DIREMOS QUE CONOCIMOS EN UN BAR (el amor en la era del like)
Laura Santolaya
Lunwerg
Cuando conoces en persona a la ilustradora Laura Santolaya te das cuenta de que estás ante una persona tan real y, a su vez, tan natural y parecida que es normal que funcione en la vida digital. Para la gran masa Laura es P8ladas, una de las ilustradoras de viñetas más reconocidas, seguidas y aplaudidas de las redes, especialmente de Instagram.
Ella es de las que les gusta la comunicación (vive de eso también), del humor (más que bien plasmado) pero también de viajar (stories es un buen lugar para sus historias), de los festivales, de salir con amigos y todo lo que se nos pueda ocurrir a veinteañeros o treintañeros, estos últimos bien plasmados en su anterior libro “Crónica de la Adolestreinta».
Ahora, la de Pamplona regresa con su esperada nueva obra DIREMOS QUE NOS CONOCIMOS EN UN BAR de la que nos dio algunas pinceladas en noviembre siendo nuestra segunda invitada de la sección Rostros, donde la conocimos al natural, sin dibujo de por medio. Ya su anterior obra reflejaba a la perfección esa etapa de los 30 con un humor que todos los que la seguimos conocemos y con el que nos identificamos. Ahí es donde P8ladas es única, hace reflejo de los tópicos de etapas de la vida en los jóvenes con una soltura y gancho inigualables, todo bajo la característica forma de contarlo tanto en lo textual como visual en sus viñetas bajo ese alter ego.
Pues bien, DIREMOS QUE NOS CONOCIMOS EN UN BAR (Lunwerg) es, como bien resume la frase “El amor en la era de like” un libro de humor sobre ligar en la actualidad. Para los que hemos vivido la época en la que los bares eran el lugar de cortejo habitual, donde no salir un fin de semana suponía toda una pérdida de oportunidades, sabemos muy bien de qué va esto, pero también por habernos tocado la época del smartphone, aquella que para los más jóvenes ahora supone más bien la primera y casi única forma de ligar.
Las oportunidades son brutales, redes sociales, aplicaciones de ligoteo como Tinder y todo un abanico de opciones para conocer, entrar en materia y ver a una persona antes de entablar conversación. Lejos quedan las “cobras” de quien se la jugaba a primera vista y riesgo en el gran aforo de los bares nocturnos por la Malasaña del 2000, ahora todo queda más recogido en la habitación de tu casa o desde cualquier punto tirando de Smartphone, donde cada minuto y lugar cuenta.
Por ello, DIREMOS QUE NOS CONOCIMOS EN UN BAR es el título que hace mención a aquellos viejos tiempos que ahora se han modernizado con los likes e internet. Aquí Laura Santolaya forja una historia sumamente adictiva, os aviso que vais a devorar el libro sin daros cuenta, donde su protagonista vive en ese entorno digital en el que ahora, en menor o mayor medida, todos buceamos.
Cuando su prota se va a vivir sola y un amiga le anima a instalarse una aplicación de ligoteo, su vida da un vuelco, porque ya sabemos que en estos estamos “abiertos” 24 horas (para los que dejan el móvil de noche sin modo avión). La historia, contada con un acierto y diversión notables, atrapa, una vez más, por la conexión entre autora y lector, ya que en la cotidianidad de sus historias, donde nos vemos reflejados en muchos aspectos y situaciones, es donde la obra y magia de Laura de veras funciona.
Van sucediéndose las viñetas y gags bajo momentos y situaciones típicos, que a muchos nos habrán sucedido o nos habrán contado, no falto todo de un humor irónico y malicioso por momentos, acorde a la personalidad de ella/personaje cuya química conecta en todo momento con lo quien lo lee.
Esas situaciones en los que la presión familiar, la edad o de encontrarse uno más solo al no disponer de planes porque tus amigos están más o menos “medio casados” harán que llevemos a nuestro terreno la historia. Hay frases que nos harán desternillarnos y guardaremos muy a fondo y daremos cuenta del postureo habitual de las redes, así como nos descubrirá ese libro abierto que son las aplicaciones para llegar a conocer a alguien con quien ni tan siquiera hemos hablado. Y todo ello para encontrar al personaje “descolgado y desconectado” tras un giro particular en su vida que tiene que ver con su móvil, lo que le llevará a aquellos tiempos en los que ligar no iba de likes, como hacía referencia al principio.
En definitiva, la nueva obra de Laura Santolaya nos descubre, o redescubre, el hecho ligar y las relaciones desde el punto de vista actual pero poniendo la gracia y el guiño hacia otros tiempos en los que el like solo era palabra. Su humor y su forma de contarlo hace que nos sintamos tan identificados que será éste, un libro que recomendar entre nuestros allegados. Y lo haremos seguro que con «me gustas», comparticiones y links privados.