La banda ibicenca Morning Drivers regresa casi cuatro años después de su último disco con nuevo trabajo bajo el brazo. «No todo tiene un final» es una obra en la que la formación da un paso al frente y sigue creciendo en lo musical, dando buena cuenta de su refinado estilo a la hora de componer. Hablo con su frontman Miquel sobre su momento, pero también realizando un análisis de la música, oyentes y la industria.
Con el disco ya en la calle, ¿qué sensaciones tenéis y en qué momento os encontráis?
Estamos muy contentos, en esta primera parte de la gira hemos podido notar una energía diferente a la que veníamos sintiendo con los otros discos. Un tercer álbum puede ser un punto de inflexión y en cierta manera, de consolidación de una banda, por lo que es muy importante para nosotros ver que la nuestra sigue creciendo a buen ritmo.
Cuatro años desde “Nuevas intenciones”, ¿qué os lleva a tomaros tanto tiempo para un tercer álbum? ¿La pandemia ha tenido algo que ver en la espera?
Hablando de puntos de inflexión, pienso que la pandemia lo fue para todo el planeta, en cierta manera, y para nosotros también lo fue. Momento de incertidumbre constante, un disco («Nuevas intenciones») que acabábamos de lanzar y una gira de presentación que tuvimos que posponer. Eso hizo que se retrasara todo porque sentíamos que nuestro segundo disco también se merecía una gira en condiciones.
¿Qué hay de diferente en los Morning Drivers de “Perspectiva” y los de ahora?
Si antes te mencionaba que un tercer álbum puede ser un punto de inflexión y consolidación, uno de los grandes motivos es que cada vez sentimos que estamos en el camino de encontrar un sonido propio, ese sello que caracteriza a la banda y que te permita identificarla con la primera escucha. También puede verse reflejado en un trabajo más maduro de letras y voz que el público pueda identificar cada vez con mayor facilidad.
En “Que te alumbre la suerte” cantas que “de lo malo se aprende”, ¿en la música ocurre también eso?
Sin duda, con el paso de los años vas viendo que hay ciertas situaciones por las que no volverías a caer, caminos por los que no volverías a pasar, pero que gracias a ellos hoy somos la banda que somos, lo menciono desde el orgullo que siento y estoy seguro de que si me haces la misma pregunta en unos años la respuesta será la misma.
¿Cómo se toma uno cuando va a una ciudad y no tiene la acogida que pretende? Digo esto porque parece que en el mundo de la música a veces falta sinceridad a la hora de hablar de venta de entradas.
En todos los proyectos siempre hay subidas y bajadas, momentos en los que te sientes eufórico por lo bien que está saliendo todo y momentos en los que podrías pensar en tirar la toalla. Todo en la vida es cíclico y en ello reside la clave para encontrar el éxito. Si no, no se repetiría tanto la frase que te he comentado antes, que esto es una carrera de fondo y hay que mantener el ritmo hasta que llegue la oportunidad y, si no llega, siempre podrás decir que lo hiciste lo mejor que pudiste y que si tuviese que volver a intentarlo así lo haría.
En “Estrella polar” contáis con Ambkor, algo que llama la atención por estilos, ¿cómo surgió la idea?
Considero que es una de las sorpresas más especiales que te puedes llevar cuando escuches este nuevo disco. Una colaboración que nace de una forma totalmente natural y fluida, en definitiva, desde el corazón y no desde el interés, como tantas que se pueden dar hoy en día.
Un encuentro inesperado en el festival Interestelar de Sevilla, en la zona de artistas, Ambkor (Óscar), vino a presentarse y humildemente a darme la enhorabuena por el concierto que habíamos dado escasas horas antes. Su representante ya dejó caer en ese momento que sería bonito que se pudiera dar una colaboración, pero en mi cabeza lo primero que me vino fue que sería difícil que dos géneros musicales tan diferentes pudieran llegar a cruzarse en una misma obra musical. Pasó el tiempo y llegó el turno de producir «Estrella Polar», con una instrumental un tanto oscura y melancólica, que despertó en mí la necesidad de plasmar una letra que hacía alusión a un paciente que tenía justamente en la misma ciudad que Ambkor y yo coincidimos poco después.
La historia trataría sobre la eutanasia y había una parte de la instrumental que se nos hacía larga y monótona, no sabíamos muy bien qué hacer. Un día, desperté habiendo soñado que en esa misma parte podían encajar unos fraseos, en ese momento se me encendió la bombilla y recordé la proposición que me había hecho el representante de Óscar. Hablé con los chicos, les pareció buena idea, me puse en contacto con el equipo de Ambkor y les fascinó tanto la idea como la canción. De allí nació la que consideró una de las obras más completas que hemos hecho hasta día de hoy. Un privilegio haber podido ser partícipe de dicha creación.
¿Cómo es la escena musical en un sitio como Ibiza, tan acostumbrado a estar ligado a las discotecas y la electrónica?
Realmente, aunque gran parte de la economía y esfuerzos se destinan a la electrónica, podemos decir que gozamos de una escena musical muy rica, en la que hay una gran cantidad de grupos, con mucha calidad, haciendo gran variedad de géneros musicales muy distantes a lo que la gente conoce de la isla. Solo hay que investigar un poco y seguro que se llevarán más de una grata sorpresa.
¿Qué esperáis de la segunda mitad de año?
Estamos trabajando para poder ofrecer una segunda parte de una gira que está siendo muy especial porque nos está llevando a gran parte de panorama nacional. Esperamos poder mostrar pronto a dónde nos llevará la furgoneta próximamente.
Lo de entrar en festivales, ¿cómo de fácil o difícil es?
Pienso que pasa un poco como cuando estás buscando un trabajo. Puedes mandar una gran cantidad de currículum a todas las empresas y no obtener respuesta, y puedes mandar uno a través de un amigo que conoce al jefe y entrar a la primera.
Un grupo como Morning Drivers, ¿a qué público crees que va dirigido?
A la gente que esté dispuesta a dejarse la voz y las piernas, cantando y saltando con gran intensidad y dispuesta a derramar alguna que otra lágrima en momentos emotivos.
Vemos festivales agotados y grandes giras con montantes de dinero también sold out, pero luego a las bandas medias, la mayoría, les cuesta mucho llevar gente a las salas, ¿qué ocurre?
Puede ser que ese montante de dinero que mencionas tenga un gran impacto a la hora de poder promocionar la música como es debido y llegar al público, que muchas veces no se entera de que se da un concierto en su propia ciudad.
El otro día Vetusta Morla cantaba en la acampada a favor de Palestina en la UCM de Madrid, y llama la atención, porque en la escena musical indie y en general, pocos son los artistas que se mojan o dan su opinión según qué temas. ¿Hay poca conciencia social a la hora de “mojarse” entre artistas o algo que se nos escapa?
Creo que el sector del arte, en general, es el que más se moja sin ninguna duda en este aspecto. Música, cine, pintura, entre otros, siempre han sido el latido de la sociedad. A través de sus virtudes la sociedad ha podido manifestar sus celebraciones, malestares o necesidades de cambio. Si te paras a pensar, no hay ningún otro gremio más implicado con las cuestiones sociales. Y eso que en la mayoría de las ocasiones nadie nos pide opinión o, podría generar dudas en nuestro público.
Respecto a lo que comentas de Vetusta Morla, entiendo que ese tipo de iniciativas nacen y salen así por las circunstancias que lo envuelven. Hoy es Vetusta Morla porque ha cuadrado así, pero estoy convencido que mañana igual están fuera y puedes contar con Viva Suecia, Arde Bogotá, Siloé o nosotros mismos. Como te decía, creo que los artistas se mojan y prueba de ello es el ejemplo que has mencionado.
Sacáis un disco en la era del single, ¿creéis que la gente, especialmente más joven, está preparada para afrontar diez canciones?
Si antes hablábamos de que todo es cíclico en esta vida, en este caso, podríamos hablar de volatilidad y sobre información. Estamos en una era en la que se premia más 30” de un vídeo que mostrar una canción entera. Creo que con este ejemplo respondo a la pregunta.
Muchas series, muchas películas, muchas plataformas, música… ¿es la era del fast?
La respuesta de antes podría contestar esta misma. Pienso que hoy en día los discos se siguen haciendo básicamente por amor del propio músico a la hora de querer plasmar su obra en un álbum. Si hablamos de hacer números, pienso que hoy en día se podría prescindir de ellos y la mayor parte del público no lo echaría en falta.
Y ligado a la pregunta anterior, tengo la sensación de que los discos calan menos que antes, dejan un poso más efímero por eso mismo, por la gran cantidad de oferta y lanzamientos a las que llegamos (o casi ni llegamos).
¿Se hace difícil destacar entre tanto artista y disco?
Sin duda alguna, antiguamente todo se movía a través de discográficas y ellos podían casi decidir quién iba a ser la próxima estrella de cualquier género, ahora que todo el mundo dispone de medios para llegar a cualquier rincón donde se pueda escuchar música se hace más difícil poder diferenciarte y que tenga un impacto en el tiempo.
Siendo de Baleares, ¿supone ello una logística mucho más complicada a la hora de girar?
Más para nosotros que para la persona que nos contrata. Tenemos que hacer lo mismo que las otras bandas pero primero debemos coger un barco para emprender el viaje a nuestro destino. Ya nos hemos acostumbrado a ello después de tantos años.
¿Algún artista que te haya “volado la cabeza” en los últimos meses?
A mí personalmente y creo que la banda también estará conmigo, ese nombre es Nothing But Thieves. ¡Lo tiene todo!
El otro día se cancelaba un festival en Getafe, parecido en cartel a otro de Toledo. Que haya tanta oferta musical, ¿puede ser arma de doble filo tener los mismos artistas en todos?
No sé si puede ser un arma de doble filo, pero lo que está claro es que hoy en día, tal y como está el panorama musical, o haces muchos conciertos o no vives de la música y pienso que es uno de los motivos por los que se repiten tantas bandas. Por otro lado, está el asegurarse que, finalizado el festival, los números salgan positivos y ahí la gente prefiere no arriesgar y lo hacen contratando las bandas que saben que les ofrecerán esos números. Antiguamente se apostaba más, hoy en día es más fácil invertir en lo que ya sabes que funciona.
Y de finales hablamos, el último tema es “Al llegar a casa”, ¿qué se siente al volver después de muchos kilómetros para hacer llegar tu música?
Es una sensación que va desde el cansancio a la satisfacción. Saber que has ido, por ejemplo, por primera vez a una ciudad y ver que ya hay gente que conecta con la música que has creado es algo indescriptible. Sentimos que estamos en el buen camino y que solo necesitamos seguir trabajando para que, cada vez, el camino se vea más claro.