LEIVA + SIDECARS
31/10/2017
Joy Eslava, Madrid
Para el que aún no conoce el ciclo Cómplices de Mahou es una sorpresa cuando llega a la sala de turno y ve todo acondicionado del color rojo de la marca, photocall, alfombras que llevan camino del escenario para, y rodeando al artista, ser ubicado para sentarse alrededor de mesas o sofás donde disfrutar del grupo al que asistimos a ver.
Sigue llamando la atención ver la cara de sorpresa de ese público aun desconocido del formato tan íntimo y personal que supone dicho ciclo. De la nueva aventura musical que nos espera durante noviembre, el segundo concierto conformado por LEIVA y SIDECARS se prestaba como uno de los grandes reclamos.
Agotadas sus entradas en poco más de 3 minutos el artista y banda madrileña sumaban fuerzas cual hermanos en un tándem de gran expectación. Primero por el gran momento de SIDECARS quienes han editado un disco de altura «Cuestión de gravedad». Segundo, por verles juntos, ya que como siempre, artistas o bandas de entremezclan para interpretar canciones de unos y otros. Y tercero, que no menos importante, quizás más aún si cabe, ver a LEIVA de cerca, solo unos cuantos afortunados y en esta ocasión, en formato acústico de guitarra y piano, únicamente.
Ese aurea que se conforma entre el público que rodea a los artistas, los que están de espaldas a él o delante, rodeados de móviles y gente que se pone de pie, otra que lo vive sentado o bajo palmas y coros. El caso es que SIDECARS regalaba, parcos en palabras, que para eso hay turno después de preguntas como dijo Juancho, canciones clásicas ya como «Fan de ti» ayudada por el respetable, «Tu mejor pesadilla» y la deliciosa «Los amantes», que en acústico suenan estupendas, como demostró su gira de teatros.
Magia vocal la de Juancho y ese toque íntimo que propone el ciclo cervecero, antes de saltar al escenario LEIVA. El artista madrileño va sobrado, sea en eléctrico o en este formato. Expectación y silencio solo roto por aplausos que luego se convertirían en coros a lo «Breaking bad» o la emotiva «Terriblemente cruel» tan cercana con guitarra y piano como la intensa «Sincericidio» pura esencia. La magia de «La lluvia en los zapatos» y la sorpresa con nocturnidad, «Lo niego todo» de JOAQUÍN SABINA que manejó con precisión y deliciosas formas.
Con los aplausos y gente de pie por canción llegaba el turno de preguntas del público moderadas por el cómico Javier Veiga, algunas punzantes como fue reclamar «La llamada» que no sonaría para, ahora sí, juntarse artista y banda. Y así se llenaba de sonrisas y público en alto una Joy que vibraba con el tema de los Sidecars «Contra las cuerdas» recibida con albedrío final. Conjunción de hermanos con un paréntesis anterior que, y de boca de Leiva, se alegraba por el trabajo y reconocimiento que por fin tenía la banda de Juancho y compañía.
Es así, hermanados todos al son de la buena música, bajo aplausos despedíamos otra actuación diferente y para el recuerdo, difícil de ver de otra manera.
Miguel Rivera