NUNATAK – «Nunatak y las flores salvajes»
Warner Music
Con su nueva obra NUNATAK dejan claro que ya no hay quien les pare. El quinteto de Cartagena vuelve a explorar sonidos, recrudeciendo su propuesta, con toques más eléctricos pero manteniendo su característica intensidad y bellos estribillos, que en «Las flores salvajes» se ven potenciados.
Corales, llenos de sentimiento, con letras personales, donde las relaciones tienen su peso y con dejes de esperanza a lo largo de su pasión musical. Hay mucha sinceridad en esta obra, temas que atrapan, un inicio de tres temas espectaculares y su particular baile musical en una montaña rusa de gusto infinito.
Encontramos belleza intrínseca «Quiero que arda» que es pura pasión que gana en su finas tesituras musicales con un Adrián a las voces que hace un trabajo encomiable de registros, como manejan en «Créeme» una de sus canciones más crudas, de estribillo fabuloso y contagioso. Algo que también consiguen en la finura instrumental de «Mi gran virtud», un tema que desgarra en su mejor sentido.
La banda muestra esos cambios a los que hacía referencia en una pegadiza y fresca «Coge mi mano» carne de cañón de festivales, de lo más festivo del álbum. Hay ese deje acústico del que tanto gustan, sureño podemos decir en la magia que desprende «Viento del sur» con esos coros que tan bien ejecutan. Y en «Hijos de la tierra» manejan otros elementos naturales, con un envoltorio diferente y atractivo.
Y no podemos dejar de lado el estilo vintage de una impecable «Todas las campanas», cierta electricidad contenida con Adrián manejando un tiempo lento y romántico a más no poder.
Qué preciosas son «Las flores salvajes» de NUNATAK, una banda llamada a ser muy grande, un paso al frente encomiable que no hace más que dejar claro que van a por todas. Nosotros les seguiremos.
