JORGE SALÁN – “Sexto Asalto”
Pagana Records, Warner
Puntuación: 8/10
Pocas dudas quedan del número de discos que ha editado JORGE SALÁN y es que “Sexto Asalto” es tan directo y claro como su nombre indica. Pocas palabras sobran para hablar de uno de los mejores y más talentosos guitarristas nacionales.
Carrera prematura, cumbre musical del rock patrio cantado en inglés, su paso por Mägo de Oz supuso otro escalafón mientras enfilaba una carrera que giró con el cambio que supuso llevar su música al castellano, lengua natal con la que acceder a un público más diverso.
Mirando al pasado queda claro que ninguno de sus discos ha supuesto un paso atrás, es más todo lo contrario, tanto en inglés como en castellano el joven guitarra ha sabido forjar una carrera solvente y seria, esa que le ha valido el reconocimiento (menos del que debería) de prensa y público.
Sus composiciones quizás más técnicas de sus comienzos han dado paso a temas más abiertos y melódicos, base rock y buenas letras apoyada siempre bajo un estilo de corte americano sumamente llamativo.
Alejándose de lo pesado y enrevesado de otros guitarras, JORGE ataca directamente con cortes pegadizos y ante todo variados, dado su gusto musical, para el que siempre se rodea de colaboraciones de lujo, tanto en directo como en estudio.
“Sexto Asalto” es un excelente golpe musical, con el que sigue hacia adelante con la cabeza alta. Producción soberbia llevada a cabo por él mismo (otra demostración de su calidad) grabando baterías con Alberto Seara en Cube y el resto por Jorge y Pepe del Pozo en los Noisecriteria.
Sublime en cuanto a sonido solo queda desmenuzar unas canciones que enganchan y se sirven profundas en un viaje rockero idealizado por su buena voz y su espectacular manera de tocar, siempre exquisita. Sabiendo abrir con un corte de riffs guitarreros «Depredador» hace honor a su nombre y ataca con un tema apabullante explotando su saber hacer melódico en una elegantísima «Mar de Cristal» con el violín de Roberto Jabonero inundando y dando un porte más llamativo, junto a un estribillo pegadizo.
«Tocar Tierra» sirvió de single de presentación en un corte más intimista en estructura de los que entran a fondo con una base rítmica perfectamente estudiada. La forma de tocar de Jorge queda expuesta y desnuda ahora de forma más intensa apoyada en un teclado (Javi Díez) que da sentimiento a ese gran estribillo. «Aprendiendo a Perder» nace con un punteo 100% Salán, muy reconocible y más progresivo. «Transpotting» saca a relucir su parte más intimista en uno de los más “comerciales” a la par que preciosistas, bajo una gran letra.
«Reflejos de Ayer» es sin duda una de sus mejores composiciones, base de guitarra pesada y estrofas con mucho ritmo, de estilo más moderno en su estructura, pasando por una línea muy americana (sus primeros segundos me recuerdan lejanamente a Guns N’ Roses en «Civil War») lento acústico con la voz de Salán inundando unas bonitas estrofas que se ven apoyadas nuevamente por el bello violín, y que debemos seguir libreto en mano.
Ritmo y buena sensaciones las que rompen en “Depresión” cuyo estilo progresivo de teclado asombra, en el que seguramente sea uno de los temas con más gancho y excepcionalidad del disco. Intensidad, fuerza in crescendo y estribillo que entra en nosotros “como si el mañana no existiera”. Rollo sureño y blues en “La Lluvia Quedó Atrás” para dar vida y estilo funk en “Sinfonía Subterránea” donde la letra de Carlos Tarque (M-CLAN) y la música con saxo incluído supone un soplo de aire fresco verdaderamente delicioso.
No teníamos dudas de su nuevo trabajo pero realmente nos quedamos atónitos una vez más ante la gran calidad compositiva de un músico que, a día de hoy, debería ser completamente reconocido. Formas exquisitas, voz cuidada y una forma y brillo instrumental a la altura de muy pocos. Jorge Salán vuelve a dejarnos K.O. por sexto asalto consecutivo.
Miguel Rivera