien con Mucho. Estoy en la misma oficina de management y eso también ayuda a la hora de compaginar. Quiero que dure mucho la gira y no compactarla para que evolucionen las sesiones.
¿Qué crees que ha llevado a que Zahara lo «pete» ?
No tengo ni idea, se me escapa la verdad. Cuando hice el tema de «Hoy la bestia cena en casa» para ella me dijo «es brutal la canción» y yo cuando trabajé en ella pensé «es otra canción mía de siempre» nunca tuve la percepción de que llegara a ser un hit, sigo sin comprenderlo, no sé leer lo que le interesa al público, vivo en la ignorancia pura.
¿Cómo afrontas estos meses?
Pues con mucha ilusión y ganas de ver cómo afrontar el directo con este disco, muchas ganas de convertirlo en una fiesta y de que disfrutemos todos juntos.
¿Crees que puedes llegar a otro público con un disco como éste?
No lo sé, a veces pienso que estoy en tierra de nadie, porque igual mi idea inicial siempre fue hacer canciones de pop y al final he querido hacer mucha electrónica e igual me sorprende y llego a otra gente, sería estupendo.
Para cerrar, ¿han sobrado temas?
Muchísimos, nunca me sobraban y en este sí. Algunos temas completos, como diez, otros «prototemas». Tuve como 90 ideas para el álbum y me quedé con 20 eligiendo 10 al final. Seguramente tengan cabida en directo, de alguna forma, igual fragmentos, no la parte lírica pero sí bases o trozos porque tienen que ver con lo que hay en el disco y podríamos improvisar partiendo de cosas mías. Voy a ir un poco a muerte con lo que pase cada noche y disfrutar ante todo.