DIRECTO DE CORAZÓN
Creo que FITO Y FITIPALDIS es una de esas bandas a las que poco les queda por hacer. Formación privilegiada que aun con crisis económica continúa agotando entradas y llenando recintos. Poco importa si es gira de salas o de teatros, como esta última. En dicha ocasión FITO y compañía consiguieron dar dos conciertos solidarios en el impresionante Teatro Arriaga de Bilbao, cuya recaudación íntegra fue destinada al Banco de Alimentos de Bizkaia. Dicho momento ha sido recogido en un doble CD+DVD «En directo desde el Teatro Arriaga» y de todo ello quisimos hablar con el propio Fito por teléfono.
Comencemos hablando de los momentos previos a salir a escena en un teatro tan impresionante como el Arriaga de Bilbao, ¿qué recuerdo guardas?
Puedo dar gracias al cielo o quien sea por haber grabado el DVD. Muchas veces el recuerdo acaba siendo una pequeña distorsión de la realidad y no lo que de veras pasó, por eso doy gracias a este trabajo para poder recordarlo con tantas cosas juntas. Por un lado cualquier fin de gira es especial para cualquier banda, acaba un ciclo, hasta que se vuelve a juntar un equipo y demás es muy emocionante. Si a todo le juntas que acabas en un teatro como el Arriaga, en tu casa en Bilbao y ese fin de gira lo grabas pues todo más especial aun.
Tanto para nosotros como para el público estaba también la recaudación para el Banco de Alimentos de Bizkaia y todo eso si no se graba igual te arrepientes toda tu vida. Es como lo de grabar la comunion de los niños (risas) pues tienes que grabar esos momentos especiales como músico que forman parte esencial de tu carrera. Estará bien recordarlo de vez en cuando.
¿Se afronta de diferente manera una gira de este tipo en comparación a la de salas o pabellones?
Se afronta como todas pero trabajando diferente, solo sé hacerlo con las ganas de trabajar pero claro está que es distinto. Hay que tener en cuenta que estás en unos recintos que te permiten hacer otras cosas. No son ni mejores ni peores pero sí diferentes y has de amoldarte a ello en lo musical. Debes aprovechar esa cercanía con la gente, esos momentos lapidarios antes de empezar una canción con todo el mundo pendiente de cada nota, de los sonidos. Eso que puede dar un poco de miedo al principio si te das cuenta de ello juega a tu favor, con esa atención inesperada del público, puedes jugar con la introducción de una mandolina o elementos que ves en el DVD que quizás en un pabellón la gente no estaría dispuesta a escuchar porque es otro ambiente.
Cualquiera sabe que al estar sentado no hay nada que hacer porque no te van a servir un gintonic y todo suena muy bien. Todo ello debe servir para jugar a favor, tener esa atención para desarrollar ciertas músicas o pasajes que en sala no puedes.
Como músico, el hecho de ver a tanta gente delante tuya sentada, ¿convierte la dinámica en algo distinto?
Sí, desde luego que sí. Por eso el repertorio también lo piensas sobre eso. Debe ser agradable de escuchar, no estás midiendo todo por el sonido, potencia o pantallas que hay en un gran escenario. Tienes que darte cuenta que la gente está sentada y el hecho de sacar tantos instrumentos se debe a ello, porque cuando estás sentado en butaca cada canción suena de una forma y no queríamos que la gente pensara que era un unplugged. No era eso, si no una forma de escuchar nuestra música de otro modo, sin quitar músicos ni pasando al acústico, es otra sonoridad y dado que es un teatro te permites la licencia de sacar otros instrumentos nada típicos que de otro modo nos cortarían la cabeza (risas).
En lo que respecta a la grabación, a sabiendas de que te graban ¿se está más nervioso o es como cualquier otro concierto?
Puede que antes de salir a tocar estés más nervioso o lo pienses, suele pasar que cuando estás comiendo o preparándote para ir al teatro tengas en mente que se graba y demás, pero realmente una vez que sales te olvidas completamente porque estás con la canción, metido en tu historia y lo dejas de lado.
Nosotros hemos grabado con gente muy profesional que ayuda, en ningún momento nos sentimos grabados. La cuestión de audio es más fácil porque está en un cuartito toda la unidad móvil. En cuanto a la imagen ayuda que el director nos conociera hace años, habiendo hecho algún videoclip y de haber trabajado otras grabaciones de discos. Al no ser un extraño no te sientes grabado y también hemos hecho tres conciertos. Al final cuando escuchas los tres siempre hay uno que te gusta más y es el que casi se usa al completo. Luego para las imágenes teníamos más recursos por toda la cantidad de cámaras que había. Además, hicimos los dos conciertos y otro ensayo general con menos gente porque los del vídeo tenían que montar grúas enormes que ocupaban muchas localidades.
¿Estaba claro que sería el Arriaga donde se grabaría el DVD?
Pues la verdad es que cuando comenzamos la gira no teníamos claro casi nada. Teníamos clara la cercanía y el juego con los instrumentos. No fue hasta comenzar la misma cuando tuvimos la idea de grabar.
Cuando vimos las fechas del tour y que acabábamos en Bilbao, siendo yo de aquí, pues todo tenía mucho sentido. Hubiera habido muchas ciudades con escenarios bestiales para ello pero personalmente, para cualquier músico de Bilbao no se puede tocar en un sitio más bonito que este. Para mi es muy importante y especial que se haya grabado ahí.
En lo que respecta al banco de alimentos y la recaudación, ¿crees que es importante que se hagan cosas benéficas y ayudas en los tiempos que corren?
Creo que hoy en día, tal y como está todo, cualquier cosa es necesaria. Es verdad que uno separa lo personal de lo profesional. Siempre he intentado hacer cosas en lo personal que no hayan trascendido pero en este caso todo lo contrario.
Aprovechamos el nombre de Fito y Fitipaldis para anunciar esta historia y hacer más ruido y juntamos ambas cosas. En este caso queríamos reventar el teatro y que todo fuera íntegro para el Banco de Alimentos y en vez de hacer algo a título personal se hace en lo profesional y la respuesta fue increíble y, volviendo a la pregunta, no hay ningún gesto de sobra.
¿Te sientes un privilegiado en el contexto actual?
Hombre, me debería sentir privilegiado. Todo esto no es fácil, no es gratis. Cada vez que te subes a un escenario y hay un llenazo con gente delante tuyo es digno de agradecer. Bruce Springsteen dicen que se bendice cuando eso, yo no soy creyente ni cosas de esas pero de alguna forma profesionalmente sé que no es lo normal.
Cuando tenía 16 años nunca imaginé que esto pudiera pasar. Tal y como dices tu, teniendo en cuenta cómo están las cosas, más aún. No vivo en una isla desierta y hablo con muchos músicos, tanto profesionales como otros que empiezan y lo tienen muy jodido y entonces te das cuenta de todo. El mero hecho de plantearte una gira de teatros que a priori puede no ser tan interesante es un regalo, tienes la impresión de que en cada ciudad hay cientos de personas interesadas en ir a verte. Por todo ello hay razones para estar muy agradecido, porque sé que van a verme no porque sea guapo que no lo soy (risas) si no porque les gusta tu música, le interesan las canciones… y eso no tiene precio. El rock tiene esa bonita historia que otros géneros pueden no tener. La gente tiene esa militancia con las bandas muy de agradecer como artista.
Ya no solo como músico, como persona, con esta crisis ¿tienes gente cercana que lo está pasando mal?
Pues menos yo todos, te lo digo en serio, es algo que veo y siento y sé que mucha gente está pasándolo mal. No conozco a nadie que le vaya mejor que hace cinco años.
¿Qué planes tienes para este 2014?
Mi única prioridad sin gira de por medio, aunque está este capricho del Arriaga que requiere una atención, es seguir con mis canciones, en las cuales trabajo y espero para verano poder meterme en estudio, pero todo pasa por el proceso Carlos Raya. Yo nunca tengo sentimiento de canción acabada, digamos que si me dieras cinco años para hacerla los usaría todos. Siempre sucede igual, las pongo en común con Carlos y vamos viendo, pero dependo mucho de él, de verdad, especialmente porque llega un momento en que colapso y no tengo criterio. Puedo hacer melodías con una canción pero un disco es algo más colectivo y requiere más gente y un proceso más largo. El primer filtro es Carlos Raya, luego ponemos en común con los Fitipaldis y vamos trabajando juntos. Aunque tengas la idea de cómo quieres hacerla me gusta la sensación de ver después que poco tiene que ver. Soy el primer alucinado por ello, de la puta mierda que tenía yo solo con la guitarra acústica en casa me fascina el resultado que tiene después de pasar todos los filtros que te comento. El hacer un disco de veras que es un proceso precioso.
Habiendo tocado en En Vivo hace unos años, que se cayera el cartel de Madrid y Barcelona en 2013, ¿crees que se debe a los problemas económicos de la gente?
No lo sé pero claro está la gente no tiene pasta. El público sigue interesado en la música, no sé si en la mía o en la de otro pero tienen que elegir. Aquí en Bilbao hay conciertos todas las semanas por lo que no ya solo tenemos que mirar a los festivales, en las giras de salas y demás si antes había 30 ahora hay 15, y creo que la mayoría se debe a los escasos recursos económicos, aunque haya otros factores. Si un tipo tiene dinero y su banda preferida o de su gusto pasa por la ciudad donde vive, ten seguro que va.
Los festivales cada año han ido ganando atractivos para el público, la música, la acampada… si la gente no va a conciertos, si no sale de copas o gasta dinero en ocio es porque no puede y la culpa es de la crisis.
Y el hecho de incrementar el IVA también influirá.
Claro, el IVA hace que muchas bandas no puedan planificar una gira si no le pagan caché. La banda que sale ya de su casa, el llenar la furgo, ya está casi perdiendo dinero, es casi imposible plantear nada, y eso es un problema, al final sales palmando, así que no ayuda nada.
En cuanto a la comunión entre músicos en los malos momentos ¿quizás no hay esa unión que sí puede tener la gente del cine?
No lo sé, es verdad que los músicos quizás somos más engreidos. Sin embargo hay muchos artistas que nos llevamos muy bien, yo mismo no conozco un grupo con el que me lleve mal pero es verdad que sí puede ser que los músicos, a diferencia de los actores, vamos más por libre, montándoselo cada uno como quiere, trabajando más de una forma propia haciendo carrera como cree que le conviene a él, puede ser que tengas razón y sí falte esa unión de los actores.
Pues nada más, ¿algo que añadir?
Pues daros muchas gracias como siempre a los metaleros. Aunque sacamos mandolinas y demás (risas) siempre nos hacéis caso a los Fitipaldis y eso es digno de agradecer, así que un abrazo grande. Agur.
Miguel Rivera