SARATOGA – «Aeternus»
Maldito Records
Más de 25 años avalan una de las carreras más prolíficas y exitosas del metal nacional. SARATOGA ha de escribirse con mayúsculas por ser una de las formaciones más relevantes dentro del género. Con cambios en su seno, salidas y venidas e incluso un tiempo de separación, la banda vuelve, con un nuevo disco, segundo tras su disolución, donde encontramos a Niko del Hierro, Jero Ramiro, Dani Pérez y el cantante Tete Novoa.
Tras un buen anterior álbum con este line up, «Aeternus» recupera nuevamente el pulso y la velocidad al estilo más clásico. Un disco muy maduro, que supera a su predecesor, de indudable calidad en sus temas, muy potentes y gran producción, recuperando su mejor versión. Diez cortes con el sonido puro de la banda, brillante en canciones tan potentes y melódicas como «El olvidado de Dios» ese adelanto de estribillo portentoso, donde Tete demuestra su tesitura vocal.
Los registros que también marcan en la acelerada y bombástica «Una vez fuimos héroes» que recupera la magia de los años 2000 en su sonido. Los riffs y la energía de «Tres ahorcados» siempre con esa batería marca Dani y el bajo portentoso de Niko que adereza siempre esa guitarra personal de Jero. La pesadez del metal más crudo y oscuro reluce en «Renegado» en un tono de metal más modernizado y de peso, en un juego de voces agudas y guturales que le dan un mayor contraste.
Un himno metálico la espírica «De tierra de nadie» donde sobresale el trabajo vocal de Tete, un portento agudo de estribillo marca de la casa, doble bombo y velocidad brutal bajo en un legado vocal de agudos. La rapidez que no cesa en el galope musical de «Si tú no estás» otro de los cortes marca de la casa, coral en estribillo. Y por supuesto, la balada del álbum, «Acuérdate de mi» de inicio acústico ofreciendo variedad donde todo se relaja y Tete ofrece el tono medido para forjar ese sentimiento que desprende un emocionante corte.
SARATOGA no solo cumple, se supera y forja una de sus mejores obras, un disco de calidad indiscutible para el que busca la esencia clásica manejada con producción de nivel y grandes composiciones. Todo funciona, y eso se nota.
Miguel Rivera
