HAMLET – «La ira»
Maldito Records
Aunque nunca se ha salido del camino HAMLET ha demostrado ser una banda que ha buscado siempre una evolución musical dentro de la fidelidad a una marca, a un sonido, a un nombre, donde hemos encontrado cambios para bien con cada trabajo.
Años atrás rompieron moldes con su impecable Syberia donde dieron cabida a terrenos más intensos y melódicos. Poco a poco han crecido, tirando por la fórmula de la melodía y dureza o la agresividad sin fin. La gran voz de Molly capaz de adecuarse al terreno que toca, siempre con el grito detrás y la posibilidad de cambiar de rango y forjar un tono más intenso ha dado lugar a esa evolución musical intachable.
Por eso, cada disco nuevo de la formación madrileña es una sorpresa auditiva. “La ira” no lo es menos, diciendo de antemano que volvemos a la agresividad y crudeza vocal con ciertos aspectos melódicos muy a tener en cuenta.
Nuevo cambio discográfico, ahora con Maldito records y un guiño a sus raíces más crudas. Una mezcla de manos de Kurt Ballou y producción impecable, como siempre, poniendo su granito de arena con Carlos Santos, con quien consiguen otro excepcional resultado. Un toque social en algunos temas, como deja reflejo “La niega” se entremezcla con un viaje musical en toda regla.
Desata la locura la inicial “Lamento” cuya base instrumental tiene una pegada abrumadora, rápida, dura y cruda en lo vocal que nos revuelve en una intensa parte central, donde relajan y Molly tira de ese aspecto limpio tan evocador.
“Imperfección” es uno de los mejores temas, durísimo, con un gancho en su estribillo que en vivo va a resultar implacable, bajo el salto que descubren para nuestros pies las guitarras. Locura desatada en otra galopada de metal directo como “Mi religión” otro de los más enérgicos y atractivos, que desata el ritmo del corazón.
Tiran de bajo profundo en “Ser o no ser” en el primer ritmo más sosegado con Molly nuevamente cantando en su aspecto más limpio pero dejando ver que la crudeza y desgarro se acercan. “Salvación” forma presencia con densidad instrumental de guitarras en los primeros segundos convirtiéndose en ese corte hardcore que destroza cabezas y piernas en directo para mirar al pasado en “Nadie más” sin duda un regalo para los que añoran sonidos de “Insomnio”, casi nada señores.
Más limpia y melódica se presta “Ciudad de Dios” que me resulta muy impactante bajo el ritmo endiablado de “Sin tiempo que perder” con Molly desgañitándose por momentos y destilando intensidad en un aire muy americano. El solo de guitarra de “Miseria” destaca en uno de los cortes más oscuros del disco, quizás la más bestia del álbum. Y todavía quedarán bonus tracks y algún corte que descubrir, pero eso te toca a ti.
Por nuestra parte decir que el nombre del disco “La ira” no deja lugar a la duda, uno de sus discos más duros, para lo bueno o para lo malo. Algunos temas impresionantes y su versión más metal y hardcore que hará las delicias de los que gustan de su versión más cruda y bestia, con algún guiño más melódico pero que en su resultado final es pura “ira” musical.
Miguel Rivera