DESPISTAOS
Estadio Fuente de la Niña, Festival Gigante, Guadalajara
De jueves absolutamente diferente podemos tildar el primer día del Festival Gigante. Que un reportaje con DESPISTAOS que bien fuimos contando visualmente durante todo el día en redes sociales se convierta en una fiesta de 12 horas, es algo digno de vivir.
A eso de las 14:30 horas la banda terminaba prueba de sonido en la que, en su última recta, dejaba escuchar por medio Guadalajara su «Física o química» acercándonos a pleno sol en ese tema atemporal para varias generaciones.
Citados para darnos un pequeño homenaje preconcierto en un día en el que nos andamos Despistaos pero sí con ellos. Montamos en furgoneta para desplazarnos a casa de Daniel Marco, quien como los mejores anfitriones había preparado una fiesta de las de fin de semana trasladada a un jueves. Y es que tocar en «casa» era para celebrarlo.
Técnicos, road manager, grupo y amigos y conocidos, como Isma exDespis nos juntábamos al olor de la brasa y el frescor de la piscina. Todo quedaba bañado en cervezas bien frías, como mandan los cánones, especie de backstage al aire libre donde los pinchos morunos y la carne a la brasa marcaban una procesión de micheladas, de las que Dani parece experto, mojitos en forma de digestivos para la carne y más cervezas, todo entre risas y anécdotas de tiempos de antaño y últimos conciertos del revivir del grupo.
Y es que la banda vive una segunda juventud, remarcada el pasado año en Arenal Sound donde lo reventaron y donde son mucho más que algo físico o químico. Tienen una carrera sólida llena de grandes temas para todos los gustos, que ha conseguido llegar a diversas generaciones de oyentes como bien atestiguan sus directos actuales.
Un buen estado de forma, con un grandísimo Dani a las voces y una química donde Lázaro, Krespo y Pablo funcionan a la perfección. Comprobamos entre amigos que eso que dejan ver en directo se traslada a días de quedadas como el que ocupaba. Risas, cercanía y amistad, especialmente esa amistad que el paso de los años ha afianzado.
Y lo que venía no era otra cosa que un concierto de hora y media ante su gente y otra de fuera. Muy buen ambiente en la noche más calurosa de las que he vivido en tres años en el Gigante. Y ese calor pronto entraba en nuestros cuerpos con el apoyo coral de un público que nunca se fue y ahora ha crecido. Qué mejor que salir con una proclama «Estamos enteros» y «Dibujando primaveras» en pleno verano, para conectar de forma directa con los suyos.
Que temas como «Ruido» o «Desde que nos estamos dejando» se escuchen tan alto desde arriba como desde abajo es algo de lo que dimos fe. De entre el público sonrisas y comentarios como «me encantan» hacían que la gente bailara y cantar al unísono cortes como «Estrella» o «Y mírame» en un sube y baja emocionante, pasándoselo bien sobre el escenario y el respetable. Dani jugaba en casa y hacía hincapié en ello dando las «Gracias» musicales.
Entre móviles y saltos para capturar canciones como «Los días contados» y esa ruleta musical y tan «despistada» como «Caricias en tu espalda» en la que formó parte el público cantando su estribillo y, cómo no, su atemporal «Física o química» que a tantos ha marcado. Un ritmo imparable el de Despistaos que ha conseguido aceleren y sigan subiendo 15 años después.
Funcionan igual de bien con temas nuevos como «Lo contrario de ninguno» que debe ser obligado en el repertorio porque suma y mucho para deleitar siempre con hits de siempre.
Es de esos grupos que contagian su buen rollo, fáciles a la hora de conectar, algo que les ha valido para que, tanto jóvenes como treintañeros entrados en canas nos sigamos divirtiendo, más allá de un fenómeno teen que muchos quisieron dar a entender.
Sabiendo cuajar ese final que dice «Esto aquí» como proclama musical y cerrar con «Cada dos minutos» para llevarnos a una hora y media de emociones, de juego casero en Guadalajara, de festividad, de alegrías y sonrisas.
Una banda que ha sabido renacer cual ave fénix y que, a día de hoy, vive una segunda juventud muy merecida. Otro gran directo para seguir forjando sensaciones positivas.