GREEN DAY

Road To Rio Babel, La Caja Mágica, Madrid

01/06/2024

La temporada de festivales ya ha llegado a Madrid, fiel a su cita y con el buen tiempo acompañando, todavía benévolo con nosotros con temperaturas con las que disfrutar de verdad de la música al aire libre, e incluso pasar algo de frío nocturno.

Nuevas propuestas siguen apareciendo en el asfalto madrileño como la que nos ocupa, Road To Rio Babel, una iniciativa que servía para poner en ruta lo que será su festival de tres días, el ya asentado Rio Babel del 4 al 6 de julio en este mismo lugar.

the hives
© Javier García / RockTotal

Para ello, nada menos que la vuelta de Green Day por todo lo alto para un evento de tintes añejos del rock con artistas como The Hives, Lagwagon o la nueva propuesta de Bely Basarte, Tato Latorre y David Otero, 30s 40s 50s, que nos volvían a recordar la esencia del pop punk de los 2000 en una tarde en forma de revival que, a pesar de todo, se prestaría complicada por la cantidad de gente en la Caja Mágica.

Una cita que, casualidades de la vida, tenía que competir con nada menos que una final de la Champions League con el Real Madrid ganando después su decimoquinta copa de Europa, pero el gol de la noche vendría marcado por unos Green Day nostálgicos capaces de hacer olvidar el fútbol para los asistentes con una equipación nada desdeñable, la de un repertorio centrado en «Dookie» y «American Idiot», dos dos mejores discos de los norteamericanos que este mismo año cumplían 30 y 20 años, respectivamente. Todo ello junto a algún guiño a su reciente álbum «Saviors» que, por cierto, es de lo mejor que han lanzado en años.

Como no todo puede ser bueno y cuando pensábamos que con la experiencia de Mad Cool prepandemia habíamos aprendido (con Queens of the Stone Age sacando entonces a relucir sus vergüenzas), en Road To Rio Babel tenían a bien meter el dichoso «front», el llamado acceso frontal cercano al escenario que divide a la gente por lo que ha pagado, pero que en esencia es complicar la experiencia al resto del público y quitar un espacio ya necesitado de por sí en un evento como este.

the hives
© Javier García / RockTotal

Un festival que más allá de The Hives va a congregar todo su público en el escenario principal, es decir, a 35000 personas en La Caja Mágica sin otra distracción musical, va hacer de ese lugar un terreno de difícil tránsito para la gente, pero más aún cuando el resto de artistas no van a conseguir repartir al público por el recinto. Si a todo esto le sumas una valla que divida en la parte delantera al público, tenemos un lugar realmente incómodo para disfrutar de la música.

Una vez conseguías acercarte a la parte delantera, tirando de codos y de sortear a gente que se sienta en el suelo llegas hasta la valla que te separa del front dando cuenta de que estás en un tapón en el que es difícil moverte, haciendo prácticamente imposible ya no pedir algo, simplemente ir al baño situado al fondo del todo del que ya venías. Todo esto me recordaba en parte a la «experiencia» vivida en Metallica en el antiguo recinto de Valdebebas.

green day
© Javier García / RockTotal

Dicho esto, The Hives nos harían desviar la atención de los inconvenientes del recinto con su rock (siempre que no te estuvieras orinando, eso ya era otra cantar) con temas como «Stick up», «Try it again»o «Countdown to shutdown», y es que The Hives es esa banda que nunca defrauda. Son todo un punch rockero y un divertimento gracias a su líder Howlin’ Pelle Almqvist, uno de los showman más increíbles de la escena, pasen los años que pasen. Es un derroche de energía, que llena de momentos cómicos sus conciertos pero que luego supone un ciclón visual y musical cuando suenan hits como «Come on!» o su clásico «Tick tick boom» que no hace más que cerrar sus conciertos una y otra vez y toquen donde toquen en todo lo alto, dejando siempre satisfecho al personal.

Dicho todo esto, y quedando claro que un WiZink de dos noches hubiera sido algo mucho mejor como «experiencia» musical, lo de Green Day fue el revival nostálgico que muchos necesitaban. Los californianos nos iban a regalar dos horas con 30 años de historia, esa que iba a comenzar con el «Bohemian Rhapsody» de Queen sonando en los altavoces, particular forma previa a salir a escena, para después atinar en el punk de «Blitzkrieg bop» con Drunk Bunny bailando sobre el escenario antes de que Billie Joe Armstrong, Mike Dirnt y Tré Cool hicieran acto de presencia.

green day
© Javier García / RockTotal

La banda venía con todo, y eso se dejó notar desde un comienzo en el que el griterío y los recuerdos de juventud llegaban con «The american dream is killing me» para, entre el júbilo de la Caja Mágica, abrasarnos con el repertorio del mítico «Dookie» y es que aquí no venían a acortar los tiempos que marcan los festivales y sí a ofrecer más de dos horas de rabia de los 90 y 2000 con un regalo en forma de recuerdo de dichos trabajos con la mejor actitud y puesta en escena.

Los californianos tocaban el cielo por momentos, especialmente con esos cortes que son parte de la juventud de muchos, véanse el punk directo de «Burnout», «Longview», «Welcome to paradise» y la locura juvenil de «Basket case» como algunos de los grandes momentos de la era «Dookie».

El escenario, bien comandado de altavoces Marshall y numerosos fuegos y artificios visuales que iban a estar presentes toda la noche, servían de comparsa de un completísimo repertorio que bebía de esos dos grandes trabajos con un Billie juguetón que aprovechaba por momentos para jugar con su público al grito de «Let’s go España».

La primera hora nos dejaba muy satisfechos, pero el sentir mejoraba con la era de su majestuoso «American idiot» con el que despertaban al público, hasta entonces no del todo encendido a base de «Wake me up when september ends», el rock directo de «American idiot», «Jesus of Suburbia», la vena punk majestuosa de «St. Jimmy» junto a la mítica «Boulevard of broken dreams».

Con «She’s a rebel» y «Extraordinary girl» seguían ofreciendo su «droga» musical nostálgica para miles de gargantas que tardaron en activarse, dejando claro que «Dookie» fue un disco importante pero que «American idiot» es el regalo que querían escuchar muchos más. Era con este cambio de discos cuando los cánticos y el acompañamiento cambiaron para mejor con el single del mismo nombre junto al hinchable con el puño y el corazón de fondo, ese mismo corazón que iba a poner en lo que quedaba de concierto.

green day
© Javier García / RockTotal

Entre medias, un pequeño guiño a su última obra con el single «Dilemma», uno de los mejores del álbum, en una noche llena de emoción, actitud, fuego y agobio, todo hay que decirlo.

Y en esas , con «Homecoming» por aquí poníamos rumbo hacia la salida mientras veíamos desde el fondo de «pista» el numeroso gentío que llenaba una Caja Mágica que en situaciones como esta, en las que un solo grupo reclama toda la atención de un evento, se convierte en una esplanada en la que se hace sumamente complicado moverse, más aun con una parte delantera dividiendo al público tras la barrera cual rebaño de ovejas tras sus amos. Pensaba que este tipo de cosas fuera de conciertos de pabellón estaban superadas, pero parece que no. Será la actitud punk en tiempos capitalistas.

Texto: Miguel Rivera

Fotos: Javier García