KAOTHIC – «Order to chaos»
Ni mas ni menos que 10 años han tenido que pasar para volver a ver un disco de los madrileños KAOTHIC salir a la calle, tras su primer lanzamiento “Order To Chaos”. Bienvenidos de vuelta.
Para los no iniciados en la banda, y desconocedores de tal nombre, KAOTHIC es el proyecto/grupo, iniciado hace ya mas de 10 años por Alberto Marín, conocido en la escena nacional por haber militado en grandes bandas como, Skunk DF, Hamlet, actualmente en Def Con Dos, y girando de nuevo con el que fue su primer grupo a un nivel semi-profesional, Ankhara (el currículo musical de este señor es bastante amplio como para desmenuzarlo en un artículo), contando con reputados músicos de la escena local, si bien, en esta ocasión la alineación de la que parte para grabar es completamente nueva, respecto al primer trabajo, contando esta vez con un elenco nada desdeñable: Ciro Sánchez (ex Violent Eve,ex Distance) sigue a las voces, mientras que a las baterías entra Andy C (Saratoga, ex DarkMoor), y Dani Criado (XXL, ex Skizoo) al bajo.
¿Qué podemos contaros de «Light & Shadows»? Bastante. 10 años entre discos ofrecen un margen muy amplio al desarrollo musical personal, cuando has pasado por varias formaciones, escuchado nuevos artistas, mejorado tu calidad compositiva, tu técnica, etc. No me cabe ninguna duda que tras esta obra, ha habido un intenso y largo trabajo introspectivo de conocimiento personal respecto a gustos musicales, y una clara intención de “meterse en la cocina” y jugar con nuevas recetas. Todo lo que creías saber sobre Kaothic si escuchaste «Order To Chaos», mejor olvídalo. Para este trabajo la paleta de colores usada para darle tono al producto es rebuscadamente holgada.
Si realmente lo que buscas, son etiquetas para hacerte una idea, te diría que el trabajo tiene retazos que pueden recordar en ocasiones, a Opeth, Gojira, Death, Devin Townsend, Porcupine Tree, Cynic y hasta Dimmu Borgir con ciertos pasajes atmosféricos, pero con un toque rematadamente personal capaz de tocar tantos palos musicales como haga falta con tal de sacar un tema adelante sin llevarte al tedio, y sin sacarte en ningún momento de tu asombro. Mejor no guiarse por ideas preconcebidas.
La palabra que mejor definiría a esta obra sería quizás “eclecticismo”. El toque progresivo que impregna a todo el disco a lo largo de sus ocho cortes te arrastra por diversos estadios musicales jugando con el contrapunto que a veces se regalan la melodía, y el sonido afilado de guitarras con afinaciones graves (la muestra mas perfecta es quizás el ultimo tema del disco “Crisálida” un corte con un regusto “Floydiano” formidable) ejecutado por una formación que destaca no solo por la calidad técnica, sino por la alta dosis de inspiración musical que sobresale a cada minuto, provocando la sensación de que, el virtuosismo que pueda albergar cada canción, no se atragante como un ejercicio de pretenciosidad metálica, ávida de buscar el aplauso fácil, y que su resultado provoque esa confianza que da la comodidad de poder liberar el disco en su primer minuto y paladearlo sin prejuicios en cada rincón musical del LP.
El álbum es sólido. Duro como una roca en cuanto a ejecución. Los músicos interactúan entre sí con pasmosa naturalidad, dejando buenísimos momentos en temas como «The Flame», «High», «Belong», «Silver wings», «Immortal» o la ya mentada antes «Crisálida». Mientras que su antecesor daba sensación de improvisación, aquí el resultado es bastante elocuente. No recae en la opulencia sónica que a veces inducen obras de este corte. «Lights & Shadows» es de principio a fin un discurso ejecutado con perfecta armonía, en lo que supone un ejercicio ampuloso de perfecto equilibrio entre aspereza y suavidad, agresividad y tranquilidad, entre lo oscuro y lo brillante, sin que en ningún momento necesites recordar aquello que pasa mientras das al play y luego al stop: el tiempo.
KAOTHIC es hoy una locomotora bien engrasada capaz de superar expectativas, y dejar para su recuerdo grandes momentos escuchados durante su ultimo trabajo, por lo cual, solo me queda expresar mis felicitaciones, el resto es cosa del respetable: juzguen ustedes
Gonzalo van Rooy