JARE – «Iaze»

JARE – “Iaze”

Gaztelupeko Hotsak

Puntuación: 9/10

Con su nueva obra “Iaze”queda claro que no nos equivocábamos al decir que JARE estaba llamada a ser una de las grandes bandas de Euskal Herria. No era complicado afinar sobre dicha premonición tras un disco como “Itxaropenaren ertzean” donde dejaban claro que la melodía, el buen gusto y el rock tratado con mimo era la nota dominante del grupo.

Ahora la formación se confirma y a su vez consolida con “Iaze” una segunda obra que desde luego sigue esas pautas tan geniales marcadas para sumar atractivos, en un trabajo nuevamente cuidado hasta el más mínimo detalle. Desde esos estribillos corales y bien tratados, la elegancia de unas guitarras a veces alternativas otras más intimistas y la gran voz de Mikel Bizal llena de sensibilidad y buen gusto.

Gusto el que supone escuchar un disco lleno de matices y elegancia musical, esa que desprende desde el rockero comienzo de “Betiko doinua”  sabiendo tirar por un camino de rock fresco y podríamos decir “comercial” en el mejor sentido de la palabra, todo aderezado por la bonita colaboración de la siempre elegante Zuriñe (Hesian). De igual cuidado en sus estrofas sentidas “Udazkena” a momentos intensos y preciosistas de piano “Zeru Goinetan” donde Mikel desde luego se presta como uno de los mejores vocalistas del momento.

Saben tirar por un rock más directo de guitarras muy vivas “Neure Edurnezuri” donde se mueven como pez en el agua y vuelven a ponerse melancólicos junto a otra de las grandes, Aiora Renteria (Zea Mays) para juntos ofrecer un intenso estribillo. Un toque más “funk” en “Iraultza Naiz” sabe sacar brillo a la variedad, mientras que más épicos y emocionales se ponen en “Mila Esker” una balada preciosa que vuelve a afianzar su calidad.

JARE hace del euskera un precioso mensaje musical en “Iaze”, les afianza en una situación privilegiada, esa que nos obliga a reconocer su calidad y elegancia, de la que no muchas bandas pueden alardear, todo ello con un gusto musical que doce temas después te deja un sabor de boca excepcional.

Miguel Rivera