QUIQUE GONZÁLEZ Y LOS DETECTIVES – “Me mata si me necesitas”
En nuestra vida diaria estamos repletos de estrellas para definir muchas cosas. Tenemos estrellas Michelín para distinguir la gran cocina y sus chefs, estrellas para categorizar la calidad de un hotel y estrellas también para la música . QUIQUE GONZÁLEZ es otra estrella, pero no en su significado de unidad si no de músico en sí.
Una categoría la de Quique que nos deja mudos con cada paso que da. Esperábamos su nuevo disco con ganas, y en una lección de humildad y categoría musical vuelve a poner un listón muy alto, haciendo de lo difícil lo fácil, y poniéndoselo complicado él mismo para poder superarse.
Los “peligros” que acarrea ser tan bueno no lo son tanto cuando tienes el pulso y firmeza compositiva y musical del señor González. Escucharle es un canto a la dignidad del talento, de la calidad como músico, de esas que acrecentan su nombre con cada álbum, con cada canción que conjunta en “Me mata si me necesitas” un título tan cálido como su música, con esas canciones que factura con detalle inquebrantable y pasión de quien hace temas con corazón.
Se ha querido renombrar como QUIQUE GONZÁLEZ Y LOS DETECTIVES y con los “Detectives” abre un disco de esencia tan folk como magnífica. Es este tema un canto humilde, bello, de guitarra y sonido tan clásico como memorable. La voz de Quique atrapa en unos primeros acordes que conjugan belleza, donde hay armonía, donde la melodía conjuga versos dulces que “Se estrechan en el corazón” belleza imperecedera, enamoradiza en esa voz casi dolorosa, de estilazo y estribillo tan estrecho como pegadizo.
Sabe jugar también con rock de bar, de estilo M-Clan, puro clasicismo y nos eleva a los cielos en “Charo”, rock brillante, de estrofas con pulso y fuerza que esperan la mano, o mejor dicho, la impresionante voz de Nina de MORGAN que quien la conoce sabrá de qué hablamos. Pues sumemos la fórmula González y tenemos una de las mejores canciones del disco. Como un poeta sobresale en los acordes y cercanía de quien te canta en la cara alto y lento “Cerdeña”. Es poesía pura que no da tiempo a degustar al completo porque espera otro lento de bella forma “Ahora piensas rápido” con destellos más celtas.
“Orquídeas” hace temblar con mucha tranquilidad, con ese toque folk y rock tan sosegado que se endulza con un Quique que equilibra todo vocalmente suave. Hay ritmo también, “Relámpago” busca más brío y vuelve a movernos mentalmente para, a modo cantautor, dibujar “La casa de mis padres”.
Son pocos los que consiguen llenar tu corazón, hacer sentir tu mente y removerte por dentro con la calidez musical que desprende un QUIQUE GONZÁLEZ tan crecido como cercano. Un placer escuchar música de esta manera, un placer que «nos mate» necesitarle.
Miguel Rivera