ABSOLUTA LIBERACIÓN
La banda madrileña Sexy Zebras ha cruzado los mares para amarnos y amarse, un recorrido por su notable «Calle Liberación», disco que llega mañana viernes 25 de marzo y con el que se asientan definitivamente, en una nueva etapa llena de verdad, reconocimiento entre ellos, verdades y amor. La travesía a modo liberación nos da como resultado un disco lleno de sinceridad y temazos, pero ante todo, una banda renovada en espíritu y composición que sirve para dar un inmenso paso al frente. Nos lo creemos con ellos.
La «Calle Liberación», más allá de ser una calle de Hortaleza, creo que sirve de concepto por lo que esconde.
José: Creo es que es un buen momento a muchos niveles. Es el momento de mostrarnos más claros para poder crear una mejor realidad. Ha sido el proceso que hemos vivido como banda, los eventos que ocurren hacen que salga nuestra naturaleza más esencial y creo que es un proceso que se vive a escala social y también para cada uno a nivel personal. Nosotros en lo musical lo hemos vivido como disco y en las canciones, pero es el momento sinceramente de liberarse, de ahora o nunca, de tomar responsabilidad.
Gabi: Para nosotros es un lugar físico, y el nombre de la calle nos ha servido de inspiración y referencia para construir un lugar metafísico alrededor de ella. Ha sido un proceso que ya no tiene final, es un anclaje para este disco y para el futuro para la banda, donde mostrarnos como somos.
¿Se crea en pandemia?
Gabi: Se crea antes, yo creo que el grueso del disco con ocho o nueve temas estaban antes de comenzar la pandemia, luego se han incorporado nuevas canciones.
Cuando comenzáis a trabajar en el disco, ¿lo tenéis como referencia de una nueva etapa?
José: Realmente llegó un momento de colapso para la banda, íbamos a dejarlo y Samu tomó la decisión de marcharse. Conscientemente sabíamos que había que continuar con un punto de inflexión, que tenía que serlo o no, para empezar a mostrarnos como somos o intentarlo, porque lo otro era dejarlo.
Tuvimos un golpe de realidad de mirarnos a las caras y decirnos “aquí estamos otra vez” con una guitarra española en casa de nuestros padres y sin que el tiempo hubiera pasado y diciéndonos “chavales, ¿qué sois capaces de hacer?” y el camino era de liberarnos de tristezas, de emociones negativas y malos entendidos para hacernos mejores. Nos ha costado pero nos hemos liberado.
Habéis soltado temas a lo largo de estos meses, la situación ¿lleva a hacerlo así?
José: Durante todo el proceso hemos intentado programar las cosas y han ido sucediendo eventos en nuestras vidas personales y en el colectivo social que de una forma u otra, nos iban empujando a parar, y por más que intentábamos acelerar el proceso con cierta ansia de artista, de tener que salir a girar, no podíamos. Si el tiempo nos decía que había que hacerlo así es por algo.
Gabi: Comenzamos a surfear las olas, y si tenemos un tema nuevo nos decíamos “vamos a sacarlo” y así con el siguiente. El proceso de lanzamiento ha sido un proceso natural como el que hemos seguido al crear las canciones. Nos hemos preguntado qué nos está pasando, afrontándolo sin tener miedo al tiempo, ni al espacio ni a la unidad métrica que tenemos en la cabeza para acabar disfrutando con lo que nos está pasando.
¿Creéis que podéis llegar a conectar con gente que no se había acercado a Sexy Zebras?
Gabi: Sí, es más, yo lo estoy viendo. Llevábamos años sin salir de gira, y teníamos ese temor, pero se está amplificando, tocas «Nena» o «Tonterías» y la gente se abraza, observo una ampliación en la paleta de colores, de esa capacidad de tocar una canción a guitarra y voz o reventarte la cara a base de riffs que me parece increíble. Tengo alegría y emoción por ver cómo la gente está entendiendo lo que les estamos dando.
José: Ha habido una búsqueda por nuestra parte de esencia y verdad, algo que creernos y eso es sagrado para la banda. Uno puedo decir “oye, me gusta más o menos”, pero nos hemos tomado muy en serio el creernos a nosotros mismos y que todo sea coherente, incluso al fan de las partes más metaleras o duras le está gustando mucho lo que hacemos ahora, es una realidad que estamos llegando a más gente.
¿Cuánto de amor hay en este “Calle Liberación”?
José: Básicamente es lo que hay. Me gusta mucho «Amanecer galáctico» con esa triple afirmación que dice “Amor, amor, amor”, no es un amor formal o pasteloso, tiene mucho más de romanticismo. Hay un lenguaje universal en el disco de seguir siendo inocentes habiendo perdido la inocencia.
Gabi: Habiendo transitado el dolor, el desapego y el desamor, de pronto sigues apostando por eso y le da mayor magnitud a ese amor del que estamos hablando en nuestra “Calle Liberación”.
A “Marte”, ¿se llega por el agua?
José: Yo creo que hay que cruzar los mares. Me gustan mucho los símbolos y los mares son las emociones, lo primigenio y profundo, salir a flote en el agua y llegar a tocar tierra.
Gabi: El proceso del vídeo fue “vamos a grabar en el mar”, con ropa, a 25 grados en Jávea, en un Montgorock, y era imposible porque el vídeo no salía. Nos tuvimos que volver a meter en el mar, y en una toma encima del velero que es la que se ve en el vídeo salió. Es una metáfora de cómo hay que mojarse para lograrlo, fue muy bonito todo porque es como una metáfora de la vida.
¿Qué es “París”, uno de los temas del disco?
José: Pues es una muy buena síntesis del disco. Habla de nuestro viaje interior, pero también de poner cuerpo y el alma a lo que hay en esto. Después de los palos que la vida que te da, es mostrar la entereza más desde un lado femenino, y sostener esto sea como sea porque vamos a seguir manteniendo la bandera Zebra arriba y con actitud.
Gabi: Creo que es la canción que ahora mismo me atrapa más, también porque es la última que hemos compuesto, pero dentro de la muchísima tristeza que arrastra la letra que dice “París se está muriendo”, yo sigo aquí, es como una síntesis del tránsito que hemos ocupado cada uno de nosotros en nuestro foro interno y después poniéndolo en común en Sexy Zebras, es el lenguaje y lectura de lo que hacemos en el disco.
El cierre del disco es más experimental.
Gabi: «Aguila negra» es la única canción en todo el proceso que ha mantenido todos los recordings, no hemos podido regrabar nada porque es tan perfecta como imperfecta desde el comienzo. Creo que es increíble, porque no íbamos a poder reproducirlo nuevamente en la vida.
¿Contentos con el resultado?
José: Sentimos que estábamos en un proceso de dudas pero con momentos muy luminosos. Al final culminarlo, salir a tocarlo, vernos a nosotros y la gente abrazándose es decirnos: “de esto va la cosa”, porque después de una odisea estar tocando tierra es increíble.
¿Qué le pedís al año?
José: Realmente nada, porque en este momento sé que lo que tengamos que tener nos lo va a dar. Cuando transitas en tus propias dudas ganas seguridad en lo que eres, aprendes y eso se ve en las canciones.
