LAS MARCAS SE ADAPTAN AL FUTURO ONLINE MUSICAL INMEDIATO
La crisis del coronavirus ha cambiado muchas cosas, tanto a la hora de hacernos ver y entender un modo de vida como en lo que respecta al consumo y el ocio. En estos dos meses de confinamiento hemos tenido que cambiar, forzadamente, en algunos casos para mejor y otros no tanto, nuestra forma de comunicarnos, de trabajar, de «vendernos» y de socializar.
Dentro de esos términos, en los que el COVID-19 ha forzado a cambios repentinos y nuevas formas de socalización, la crisis sanitaria ha impedido celebraciones, actos multitudinarios y movimiento. Entre todos los sectores, el turismo ha sido el más afectado y, por ende, el ocio que también se asocia al mismo. Los eventos culturales, el cine y la música se han visto arrastrados a ello, parando su actividad al completo y «salvados» si se puede decir, por la bendita tecnología.
Es un hecho que, dadas las circunstancias, los festivales, esos eventos culturales multitudinarios y turísticos no se van a celebrar, al menos, no en este verano tal y como los entendemos.
Los eventos musicales son coto de marcas de todo tipo que, lejos de la publicidad habitual, buscan posicionarse hace muchos años presencialmente de una forma diferente, sinónimo de un público al que asociarse y que ve en ese escaparate musical y de ocio al aire libre, un nicho perfecto para hacer calar su mensaje en nuestros ojos y mentes. Una forma directa de interactuar, ya sea con stands, regalos o invitaciones a los mismos como sponsors, como de presencia visual que asociar «amigablemente» a los ojos del usuario y consumidor de los festivales. Estos mismos «festivaleros» asocian y perciben mejor a la marca que estuvo o «ven» en los eventos musicales multitudinarios, como una marca «amistosa» que apuesta por la cultura.
Con los festivales de música aplazados a 2021, son muchas las marcas que han visto un parón y un espacio vacío en estos meses sin ellos. Ello ha llevado que sean muchas marcas las que hayan decidido dar el paso y, como muchas bandas, empezar a dejarse verse en el entorno digital como gran apuesta que asociar a experiencias musicales virtuales. A falta de una experiencia física, son internet y las redes sociales, el escaparate idóneo como alternativa momentánea hasta que vuelva lo físico.
Marcas y ticketeras mueven ficha en esta modalidad, organizando ya eventos que hemos podido disfrutar y que, seguro, vamos a ver estos próximos meses en diversas fórmulas y en entornos varios de marcas. Las redes sociales son el nuevo «escenario» durante el confinamiento y fuera de él en sus fechas más cercanas. Las plataformas de vídeo y las redes sociales son el aliado de músicos y bandas, donde han podido dar continuidad a su are y música para miles de personas de todo el mundo.
La música y las marcas se digitalizan en tiempos de coronavirus
Como ejemplos de la acción musical de marcas podemos ver varios ejemplos, viniendo muchos de ellos del sector musical a la vieja usanza que reinventan sus formatos. Vibra Mahou, la plataforma musical de Mahou se ha digitalizado, comenzando un ciclo de conciertos, sus conocidos «Cómplices de Mahou» de forma virtual, habiendo ofrecido cuatro conciertos con Marlon, Lucas Colman, Dani Fernández y 84 como primeras bandas, ciclo del que hablamos con Pablo Sánchez, Consumer Marketing Director de la marca aquí
Por su parte, dentro del circuito de bebidas también Schweppes es una gran conocedora en los últimos tiempos, con su circuito cercano musical #Yellowplans que ahora han pasado a ser #Yellowplansathome, y que se encuentra en activo también estos días con un cartel variado de artistas actuando desde los Instagram de cada uno.
Los eventos en streaming con un gran número de artistas comenzaban ya el primer fin de semana de confinamiento con un gran recibimiento de la mano de la propuesta ‘Yo me quedo en casa Festival’ que ha contado con decenas de músicos en cuatro ediciones en diversos fines de semana.
Marcas del ámbito textil pero que apuestan por la música como sponsors en Mad Cool, LEVIS, también han querido hacer llegar al público artistas con su música y entretener durante media hora algunos viernes con su sesión «5.01 Live», hora de sus conciertos (pm). Se trata de un guiño a su conocida línea de vaqueros mundialmente conocida Levis 501 por cuyo «escaparate» musical han pasado artistas como Miss Caffeina, Kimberley Tell, David Ros, Biuti Bambú, The Crab Apples o Clovis, entre otros.
Más eventos con apoyos han decidido ofrecer propuestas digitales, a tenor de sus retrasos aplazamientos, véase el famoso festival de Coachella, retransmitiendo de manera gratuita el documental “Coachella: 20 Years in the Desert” a través de su canal de YouTube, con entrevistas a miembros de la organización y artistas de los últimos 20 años.
Otros artistas como el DJ Danny Ávila ofrecieron directos desde su Instagram con sesiones desde casa por las tardes al comienzo de la cuarentena.
También marcas tecnológicas como HUAWEI han apostado por una su campaña de «cercanía» con el usuario: #HuaweiContigo en el confinamiento con la que seguir ofreciendo sus últimos lanzamientos a precios muy especiales en una home store, poniéndolo muy fácil con envíos de uno a dos días, sin gastos y con fácil devolución. Y en lo plenamente musical, presentaban su plataforma musical Huawei Music con la que apostar directamente por la música con otra plataforma con la que escuchar millones de artistas y canciones, donde y cuando quieras, apostando también en ese ámbito por el streaming musical de forma tecnológica.
La oferta musical creció en lo digital más de un 280% en marzo, y las búsquedas de eventos digitales en internet se han multiplicado.
Mientras tanto, ya vemos como las bandas comienzan a vender entradas para sus conciertos en vivo, con banda en locales que retransmitir en directo vía redes sociales y streaming, caso de conciertos de Desakato, Razkin o Rulo y la Contrabanda, entre muchos otros de los recientemente anunciados.
Es por tanto el «escenario virtual» actual, un válvula de escape para bandas y artistas, donde las marcas de festivales buscan volver a alinearse con un público potencial, que asiste a festivales y que este año ven como el streaming puede ser una forma de conectar entre ambos.
