INSOLENZIA
17/03/2012
Pub Hebe, Vallecas, Madrid
Triste, muy triste que en una ciudad como Madrid una banda de la talla de INSOLENZIA, de lo más interesante del rock urbano y arduo trabajo a su espalda no consiga llevar a más de 50 personas a su concierto en la capital. Triste porque tienen calidad, buenas ideas y un esfuerzo económico por parte del grupo de cuidado. Discos de presentación lujosa, novelas acompañando una trilogía más que atractiva y buena puesta en escena.
Podemos achacar muchos factores, como siempre en estos casos. Que la banda de Zaragoza tocaba un sábado de pleno puente de San José sin saberlo, que actuaba en Vallecas “city” con el Rayo jugando a la misma hora en su propio estadio y alguna otra cosa más que de seguro no ayudaban pero en cualquier caso, y como en conciertos de bandas como Kaxta, Exceso y otras la respuesta no fue ni de lejos la esperada y merecida.
En cualquier caso allí asistimos a saludar y ver un buen concierto que en otra sala hubiéramos disfrutado mucho más y es que el Pub Hebe, uno de los mejores en cuanto a propuesta musical y gente se trata, en lo que se refiere a conciertos no ofrece la calidad ni sonido necesarios, ruído y excesivo volumen en un pequeño escenario para seis músicos.
Poco importaban todos esos factores en contra porque INSOLENZIA salió como si 500 personas se encontraran delante. A dar cera y pulir rock poético lleno de energía para presentar muchos temas de “Me Quema el Sabor de Tus Ojos” ese gran último disco que “A Pleno Pulmón” insulflaba aire a una sala fría de comienzo.
Pocos seguidores y periodistas para comenzar a apoyar a la banda a ritmo de “Va a Estallar” y “Muerte Espera” con Daniel e Isabel vocalmente grandes. “Desnudando el Ayer” ponía el punto poético que gusta a su líder, siempre bien representado por una banda conjuntada que se ve disfruta sobre las tablas.
«La Boca del Volcán» regresaba al pasado para seguir diciéndote “Deja de Ser” a base de guitarra acústica y encontrándonos con el rock desnudo de “Barro Consentido” uno de esos temas que conectan muy bien con el público, por minoritario que sea y para el que su vocalista decidió bajar del escenario.
El «Rocanrol» seguía ofreciendo mucha energía, con un Daniel muy expresivo sin dejarse “Caer de Pie” incluyendo máscara veneciana para hacer su propuesta algo más teatral y diferente en su “Baile de la Libertad”. Así, sin darnos cuenta llegábamos a los últimos compases, baldados quizás por el excesivo ruído y poca nitidez del sonido pero deseando escuchar cortes como “Besos de Antifaz” y dejarnos sumidos en “Mi Silencio” ese que no hubo en un final con aplausos, envolviendo a una banda que merecía ese apoyo.
No debe ser sencillo viajar a una ciudad como Madrid y encontrarse una respuesta tan escasa, pero de lo que no hay dudas, factores externos aparte, es que INSOLENZIA puede sentirse orgullosa como formación por su buen hacer sobre el escenario, por su concepto musical y su extraordinario riesgo y calidad a la hora de seguir ofreciendo productos musicales cuidados, con toque poético y propuesta propia.
Miguel Rivera