RED HOT CHILI PEPPERS
28/09/2016
Barclays Center, Madrid
La banda norteamericana RED HOT CHILI PEPPERS se ha labrado un nombre con letras mayúsculas gracias a una trayectoria casi intachable, siendo uno de los estandartes del rock de estadios desde hace décadas. Lo han logrado gracias a una personalidad que les marca a sangre y fuego como una banda completamente diferente, sin imitar ni buscar ser iguales que nadie allá cuando empezaron.
La esencia funky junto al rock enérgico y una chispa eléctrica y agradable con un bajista Flea incomparable, el torbellino que es Anthony al frente junto al desparpajo de Chad Smith marcan un grupo con un áurea que llena donde van. Su nuevo guitarra se queda lejos de la magia del paso de un irremplazable John Frusciante antaño, pero cumple en los acompañamientos vocales y sabe fusionarse con las tablas de los “Originales” aunque sin el gusto y desparpajo instrumental que merecen.
Anoche Barclays Center sirvió en su primera noche de dos de puro espectáculo y ring musical para la banda más picante. Generaciones diversas unidas, padres con niños, chavalada, treintañeros y cuarentañeros, había de todo.
Y había mucho espectáculo escondido, desde un juego de luces cuya originalidad va de la mano de la formación, hasta la salida casi de boxeo, de expectación máxima con Anthony enganchándose al filón de sus miembros tirados por el suelo en su inicio.
Unas luces superiores en lo alto del Barclays se iluminarían de todo tipo en un salto de subidas y bajadas cuya originalidad nos dejó boquiabiertos. Al ritmo funk que marcan los acordes de temas como “Can’t stop”, “Dani california” y “Scar tissue” donde Kiedis demuestra músculo y un estado de forma impecables.
La noche prometía grandes momentos, los vivíamos pronto anonadados por la parafernalia y “baile” de luces en lo alto. Chapurreos en castellano para meterse al público un poquito más, pantallón gigante de fondo para iluminar de golpe o de forma dividida e individual a cada miembro.
“Dark neccesities” primer guiño a su más que notable “The getaway” un disco que reivindica que aún hoy son capaces de conseguir temazos y frescura, muy complicado en estos tiempos de oferta devastadora que no tan buena. “If you have to ask” y “Right on time” conectaban endiabladamente con 15000 gargantas.
Las canciones servían de nexo con las jam sessions que se marcaban su bajista y guitarrista, acompañado de los saltos y bailes de Kiedis mientras Chad refleja diversión ante la gran pantalla. Su genial “Go robot”, puro feeling RHCP daba paso al funk más crudo y aplaudido de “Suck my kiss” y la pureza y bien traída “Sick love” que demuestra tienen ese punto de creatividad intacto hoy en día.
“Soul to squeeze” y la que no falla “By the way” daban paso a un bis corto que servía para que Flea recorriera el escenario haciendo el pino ante el griterío y aplauso generalizado, abordando un final compuesto por “Goodbye angels” y el reclamo popular que merece “Give it away”.
Así completaban una hora y tres cuartos que quizás se antojaron escasos primero, por precio de entradas y segundo, por dejarse algunos muy grandes temas fuera de repertorio. Pero de lo que no hay duda es que saciaron con creces las ganas de sus seguidores, y quien sea más afortunado, hoy podrá repetir en una segunda noche sold out en Madrid. Esto es el circo máximo RHCP.
Miguel Rivera