Veinte años no son nada, y es que Despistaos decidieron llamarse así cuando una panda de amigos pensaron en formar una banda con la que disfrutar desconociendo que, con el tiempo, se acabaría convirtiendo en toda un grupo de éxito que cumple ahora su veinte aniversario como grupo.
Una banda original de Guadalajara amén de su vocalista y guitarrista, Dani Marco e Isma, dos colegas que forjaban el comienzo de una andadura que ya conocemos todos y a la que se sumaría después Krespo a la guitarra, con More como compañero inigualable y que iría haciendo recorrido.
Un grupo que con los años ha ido sabiendo buscar su camino y, cual ave fénix renacer, sin importar tiempos o generaciones porque sorpresa para algunos, veinte años después están en su mejor momento, véase la buena acogida este fin de semana en el Farándula Festival amén de un descanso que decidieron tomarse cuando, de primeras, podría suponer su final en un descanso indefinido, ese de 2013 que acabaría en regreso.
Isma y More decidieron entonces no seguir, y fueron Lázaro, Dani y Krespo quienes retomaron tres años después el barco, junto a Pablo Alonso al bajo (Pignoise) para ir de «centrados» y retomar lo que dejaron en su día. Si los comienzos contaron con muy conocidas colaboraciones con «Vivir al revés» y «Lo que hemos vivido», donde Rulo, Kutxi o Dani Martín se dejaban caer en sus canciones, la banda ahora, pese a los años, ha conseguido fidelizar a su antiguo elenco de seguidores sumando las edades tempranas, esas que teníamos como ellos cuando comenzamos a seguirles, para ahora, contar con nuevos veinteañeros adictos a su causa.
No es casualidad que ese éxito que supuso su «Física o química» en la primera década del siglo XXI para la serie de Antena 3 les haya marcado, para bien aunque hubiera momentos «de cansancio personal» como comentaban en una entrevista que realizaba con ellos hace unos años en la casa del propio Dani.
Un tema que marcó su carrera, alcanzando el éxito y radiofórmulas para sonar en todas partes y que les ha seguido en la sombra. No es casualidad, hace cuatro años la banda conseguía un llenazo en una tarde de resaca en Arenal Sound, sorpresa mayúscula incluso para quien escribe estas líneas, conocedor de sobra de su trayectoria.
Tras una noche infinita aquel día con Martin Garrix dejándonos caer en la cama a la mañana siguiente, esa tarde de agosto, con el sol pegando, parecía que la banda tocaría para poco público. Giro de los acontecimientos con los primeros acordes y grandes carreras para llenar la explanada de sounders conocedores de sus canciones, y no solo de «FyQ», cánticos en alto que recuperaban en ese momento la mejor versión (exitosa) de la banda de nuevo.
Pero antes de todo eso, el recorrido emocional con Despistaos es amplio. Se destaca mucho eso de «buen músico, mejor persona», pero es que aquí, ninguna flaquea. Si bien hay bandas que tienen miembros simpáticos y otros no tanto, en el caso del grupo, tanto antaño (Isma y More) como Dani, Krespo, Lázaro y Pablo, seguramente sean de lejos y sin miedo a equivocarme, habiendo conocido a muchos artistas, unos de los músicos y tipos más simpáticos, bonachones y amables con los que me he cruzado y trabajado en muchísimos años.
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— RockTotal (@RockTotalweb) August 11, 2017
Hace una década me dejaba caer en sus conocidos desfases de Guadalajara en el «despicumple» una buena fiesta en su localidad para empalmar con la noche y concierto que se convirtió en una fiesta indispensable para todo buen seguidor o amigo de la banda.
Pude disfrutar más tiempo y espacio personal viajando con ellos a Soria en 2013, antes de su parón, para montarnos en furgoneta y echarme a la espalda uno de los tour report más divertidos que he podido disfrutar con un grupo.
Despistaos es una banda que ha ido a mejor, aunque con gran éxito en sus comienzos, han ido puliendo y mejorando todos sus aspectos, especialmente un Dani Marco que, como bien me dijo él, ha mejorado muchísimo con los años desde sus comienzos, siendo unas de las voces con más carisma, personalidad y gusto de la escena musical nacional.
De por medio, tres años de silencio para la banda, que aprovecharon para que Krespo montara un grupo independiente A por ella Ray buen gusto para una aventura musical mientras Despistaos seguía en stand by. En paralelo, Dani montaba su propia aventura en solitario bajo su nombre, más «sintetizada» y experimental.
En esas aventuras de Despistaos, su regreso marcado por «Lo contrario de ninguno» excusa discográfica perfecta para reencontrarnos, qué mejor que de fiesta y no una cualquiera. El momento, su vuelta al Festival Gigante, una experiencia la de jugar en casa que ponía las cosas fáciles, al menos para mi.
Indagar un poco más para poner «las cosas en su sitio» sobre el momento del grupo. Principios de septiembre de 2018 para, en el día de la actuación, calentar el ambiente con una barbacoa en el chalet de Dani donde la crew y viejos amigos, con Isma de por medio, nos servía en bandeja un día de risas y confesiones, micheladas de por medio por la pareja de chefs, Dani y Krespo. Chapuzones, copas y entrevista mediante para descubrir un lado más personal y sincero si cabe del momento tras su vuelta, éxito en el Arenal Sound y buen feedback del público.
Llegados a 2019, la banda daba una gran actuación en la Riviera de Madrid a tope, dejando ver el buen estado de forma de los de Guada.
El tiempo pasa, pero la relación se mantiene. Los cuatro continúan en un momento ideal, pero llegaba la pandemia y en un 2020 que prometía ser «uno de los mejores de nuestra vida» dicho por ellos, todo se paró y, a excepción de alguna actuación de la nueva normalidad, la banda continuó trabajando en temas nuevos y en colaboraciones musicales para dar un nuevo sonido a las canciones de «Estamos enteros» con artistas jóvenes que ahora son lo que escuchan los fans que se han sumado a su aventura musical.
En septiembre de 2020 en un desayuno con Krespo y Dani, nos pusimos al día en una nueva entrevista, esta vez para conocer su momento en un año complicado, donde aprovecharon para componer, trabajar en los temas de un nuevo disco que lanzaban hace unas semanas «Ilusionismo», un álbum maduro con ritmos más lentos los de su nueva faceta, en la que los años tras una aventura alocada piden tiempos más cálidos y tranquilos.
Unos Despistaos que volvían a la palestra con «Física o Química» a la que pusieron música en su momento y que han vuelto a disfrutar con sorpresa en los dos capítulos especiales de la serie.
Y es así como un grupo ha marcado más de una década de mi trayectoria periodística en lo musical, pero también en lo personal, de muchas maneras, tanto en canciones, como por momentos, por amistad y aventuras.
Buenos músicos pero mejores personas, ese cliché tan típico pero no tan cierto a veces con los músicos. En su caso, están muy centrados a la hora de tratar a la gente, una aventura que viven nuevamente como una segunda juventud para ellos de lo que me alegro como pocos tras el trato dispensado más allá de diez años. Por muchos más, que sigamos todos Despistaos.