LA PULQUERÍA
21/02/2015
Sala Penélope, Madrid
Fotos: Miriyé
Con el regreso a los escenarios de LA PULQUERÍA se da cuenta uno una vez más de lo rápido que pasa el tiempo. Y lo hace con buena cara y cierta nostalgia al descubrir cuanto llevas en el mundo de la música y del periodismo concretamente.
Recuerdo como si fuera ayer la llamada de Sony Music, su primera compañía para ofrecernos una entrevista con un nuevo y por tanto desconocido grupo de nombre La Pulquería. Un debut discográfico llamado “Corridos de amor” que descubría una joven banda que daba título a su estilo como hard mariachi en una gran definición para abarcar ese rock con tintes mexicans de endiablada diversión y fuerza.
Esa energía la descubriríamos poco después en directo. «»Donde están» arrancaba la locura en el escenario y delante del mismo, a base de «Machetazos en el corazón», en un arranque excelente que con «Morirse de pena» tocaba las gargantas del respetable.
Se iban haciendo más grandes en el escenario con temas como «Cabeza hueca” hits que se convertirían en temas obligados en festivales como Viña Rock y el antaño MetroRock. La banda de Valencia se fue haciendo grande y sus discos servían para ir haciéndose más nombre hasta que dos años atrás daban punto y seguido a su buena trayectoria y mejor directo.
Una pena que ahogábamos hace unos meses con el anuncio de su regreso. El resultado es ahora una mini gira por las ciudades que pensaban iban a poder funcionar mejor, justo ahora que se cumplen diez añitos de ese comienzo “Corrido”.
Desde luego que han acertado porque tan solo en sus dos primeras fechas, Murcia y la que nos toca, Madrid han colgado dos sold out, reflejo de las ganas que había por volver a verles juntos.
La excusa era perfecta. Los diez años de su mejor disco, el primero, con el que grandes y pequeños disfrutamos como locos. Ese hard mariachi de unos alocados músicos que descubren una alocada fiesta en cada concierto.
Sabedores de ello, su gente ha respondido con garantías de éxito, ese que hacía que la sala Penélope colgara el cartel de sin entradas y, nada más hacer acto de presencia, bajo el sonido mariachi nos descubriéramos a la energía renovada de la formación.
La fiesta abrumadora que estábamos viendo era algo a lo que todos se sumaban. “Rey chingón” es ese corte que atrapa y explota en el corazón, con Gerardo a muy Reinón con todo el público acompañando, para que el “Mala cara” resulte muy divertido, en una explosión de fuerza que hacía llegáramos a la sorpresa de la noche.
Para esta minigira han querido redescubrir dos canciones en formato acústico. Para algunos seguro que menores por eso de perder la energía pero sin duda resultona y diferente para dar otro color a su concierto. En acústico “Balas de plata” un fabuloso e intenso corte dibujado de otra manera, cuyo estribillo fue bien coreado, y el segundo su archiconocido “Mil esqueletos al sol” que como era de esperar, perdía la agresividad pulquera para dar con un corte casi irreconocible en su toque más cercano y lento.
Un curioso paréntesis para volver al manicomio particular de La Pulquería con el bebercio conocido en el que el tequila, de manos de Gerardo toda la banda, y las primeras filas darían buen trago de su elixir y motor especial. Así mismo el ganador de un concurso que sería elevado por encima del público y devuelto al escenario. Esa energía musical que llevaba a que la conocida balsa hinchable llevara a su frontman ayudado por el público a dar de beber a sus técnicos para regresar en volandas cual mar agitado al escenario bajo el sonido del Pulp Fiction de Tarantino.
Momento divertido y ya un hecho en sus conciertos que servía para explosionar y fundirse con el público en los saltos brutales de “No hay amor”.
Toda la Penélope arriba y abajo, bailes y coros a agitar los brazos y piernas cual melé de fútbol con “Pancho Tequila” en donde la banda se dejó la piel.
Lo pegadizo de “En cada rincón” conectaba como es norma, al igual que la fuerza desmesurada de “Gitano” que nos devuelve a la mente su magia en directo, en un corte que es puro festival, y que podremos recuperar a lo grande en Viña Rock.
Llegábamos al final, no sin antes el salto al público de nuevo de su cantante, y la salida en tromba cual luchadores con las máscaras de lucha mexicana para poner el cierre en «La migra” y mucha fuerza, tanta como la de los cientos de fans entregados a su causa.
Estamos de enhorabuena sin duda, LA PULQUERÍA vuelve en un estado de forma envidiable, más curtidos y con energías renovadas, esas que dan como resultado una gira de éxito que en Viña Rock seguro, será la explosión final para un esperado regreso con el que “corrernos de amor”.
Miguel R. /Álex C.