«El miedo» es algo que todos experimentamos a lo largo de nuestra vida, no podemos escapar de él pero en muchas situaciones somos nosotros los que debemos intentar controlarlo para que no nos domine. A partir del concepto, la ilustradora María Hesse ha ido dando forma a su nuevo libro, uno que no estaba en su cabeza de inicio más allá de expresiones visuales sobre lo que sentía.
Poco a poco y movida por el apoyo de la editorial Lumen, ha ido dando forma a lo largo de estos últimos años a ideas diversas en torno al concepto y lo que ella misma estaba experimentando, dando ahora como resultado «El miedo» donde hay autoficción y elementos de cómic.
Por el camino hasta este libro ha lanzado «Marilyn» y «Malas mujeres», el primero dedicado al icono cinematográfico y el segundo, vestido de revisión de la historia femenina con mujeres personificando el mal. María se ha convertido sin duda en todo un referente de la ilustración en España, con miles de seguidores y una forma de ilustrar tan particular como característica. Al mismo tiempo, es una mujer con firmes ideas, madre primeriza desde hace un año, cuya experiencia ha ido contando en su Instagram, sirviéndose de las redes para ofrecer su mensaje y trabajo con el mismo cuidado y arte.
Mujer trabajadora, ilusionada con el momento vital y laboral en el que se encuentra, vive el momento sin tanto miedo y sí ganas, muchas, al menos las que expresa al hablar con ella de este nuevo «retoño» ilustrado, que nos ha servido de excusa, aunque ha habido muchas, para juntarnos con ella e invitarla a ser uno de nuestros ‘Rostros’ y conocerla un poco mejor, más allá del arte al que nos tiene acostumbrados.
Un libro que habla de ‘El miedo’, ¿qué es para ti el concepto?
Uf, es difícil de explicar porque he necesitado un libro entero para hablar de él. El miedo es algo que es inevitable, que vamos a tener todos a lo largo de nuestra vida, que a veces funciona como un mecanismo de defensa y que está bien. El problema viene cuando ese miedo, que aparece en ciertas situaciones de la vida, llega a pesar y paralizar. Pero normalmente el miedo surge de una mala experiencia, es muy difícil que venga de la nada absoluta, y sí por experiencias que encuentras en la vida.
¿Cuánto de ti real hay en el libro?
Pues mira, es un libro que parte de mis propios miedos. Yo empecé a dibujar sobre ello sin tener intención de hacer un libro, comencé a ilustrar poemas y canciones y a partir de ahí mi editora me dijo que quería un libro y decidí construir ese personaje de ficción que iba narrando esos miedos por los que yo estaba transitando y también hay unas conversaciones con el personaje. En realidad, y con respecto al final del libro, da igual si la duda es mía o de otra persona, es un reflejo de tener la libertad de hablar con mis amigas de ese miedo, de conocer a otras personas que lo han transitado y que además han decidido poner fin a ese embarazo, porque a veces se nos empuja tanto a ser madres porque se te «acaba el tiempo». No importa si ese miedo es mío o no y sí que es un miedo común a muchas mujeres.
Dos factores que dan mucho miedo como comentas en el libro son la enfermedad mental y la soledad, y usas el término «loca» al que se referían de pequeña, ahora que tienes un bebé, ¿tienes miedo de que pueda sufrirlo o hacerlo cuando sea más mayor?
Me da pánico que pase eso en general, me da mucha tristeza porque yo pasé por ahí y tampoco he sido una niña ejemplar en toda mi infancia, he tenido muchos remordimientos y he intentando no tratar mal a otros niños pero, evidentemente, todos los niños y niñas en algún momento lo hacen porque la empatía es algo que van desarrollando con el tiempo.
Me preocupa que mi hijo lo padezca pero también que ejerza ese bullying. Creo que para mí sería muy doloroso saber que él está ejerciéndolo sobre otro niño porque sé lo que puede llegar a provocar. Yo tuve suerte porque me movía por distintos grupos y resulta que en el colegio me trataron mal, pero luego en otros contextos me trataron bien y eso me hizo saber que no todo estaba mal en mí, que había cosas que estaban bien. Sin duda me preocupa que mi hija la pueda sufrir o ejercer, y cuando no tenía hijos me preocupaba ver que seguía ocurriendo y me preguntaba qué se puede hacer para que deje de ocurrir.
El miedo nos lleva a hacer locuras en situaciones de pánico, a sacar algo de nosotros de lo que no éramos conscientes.
Hay una película llamada «La tormenta perfecta», que parte de una familia en una estación de esquí donde ocurre una avalancha, y la madre coge a sus dos hijos y el marido va a por el móvil, y a partir de ahí surge todo. La premisa es que si te da miedo algo, qué es lo que harías en una situación difícil. No te sé decir porque cada persona es diferente, lo que se ha visto es que con el miedo hay personas que avasallan y con otras ocurre todo lo contrario e intentan ayudar, creo que es algo muy personal.
En situaciones no tan extremas y sí personales, lo que puede hacer el miedo es que te paralice e impida hacer vida, y en esos momentos hay que intentar enfrentarte a él porque aunque quizás no desaparezca sí se puede aprender a convivir con él.
Antes de comenzar te decía que se tarda menos en leer un libro ilustrado que una novela pero, ¿cuánto trabajo hay detrás de una obra como esta?
Pues yo he estado cuatro años con ello. Es muy difícil de cuantificar porque también te digo que no he estado solo con «El miedo» los cuatro años. Era algo que en principio no iba a ser un libro y luego se decidió que sí, donde yo no sabía que quería contar y cómo contarlo, y tampoco sabía porqué hacerlo preguntándome qué interés tendría para los demás al ser algo tan personal. Mi propia editorial me pedía que siguiera mandando cosas y fuera avanzando porque les parecía brutal, pero lo hacía sin tener un guion, fui haciendo, pero entre medias hice «Marilyn» y «Malas Mujeres». Ha sido un libro con un camino largo y muchísimo trabajo detrás.
¿Qué es Instagram para ti?
Para mí es un medio y no un fin donde enseñar mi trabajo. En algún punto también me sirve para reivindicar porque decidí que desde donde yo hacía podía reivindicar cosas que me resultan importantes y así lo utilizo. Me ha llegado trabajo gracias a Instagram pero también te digo que no los más importantes. El primer libro que hice con Lume fue el de «Frida Kahlo», y fue muy importante en mi carrera, un trabajo que me llegó por una reunión con la editorial en unas jornadas de ilustración cuando ni tan siquiera tenía muchos seguidores, la editora que estaba allí vio un valor en lo que hacía y confió en mí.
Si tuvieras que recomendar a alguien joven que quiera dedicarse a la ilustración, ¿qué le dirías?
Es muy difícil y no me gusta hacer recomendaciones. Te digo que a mí personalmente me sirvió trabajar mucho, ser muy constante, enseñar mucho mi trabajo, lo que pasa que lo que me ha servido a mí no le ha servido a otras personas que considero que son muy buenas y que son igual de merecedoras de estar en el lugar que yo estoy. Al final, te das cuenta que hace falta también estar en el lugar y momento adecuado. Al final diría que no se desanimen, que es un proceso muy duro y largo, que si no se llega no es porque hagan mal su trabajo, que no desmerezcan lo que hacen.
Hay una cita de David Lynch que incluyes en el libro: «lo peor de ser viejo es acordarte de cuando eras joven». ¿ Te da miedo cumplir años?
Ahora mismo estoy disfrutando mucho con el paso del tiempo en mí, me encanta porque me siento bien, en el cuerpo y la vida que habito, donde también tomo decisiones más respetuosas conmigo pero sí me da miedo traspasar ciertos puntos en los que ya empiezas a perder independencia, más que algo estético me da miedo el dolor, la enfermedad, perder la cabeza o llegar a estar sola, porque cuando eres mayor parece que ya no le interesas a nadie, a la sociedad y tampoco quieres ser una carga, en mi caso no quiero serlo para mi hijo, quiero que tenga una vida plena, me da miedo ese punto.
¿Hubo crisis de los 40?
Hubo crisis de los 39 (risas). Ahí note un cambio en mí, hasta que me dije «María, ya está», cumplir años es normal, y en realidad estaba deseando cumplir 40 para quitarme esto. Desde entonces siempre ha sido maravilloso, no sé si cuando vaya a cumplir 50 habrá crisis, es un poco ridícula en realidad esa transición porque luego estás igual, quiero decir, no cambia nada, aunque evidentemente miro mis fotos de hace siete años y, aunque me veo bien ahora, notas diferencia porque no tienes la misma cara, con ese colágeno.
Para cerrar la entrevista, dime un libro, una serie, una película y un disco.
Vale. Un libro te digo «Tuve una jaula» de Lara Moreno, que es de poemas y me encanta, y es un libro al que volver. Una película que me gustó mucho fue «20000 especies de abejas» de Estibaliz Urresola. Serie te diré una viejuna como «The Leftovers», y de discos el último de Tulsa, «Amadora».
Texto: Miguel Rivera
Fotografías: Arturo de Lucas