RUFUS T. FIREFLY – «Loto»
Para los que confiamos y hemos seguido desde sus comienzos a RUFUS T. FIREFLY no nos sorprendía que, por fin, con «Magnolia» la banda encumbrara su nombre y fuera reconocida en formato mayúsculo, haciendo honor a una carrera llena de grandes discos que con su último trabajo por fin veía recompensa.
Siempre fieles a lo suyo, a las rayadas de estilismo perfecto y alocado, psicodélico de indudable calidad. «Magnolia» les servía hace algo más de un año para reivindicarse como banda de culto y empezar a meterse en numerosos festivales que antaño ni hubieran pensado.
Modernistas y rockeros Victor y Julia siguen persistiendo en una personalidad única que nos lleva a «Loto» la segunda parte de su aplaudido anterior trabajo, sin el miedo a eso de «segundas partes nunca fueron buenas» porque desde luego RUFUS salen más que victoriosos.
Para «Loto», que mantiene las señas desde su portada, buscan referencias del cine como en «Magnolia». Si anteriormente Pulp Fiction o Star Wars sirvieron de hilo, aquí toca el turno a «Demogorgon» con una base particular de la sintonía de Stranger Things en un tema espectacular. Para los que nacimos en los 80 el «Cristal oscuro» de cierto aire místico, pasando por «San junípero (de Black mirror) setentera y de estribillo contagioso y sentido.
Hay rock crudo, versátil y distorsionado en «Drugan & Sagan» en el universo Carl Sagan, y belleza personal como «Loto» para descubrirse en unas letras que son referencia brillante hacia temas como el propio perro de Víctor, guiños a Cala Vento o comparaciones a Tame Impala todo dentro de una mágica «Un breve e insignificante momento en la breve e insignificante historia de la humanidad».
Y tienen tiempo, en ocho temas de indudable personalidad, a hacer lo propio con su particular revisión de «Lucy in the sky with diamonds» de The Beatles y la preciosa «Final fantasy» como penúltimo guiño a su aplaudido frikismo. Con ello «Loto» es un conjunto de brillo divino, de auténtico sello propio, de psicodelia continuada con respecto a «Magnolia».
Color, mucha diversidad y matices, tintes pop, rock y una línea que mantiene una puntuación notable en la segunda parte de una obra que, escuchada en su totalidad, se convierte en doble disco que marcará a una generación sin duda.
