PUNTO PARA LOS LOCOS
Ángel Martín se ha labrado un nombre como cómico, guionista y presentador, aplicando en los últimos tiempos eso de «renovarse o morir» para convertirse todo un fenómeno streamer.
En los últimos tiempos ha investigado el mundo digital y las redes sociales como un sector «fascinante», dejando de lado las reglas de la televisión y «estudiando» un mundo digital del que dice «debes hacer las cosas como tu quieres y apostando por lo que quieres hacer».
Con presencia en Twitch, realizando podcast y ante todo su exitoso «Informativo para ahorrar tiempo» que le ha convertido en una gran estrella «boomer» para mayores y jóvenes, todo en uno. Un informativo de poco más de dos minutos con su personalidad y haciendo valer las ideas de uno mismo para triunfar en redes, porque como añade «lo primero que has de hacer si quieres crear contenido en internet es olvidarte de los putos likes y las estadísticas»
Pero lo más reciente es su libro #PorSiLasVocesVuelven, donde Ángel se «desnuda» ante nosotros para contar un proceso tan duro como increíble de leer, su descenso a los infiernos de la locura, lo que le llevó en 2017 a ingresar en el ala de psiquiatría del Hospital Puerta de Hierro de Madrid. Ello nos sirve para adentrarnos en la pérdida, en Matrix y de la vida cuando te das cuenta de que algo no funciona.
Ángel se convierte así en el nuevo invitado de #Rostros de RockTotal, para darnos su opinión de lo ocurrido, del mundo digital, del odio en Twitter, del amor también y de su día a día.
En tu libro el café toma su importancia, más allá del vicio, ¿qué supone para ti?
Lo mío con el café es una relación de vicio, y fíjate que cuando salí del hospital me dijeron «tendrías que dejar el café» y me dije «se me va a joder la vida», pero poco a poco pensé que el café no me iba a tumbar.
Pues mira, tengo una relación muy sana con el café, y ahora que me han enseñado a tomarlo bien todavía más. En aquella época era un olor que servía para identificar pistas de que iba en la dirección correcta. Yo creo que tiene que ver con lo que cuento en el libro, como es una sustancia que en teoría sirve para mantenerte despierto, y estarlo mientras yo estaba en aquellos mundos era algo muy guay, creo que mi cerebro lo relacionó con una idea: «del café te puedes fiar».
¿Ha sido duro enfrentarse de nuevo al pasado escribiendo el libro?
No fui consciente de lo mucho que iba a tener que profundizar y volver a aquellos tiempos para poder hacerlo bien, hasta el momento de ponerme a escribir, porque quería explicarlo y que sirviera de algo.
Probablemente ha sido más terapéutico de lo que yo creo y también muy duro y cansado, mucho. De pronto, antes de sumergirte en la escritura y plantearte escribir algo así, tienes recuerdos, destellos, momentos, anécdotas o sensaciones, todo eso lo recuerdas pero no has hecho el ejercicio de «voy a sumergirme en esto y ver qué pasaba».
El primer día que me sumerjo en la historia que tenía más fresca, todavía sin estructura para el libro, simplemente recordar la secuencia de lo que pasó un día y terminé, es cuando me di cuenta de que todo esto me iba a reventar. Asumí que habría momentos que después de escribir varias cosas necesitaría un par de días de desconexión, de no escribir un rato, pasear con los perros, hacer el informativo y reír. Ha sido un buen ejercicio, pero muy agotador también.
Haces referencia a la película Matrix ¿es un buen reflejo de lo que se vive en ese momento?
Es una muy buena metáfora de lo que se vive en ese momento, sirve para entender gran parte de lo que sucede, especialmente la primera entrega, porque si recuerdo bien la segunda y tercera ya es más ciencia ficción si cabe, con más naves y más mierdas de intramundo. La primera entrega creo que refleja mejor lo que es sufrir un brote psicótico, tener de pronto la sensación de quitar un velo al mundo y poder ver la verdad de lo que hay detrás de cada cosa, y todo tiene un significado distinto al que tu creías, toda la gente con la que te cruzas no es gente… es una buena metáfora de lo que sucede.
La palabra loco ¿se utiliza muy a la ligera?
Probablemente. Hemos normalizado la figura más esperpéntica del loco. Ese tipo de persona que hace aspavientos, me paro, pego una voz… esa es la parte más esperpéntica, el aspecto más evidente de que hay alguien que está en otro sitio. No solo lo hemos normalizado, sino que lo hemos convertido en persona que ya no tiene nada, descartamos la opción de que esa persona tenga una vida, que pueda tener una familia o ser soltero con su vida, lo descartamos y lo relacionamos con un sin techo casi siempre.
No prestamos atención ni nos ponemos en el lugar de esa persona, y queda como algo anecdótico, no nos importa a no ser que esa persona nos altere nuestra rutina en ese momento, lo vemos como quien ve una película.
A mi me recuerda mucho a la imagen del metro de Nueva York, donde te encuentras gente muy extraña.
Sí, es eso a lo que lleva, gente como que va gritando a Dios «tráeme la lluvia».
Tras lo que te sucede en 2017, Eva, tu chica, sigue a tu lado, cuando lo fácil podría haber sido decir «joder, yo me alejo de este tío».
Sin duda alguna, llevando diez meses por entonces no tienes una relación lo suficientemente sólida, así que es un acto de amor extremadamente salvaje, y a partir de ahí no puedo dudar acerca de si me quiere o no me quiere.
Ahora mismo, ¿cómo es la relación entre ambos.?
Pues es una relación normal. Como todas las relaciones, es de puta madre y de pronto un día te puedes haber rebotado con el otro y te enfadas porque se ha quedado un tomate fuera de la nevera y había que haberlo guardado, quiero decir, con sus cosas buenas y sus mierdas también de cualquier relación, salvo que nosotros hemos pasado por una movida lo suficientemente grande como para que «no sacar la basura» pueda hacer tambalear lo nuestro.
Todo es muy normal, no se convierte de pronto en La La Land donde vayamos saltando por las estrellas, aunque probablemente internamente haya algo de eso, tener la certeza de que hay alguien en tu vida que conociéndote poco y en el momento más jodido de tu vida se ha quedado y se ha enfrentado a una persona que no era la que conoció. Es un viaje a nivel equipo e individual es muy salvaje, y por dentro es un viaje interesante pero por fuera tiene las mierdas habituales de pareja, y eso es así.
El humor, ¿es terapia?
Cuando estás en la mierda en mi caso no. No soy de los cómicos que pueda decir «el humor me salvó la vida». Cuando salí del hospital ni había humor, ni me sentí capaz de encontrar ni una puta broma, y si me puse a hacer comedia era por la necesidad y porque hay que pagar el alquiler y comer, no tiene más, pero era incapaz de saber si en esos rincones había bromas o no. Ha sido la primera vez en mi vida donde he tenido que consultar con gente de confianza si pensaban que algo era gracioso o no, porque es algo que no suelo hacer, a no ser qué sea una charla distendida sobre un trabajo que esté preparando.
A la salida del hospital fue la primera vez que necesitaba consultar, ir a tu casa y que me dejes dormir ahí tres días y te presente lo que hago y me digas si crees que es gracioso o no. En ese momento el humor no es terapia.
Cuando empiezas a estar bien, no eres conciencie de cuando vuelve el humor, te ves un día bromeando sobre cosas y vas cayendo en ello, pero es tan lenta la recuperación que no te enteras.
No soy de los cómicos que pueda decir «el humor me salvó la vida»
El informativo te ha llevado a meterte en todo el universo de redes como Twitch, podcast… al final te has introducido en una parafernalia de la que no eres nativo digital como tal.
Eso es, y no lo controlo para nada, y eso es lo fascinante de esta mierda. Llevo muchos años tratando de entender el mundo digital, con la idea de que se pueden hacer grandes cosas ahí. El público está repartido por todo el mundo, y es el único sitio donde puedes hacer milimétricamente lo que tu quieres hacer, sin que nadie te diga esto sí o esto no. Eso me fascina hace años.
A nuestra generación nos han hecho creer que todo el mundo digital, YouTube, Twitch… que las redes en general son para chavales, que ahí no hay contenido y no valen para nada. Cuando empezó la pandemia, de pronto todos tuvimos que dejar de trabajar y hubo un momento en el que me senté y pensé que por circunstancias podríamos no volver a lo que teníamos antes, al tipo de trabajo de teatros y televisión, la única herramienta podía ser internet, y me puse a investigar de qué iba esto.
Empecé a hacer algo que no había hecho, ver gente que creara contenido y viviera de ello, cosas de internet, porque yo hasta el momento solo había investigado desde las reglas de la tele, y entonces nada funcionaba, no tenía sentido usar reglas de televisión en un mundo que no es la tele. Y así comenzó todo, haciendo prueba y error desde casa.
«Lo primero que has de hacer si quieres crear contenido en internet es olvidarte de los putos likes»
La gente piensa que detrás de un informativo al uso el presentador llega, se pone delante de la cámara y se va, cuando hay mucho trabajo detrás. En el caso de tu informativo matinal, ¿cuánto hay detrás de lo que no se ve?
Pues realmente es todo el día. El guion lo remato entre las 5am y las 6:45am. de la mañana apurando, que es cuando grabo y para tener margen para el subtitulado, y poder incluir alguna noticia de última hora. Pero el informativo lo vas construyendo durante toda la semana, con emails de distribuidoras, gente que te hace llegar noticias… vas haciendo previsión de cosas que después entran y otras se caen, y por la mañana chequeo todas las portadas de medios para que la gente sepa lo que hay, pero eso son 30 segundos, y luego aprovechas el minuto y medio restante con cosas que no suelen estar, cine, música, videojuegos, eSports… pero es un curro completo, y en realidad es como una redacción de informativos pero yo solo. Lo que pasa que gracias al mundo digital he automatizado cosas, de manera que cuando ya te llega información la metes en una app que reconvierte en un word, pero es todo el puto día.
¿Se puede vivir de ello?
Se puede vivir del mundo digital, pero si la pregunta es si se puede vivir solo del informativo la respuesta es no, al menos no como yo lo estoy haciendo. Una de las reglas que tengo en el informativo es no incluir publicidad en el mismo, sí realizar acciones paralelas, pero en el informativo en sí me proponen o preguntan «cual sería el caché por incluir esto», pero no, ahí no quiero, si meto pelis o cosas parecidas es porque me apetece a mi recomendarlo porque me ha gustado, pero no porque me hayan pagado.
Dicho esto, el informativo en sí no se monetiza, pero en el momento en que tienes más repercusión en redes pues hay ventajas colaterales, porque cuando creas una comunidad de cerca de dos millones de personas, cuando publicas un libro es más fácil vender 10000 ejemplares, nunca he sido de monetizar cada píldora que he hecho y sí de ver la foto un poco más grande.
¿Eres presa de los comentarios, de los likes y los followers?
No, es más, creo que el mayor error de las empresas de marketing digital es pedirte todas las putas estadísticas, es como si no entendieran nada de cómo funciona esto, me pone muy nervioso, porque yo con más de cuarenta años, con una experiencia nula en el mundo digital he descifrado cuatro cosas que son clave y ellos todavía no, me pone muy nervioso. La regla número uno de todo esto es olvidarse de los putos likes, si estás haciendo lo que quieres hacer y como tu quieres hacerlo, hazlo. «Es que ayer tuve 10000 visitas y hoy solo 200″ pues mañana tienes que hacerlo también, y ya está.
El problema de las empresas es que pierden mucho tiempo en brainstormings sin mucho sentido, en dosieres bonitos que no van a ningún lado, en acciones sin sentido… pierden mucho tiempo en tratar de convencerte de que tu idea será la que funcionará.
Lo primero que has de hacer si quieres crear contenido en internet es olvidarte de los putos likes y de números, presta mucha atención a lo que haya pasado de forma orgánica de verdad, porque los números no son reales tampoco.
«El botón silenciar en vez de bloquear es maravilloso»
¿La televisión se ha adaptado a los tiempos o hay una brecha?
Sigue habiendo una brecha muy importante. La televisión como herramienta es muy potente y no soy de los que crean que la televisión morirá, se tendrá que reformar en otra cosa, pero sí creo que no están entendiendo nada.
Pienso que la televisión confunde el adaptarse a los tiempos a vamos a emitir un vídeo de un tío que ha grabado algo con el móvil o meter una noticia de que John Mayer actúa en España, a ver si así enganchan a los chavales, o en un informativo de madrugada te dicen que «Final Fantasy vuelve a salir», y ahí ves que no entienden nada.
El problema no es el contenido, es que no están adaptando nada, creo que hay una brecha muy grande y cuando antes entiendan que la gente lo que hace ahora mismo es ir directamente al tipo que le interesa en lugar de a la cadena de televisión, más rápido será todo.
El pasaje de tu perro fue de los más duros. ¿Se llega a querer a una mascota como a una persona?
Yo ahora sé que sí, incluso más. Yo he perdido familiares que me la pelan mucho más que mi perro y con diferencia. Reconozco que con Keto he aprendido lo que es el dolor por la pérdida de alguien, eso lo he conocido con él.
Un día a día en tu vida, ¿cómo es?
Ahora mismo estoy creado material nuevo de stand-up porque hay que actualizar el contenido, ando peleando también con los directos de Twitch y organizando todo lo que sería este año. Estoy muy metido en proyectos digitales, en entender ese mundo y aprendiendo también la gestión del tiempo, dándome cuenta de la cantidad de cosas que puedes hacer en un día si te organizas bien. Estoy ahora mismo en un momento en el que de pronto descifro que un día puede ser una semana si te da la gana, es muy fascinante.
Entiendo que te paran por la calle.
Sí, pero puedo salir tranquilamente a tomarme un café y puede pasar un mes sin que nadie me pare. La gente me suele decir «a hacer cosas, punto para los locos…» Es más incómodo cuando la gente trata de fingir que no te ha visto y susurran que cuando abiertamente te dicen «te he visto».
En Twitter, ¿hemos dado voz a gente que no lo merece?
Lo que hemos hecho es poner oídos en lugares que no queríamos ponerlos. Twitter tiene muchas cosas, pero tiene ante todo dos cosas que la gente no está descifrando y usando bien. La primera es el botón silenciar en vez de bloquear, eso es maravilloso. A estas alturas del partido, ya sabemos que el ser humano si te dicen mil cosas buenas y una mala, te vas a quedar con esta última y vas querer contestar a eso, así que lo primero que hay que hacer es eliminarlo, silenciarlo, aunque haya sido majo durante un año, si ahora hace eso siléncialo y verás como tu perfil se limpia y será guay.
La segunda que la gente no entiende, es que su cuenta de Twitter es lo que construye. Mucha gente tiene su timeline tranquilo, ves que está todo apacible, comentarios bien y de pronto ellos mismos que dicen que Twitter está lleno de odio escriben: «buenos días, esto es Twitter, vaya puta mierda de día que hace» y entonces haces eso y abres la puerta a que venga gente a decirte «pues si has estado en Eurovisión peor, porque vaya tongo», has dejado la puerta abierta.
La gente deja de pensar en lo que está construyendo y entra en la inercia de lo que le han dicho, y en el caso de redes se habla de ellas como si fuera un ente que te hace actuar de una forma que tu no quieres. Organízalo como lo haces con tu salón, igual lo que estás haciendo es seguir a gente que no te apetece seguir y dando bola a gente que no te conviene, y si opinas sobre ciertos temas, asume que vas a tener x horas de ruido, recuerda siempre que puedes publicar y olvidarte y publicar otra cosa mañana pero no estar atento a quien va a darte por culo, así todo es más fácil.
«Igual lo que estás haciendo en tu Twitter es seguir a gente que no te apetece seguir y dando bola a gente que no te conviene»
Para cerrar, recomienda una película, serie, libro y disco.
Vale, serie defenderé a muerte Peaky Blinders y Succession. En cuanto a película, pues mira, aunque suene raro me ha venido a la mente una voz diciéndome «acuérdate que esta nos gustó», y es Mujercitas, además te hablo de la versión nueva y joder, me gustó mucho. De libros me acabo de terminar la biografía de Quincy Jones y se lo recomendaría a cualquiera que le guste la música, es una barbaridad de libro. Y para terminar, en música estoy tratando de reconectar pero recomendaría seguir muy de cerca a Bely Basarte y Garabatto, que me lo recomendó ella, y creo que hay que seguirle muy de cerca la pista.
Texto: Miguel Rivera
Fotos: Arturo de Lucas
