ABRIENDO PUERTAS
RULO Y LA CONTRABANDA ha ido creciendo con el paso de los meses. No fue sencillo dejar la banda de toda tu vida, con la que habías crecido para formar un nuevo grupo, pero esos mismos motivos hicieron que Rulo volviera con fuerza. La misma fuerza que ha plasmado en su interminable gira y un aplaudido primer disco. «Especies en Extinción» es su maduro paso hacia adelante, una aventura que comienza una nueva gira con ganas e ilusión renovada de la que nos habla en esta entrevista.
Con el verano de por medio y unos días de vacaciones, ¿ha venido bien el parar y desconectar aunque sea un poco?
Sí, viene bien, además hay que saber cuándo parar una gira antes de estar agotado o quemarse. Cuando es al revés los últimos bolos no son buenos, y nosotros hemos terminado en Londres con una alegría cojonuda, con pena pero eso es bueno. Haces un parón de seis o siete meses y vuelves con ganas renovadas.
Tienes muchas firmas de discos, llama la atención por las pocas tiendas y la venta de discos.
Pues son increíbles, funcionan muy bien y por eso se hacen. Recuerdo en Barcelona que cerró la Fnac y estuvimos como otra hora en la calle. Algunas firmas de 4 o 5 horas, lo que es brutal. Tanto en conciertos como firmas, o de borrachera en un bar, para encontrarme un tonto han pasado porcentajes mínimos y en las firmas van con un respeto de la hostia, con discos, cartas y ante todo regalos, cada día con dos o tres regalos al hotel, es algo bonito.
A la hora de las giras, preguntas cómo va la venta a la hora de ir a los sitios.
Pues en la primera gira, en las dos semanas iniciales sí preguntaba, a ver qué tal iba, pero a mitad de gira ya no le prestaba esa atención. Hemos hecho bolos pequeños como Huesca con unas 200 personas que económicamente es una ruina pero son 200 personas que han ido a verte, y hay que darlo todo, y la verdad es que nos lo pasamos muy bien. Hay que darlo todo habiendo 300 o 3000 en una Riviera. Seguro que ha habido bolos más pasionales en sitios pequeños que en un festival, más que nada porque tocas de diferente forma. Lo que sí te avisan es de un sold out que a todo el mundo le gusta, como en la Rock Kitchen aquí en Madrid nueve días antes o en la primera Riviera, pero no estoy pendiente porque es un agobio.
¿Ves que la gente que va a los eléctricos luego se pasa a los teatros?
Creo que no tenemos un público talibán, cada vez me atrevo con canciones más diferentes y se agradece que el público vaya a escuchar canciones, sin estilo predeterminado ni pensando en que no puedes salirte de un género concreto. Las canciones toman otro estilo y tocamos los temas de diversa forma. Esa gira de teatros me llevó más trabajo que toda la gira eléctrica. Realmente fue un capricho que pudimos darnos al ir bien la gira eléctrica. Sí me gustaría volver a hacer otro espectáculo con el nuevo disco después del tour eléctrico.
Nueva gira, nuevo disco, nuevo IVA ¿nuevos precios de concierto?
En Madrid ha habido un error que en vez de a 20€ que se suele poner se ha puesto a 18€ y ya se queda así. Barcelona y Madrid siempre es más caro, pero nosotros lo que vamos a hacer son 18€ y el IVA al cincuenta por ciento. En el fondo lo que hacemos es rebajarlo asumiendo parte del IVA.
Háblame un poco del videoclip de “Divididos”.
Se grabó en Reinosa, una calle muy peculiar que casi no se transita y está tuneada aunque está en el centro, sale mi abuelo, mi cría con la bici, mi padre, los amigos de Corocota… escribió mucha gente a la productora y escogieron a gente cerca de Cantabria. También salen Mario, Fito, muchos amigos míos con los que estoy día a día y me hace ilusión verlos. Fueron 100 personas, con diez tíos de Madrid en el equipo, estuvimos siete días buscando todo, que el Ayuntamiento quitara las señales. Hubo un trabajo de preproducción de la hostia aunque luego el montaje fue mucho más sencillo.
Este disco ¿ha sido más sencillo, igual o más complicado que el anterior trabajo?
Pues ha sido más directo en cuanto a que la banda sabía por donde debía ir. Primero es componerlas y después armarlas, esto segundo ha sido más sencillo y lo otro ha sido diferente, más placentero ya que he compuesto durante la gira lo que le ha dado mayor variedad, no una cosa de seis meses si no que ha sido de seguido, sólo he estado dos o tres meses sin componer.
Creo que uno de los aciertos ha sido, y como bien decías, la variedad musical que encontramos, ¿ha sido algo premeditado o natural?
Es natural, van surgiendo, lo que sí es premeditado es que de las muchas que se han quedado fuera sería por ser parecidas entre ellas, eso estaba claro. Llevaba mucho tiempo queriendo hacer una especie de blues y al final las canciones van viniendo a ti, te encuentran con ellas como en este caso.
Mirando estos dos años y en especial el disco y la gira ¿qué balance haces?
Pues muy positivo, mucho mejor de lo esperado, sobre todo porque yo no esperaba grandes cosas y así sabe mejor y en eso soy un tío muy inseguro. Moralmente estaba muy tocado al principio pero con el disco vi que la gente estaba contenta y le gustaba, tuvo muy buena acogida y muy agradecido a la gente y la vida, por darme esta segunda oportunidad. Porque el 95% de la gente que deja una banda y lo monta en solitario no funciona y eso lo sabía antes de irme, de hecho pobre del que se vaya de una banda pensando que va a triunfar, por eso al no pasar lo normal en estos casos más que agradecido y feliz. Hemos ido a México, a Londres, hemos vendido casi 20000 discos de un primer lanzamiento, para un comienzo como éste sin que yo sea nuevo es difícil.
¿Crees que se ha quedado gente en el camino y ha venido otra nueva?
No lo sé bien, hay un poco de todo, pero no sabría decirte en qué porcentaje, pero entendería todas las posturas, el que se queda atrás, el que te deja o el que viene nuevo. Igual que si hay gente que se engancha ahora o te abandona en un cuarto disco, la música es así.
¿Piensas que te has acercado más al pop rock como Rulo que cuando estabas con La Fuga?
A mí siempre me ha gustado la melodía y siempre he dicho que lo que no se pueda silbar no me interesa, más allá de los estilos. Pero obviamente con una banda estás más encorsetado porque cuando tú quieres cambiar algo igual el otro no quiere o al revés y al final eres un poco presa de tu éxito, de hecho hay grupos que se repiten. Yo no quería repetir lo que hacía ni antes ni ahora, y en La Fuga era compositor pero tenía una directriz, pero no me fui por ello, aunque sí que es verdad que ahora tengo libertad. Somos una banda de rock pero abiertos, y más con este disco, rock and roll con algo de todo como “Amor en Vena” más melódica o un tema más fronterizo “El Vals del Adiós” o un blues. La palabra pop está muy denostada en este país, en Inglaterra no es así porque es de calidad. Ha habido grupos de pop que le han hecho mucho daño a la palabra, pero nadie se puede meter con Los Beatles, es un problema de este país. Para mí como compositor es un reto, desde “El Prota” que es más de lo que hacía a otras, porque si hiciera once iguales parecería un funcionario. Me considero muy libre a la hora de componer.
Y el contacto entre vosotros, ¿qué tal?
Pues buenísimo, como quinceañeros, incluso con Fito ha sido una cosa nueva. Es química, es como la novia nueva, sé que es injusto pero cuando llevas quince años no es igual, empiezas con alguien nuevo y se te va mucho la olla, es injusto lo sé. Ahora debemos mimarnos mucho, pero no somos un grupo al uso, un híbrido de solista y banda, creo que lo tenemos más sencillo, porque el éxito y el tiempo lo rompen todo.
En cuanto a la vuelta a las salas, ¿ha sido extraño?
Para nada, de todos modos ahora es muy complicado hasta llenar salas porque hay gente que tiene que ir a bares. Yo nunca había tocado en La Riviera en Madrid, siempre habíamos ido a la antigua Aqualung, hablamos de salas potentes y siempre me he considerado tío de sala, aunque mola mucho ir a un pabellón y llenar. Igual que un cantautor tiene la esencia en un garito para una banda de rock and roll lo suyo son las salas. También hemos tocado en pabellones como Santander, pero es lo de siempre, el que siempre va a pabellones le gustaría regresar a salas, y el que no ha ido a teatros pues también quiere hacerlo. Nosotros hemos tenido de todo. Seguro que Bon Jovi está hasta las narices de tocar todos los días para 50000 personas, hagas lo hagas, si es igual siempre te aburres.
Ahora con un repertorio más grande, ¿seguirás mezclando temas de La Fuga con los de Rulo?
Bueno, ahora tengo un problema que es el tener más canciones, problema entre comillas. Te digo lo mismo que hace tiempo, toco las antiguas por convencimiento, porque por ejemplo “La Balada del Despertador” se la hice a mi parienta, las he sangrado y es algo normal, pero no lo sé, no nos hemos sentado aún a ver el set list. Nunca tuve la sensación de tocarlas por rellenar repertorio. Lo mismo que la banda se siente más cerca con las de estos dos discos, para mí es algo normal tocar y sentir las que hice con La Fuga. Para mi es igual tocar “La Balada…” que “Heridas del Rock & Roll”, exactamente igual.
Subida del IVA, un ministro que dice hay que bajarse los cachés, ¿se complica todo?
Bueno, en ese caso igual se refería a una nube en la que yo no he estado, grupos que sin vender entradas cobraban después a Ayuntamientos 60000 euros por tocar, yo he estado más en la nube de la pelea, nunca ha habido una buena época para el músico, siempre ha sido complicado. Lo que está claro es que con la que está cayendo los de la cultura lo tenemos más difícil.
La verdad es que son más barreras para lo que está ya jodido. Siempre he dicho que desde hace diez años la música está maly ahora se suma otra crisis a la que ya teníamos.
¿Cómo surgió la colaboración de Bunbury?
Compartimos muchos amigos y tengo un top diez de cantantes entre los que se encuentra. Es un rock fronterizo que pensé le iba muy bien, la hice dejándome llevar y se la enseñé a estos y les gusto. Hace unos años igual no me atrevo pero ahora me da un poco igual, me emociona y me encanta y por eso la publico. Se grabó en Cádiz porque se encontraba de vacaciones allí, al vivir él en Los Ángeles es más complicado y aprovechamos que estaba aquí de vacaciones. No me gusta avasallar a nadie y como vino a presentar su disco a Santander y me llamó todo fue más sencillo. Se lo plantee más adelante y le pareció bien.
¿Hay nervios o emoción?
Emoción en estos momentos, porque cuando notas que has hecho lo que podías, hasta agotarte es lo que sientes. Ya vendrán las curiosidades o nervios, seguramente en el primero sí que estaba muy expectante, ahora no hemos hecho una locura y creo que a la gente le va a gustar.
Miguel Rivera