PRIVILEGIO TRABAJADO
Veinte años, ahí es nada. Un aniversario muy especial para una banda diferente. SÔBER ha creado escuela y ha servido de ejemplo para entender el rock metal nacional a nivel internacional. Giras con todo vendido, ideas novedosas y producciones impecables que ahora ven como resultado una caja muy especial resumen de su historia. La formación además se embarcará en 2015 con un tour muy especial nunca visto hasta ahora. Hablamos de muchas cosas con diversos titulares.
Que coincidan disco nuevo y otro lanzamiento por el veinte aniversario en tan poco tiempo, ¿creéis que es bueno?
Antonio: Realmente el 20 aniversario comenzará en marzo de 2015. Creemos que es indiferente porque es una oportunidad y momento irrepetible. El año que viene será una gira que englobe todos los discos pero algo muy especial. Creo que el hecho de que coincidan “Letargo” y este lanzamiento es algo anecdótico. Empalmar casi “Morfologira”, el tour de “Letargo” y en unos meses la celebración de los veinte años de la banda ¿no es mucho?
Jorge: Estamos comprobando que no, que es al revés. Cada concierto es un nuevo éxito y vemos que el público sigue demandando más. Yo creo que cuando no caes en la monotonía y sabes buscar cosas nuevas que ofrecer, la gente lo agradece. Ojalá como fan las bandas que a mí me gustan sacarán y ofrecieran cosas novedosas cada vez que tocan en directo. Me encantaría disfrutar de ello. A los fans de Sôber les pasa eso, que cada vez les planteamos una propuesta nueva, con lo cual lo hacemos muy atractivo. Otra cosa es que saquemos “Superbia” hagamos una cosa y con “Letargo” lo mismo, pero quien nos conoce sabe que somos muy activos.
¿Creéis que estáis por encima del bien y del mal por el hecho de seguir llenando a pesar de tantos conciertos?
A: No, no es eso. En realidad planeamos muy bien las giras de tal forma que no agobiamos. Si vamos a capitales de provincia o ciudades grandes luego miramos de ir a sitios pequeños para no repetir en poco tiempo. Hay que estudiar bien todos los movimientos a la hora del directo. Vale que el año que viene repitamos ciudades con motivo del 20 aniversario pero habrá pasado tiempo, al menos un año. España es un país pequeño, muy tocado por la crisis. Esta mañana justo hemos estado reunidos con la Sgae y demás por la nueva ley digital, que es nefasta, así que visto lo visto tienes que medir muy bien tus pasos. Saber que hay regiones por ejemplo del norte muy tocadas como León, que si no pueden llegar a fin de mes menos a un concierto. Por eso tomamos nuestro tiempo, bajamos los precios, hacemos todo lo más lógico posible. Así mismo con los discos, que una caja con discos y DVD en directo llegue a costar a un precio normal para poder ofrecérselo a cuanta más gente mejor.
J: Hay que ser coherentes tío. Dentro de los márgenes hay que saber moverse. Volvemos a los sitios pero con lógica y cuidado, que pase un año, haciendo conciertos en unos sitios y después en otros, y puede que algunos lugares de ahora no se repitan el año que viene. La gente lo coge con ganas porque sabe que todo es diferente. El 20 aniversario será un pelotazo de cojones con un propuesta completamente diferente, será algo nuevo que nunca ha hecho Sôber.
Sin saber qué tipo de producción llevaréis, ¿es complicado y costoso hacerlo?
J: Realmente complicado. El gran reto que tiene Sôber es plasmar lo que pensamos, todas las ideas que tenemos llevarlas a cabo con cada gira. Ahora mismo estamos con la gira de “Letargo” y ya estamos pensando en lo que vendrá, en el aniversario el año que viene. Es muy difícil porque es trabajo, pero cuando lo llevemos a cabo estará muy estudiado y será un éxito casi seguro.
¿Lleváis lo que queréis y tenéis en mente o las salas limitan la originalidad?
Carlos: Sabes que pasa, que dentro de ese estudio creamos las cosas pensando en todo eso, en las salas. Cuando planteamos la gira de “Letargo” con las pantallas de plasma lo hicimos con la idea de versatilidad, diversos planes sabiendo que un día tocas en Viña Rock y otro en una pequeña sala. Tenemos esa facilidad de acoplarnos a eso, hemos mamado de la experiencia sabiendo donde vamos y hace que la gente disfrute de tu planteamiento toques en sitios grandes o pequeños.
¿Siguen siendo las marcas un apoyo para el grupo?
J: Sí, pero no deja de ser apoyo sin más. Hasta el momento no hemos podido disfrutar realmente de todo el potencial. Samsung ha sido un apoyo, porque si tienes que gastarte el dinero en ciertos temas se encarece todo, por lo que toda ayuda es buena. Pero desde hace muchos años contamos con ciertos apoyos, pero apoyos, no dinero, un intercambio digamos como Jagermeister o Samsung.
A: Somos de los pocos grupos privilegiados que contamos con ciertas marcas y producto o equipo para hacer cosas, camisetas, merchand, electrónica… confían en nosotros para apoyar nuestras giras y con ello no encarecer otras cosas.
J: Hay que darle vueltas a las cosas, e intentamos compaginar cosas diferentes para que no esté todo inventado para el grupo, eso ha sido Sôber toda la vida.
¿Qué tal han funcionado vuestros festivales propios?
J: Bien, ha sido más anecdótico que otra cosa, un capricho del grupo, una cosa puntual en el mes de agosto donde la gente está de vacaciones. Una ha sido jugar en casa en Villanueva de la Vera y otra en la Plaza de toros de Puertollano, y estamos contentos, el festival en sí un éxito. Ha sido calentar motores de lo que puede venir en el 20 aniversario.
El hecho de grabar en Madrid ambos directos, ¿por qué?
C: Somos una banda de Madrid y hemos crecido aquí, por lo que queríamos ofrecer un antes y un después. La sala Cats nos ofrecía una forma diferente de conectar con el público, de cámaras muy rápidas cerca de la gente mientras que La Riviera te da la parte más estética de Sôber y conjuntadas ofrece una visión de lo que es Sôber tras veinte años.
Me gustaría conocer vuestra opinión sobre la fórmula del crowdfunding tal y como se ha extendido.
J: Mi opinión personal es que todo lo que sea algo que apoye al artista que quizás no tiene medios es bienvenido. El poder llevar a cabo tu idea es bueno, es algo así como un banco. Me parece una idea de puta madre para apoyar ciertas iniciativas que no tienen otro medio de apoyo, pero que no todo es válido.
A: Hay grupos que están empezando donde puedo entender perfectamente el crowdfunding pero no lo hago con un grupo que tiene ya nueve discos en el mercado. Si eres esto segundo quiere decir una cosa, o bien tu carrera está de puta madre o estás muerto, pero no puedes resucitar a base de crowdfunding, porque me parece una tomadura de pelo.
Todos hemos crecido con el formato físico, ¿entenderíais lo que acabáis de sacar en formato digital?
C. Creo que seguiría existiendo lo físico, porque siempre hay gente interesada. A nosotros nos marca un poco que antes de salir ya hubiera más de 500 cajas en preventa solicitadas. Si nadie pidiera eso entonces igual te plantearías lanzar algo digital pero cuando las cosas se dan así es porque sigue habiendo interés por tener algo tangible, algo como nos pasa a nosotros.
En relación con el cine es como entender tener El Padrino en una caja especial o en un pendrive, la esencia es diferente y ese público demanda el formato de poder tocarlo, sentirlo y ser cómplice de ello.
J: Nosotros además tenemos que ser cómplices de eso, si tú te lo crees como grupo el público también. Si nosotros damos la espalda por ejemplo a un formato o al vinilo la gente entiende eso, y si en cambio apuestas aun por ofrecer cosas físicas a la gente también le das a entender lo mismo.
¿Creéis que ha sido un mal año en cuanto a festivales de rock duro en España?
J: No lo creo, hay años en los que hay más y otros menos. Realmente tampoco estamos muy pendientes de eso. Yo pienso que hay mucha oferta, que tiene los que tiene que haber y que a veces existen pero no se les da tanta cancha pero meten mucha gente. Hay algunos que se han sumado con fuerza y después se han desinflado porque ya contábamos con otro que tenía eso. Por ejemplo ha aparecido el Twister Open Air donde vemos a bandas que nunca han estado juntas, o el Resurrection con un cartel diferente. La gente también se cansa de ver siempre los mismos carteles y bandas en uno y otro. Ahora está el Metal Fest de Barcelona, aparecen nuevos y otros se caen, pero no hay ni más ni menos, además parece que hay un resurgir un poco los conciertos en fiestas y Ayuntamientos.
¿Quizás también se ha intentado meter gente poco profesional en esto?
J: Totalmente, pero hay que demostrar esa profesionalidad. Hay promotores que se la han jugado muchos años y para eso hay que ponerle cojones. Lo profesional hay que demostrarlo y dar oportunidades. Tenemos por ejemplo este año el Shikillo, una apuesta con casi 10000 personas nuestro día. Hay que hacer las cosas lo mejor posible y si encima da trabajo a gente mejor aún. Todas las bandas tienen cabida y hay que apostar.
Estar aquí 20 años después ¿es un privilegio?
J: Totalmente, esa es la definición, no es otra cosa que un puto privilegio, ese es el titular de todo esto. Es un regalo.
Aprovechando que sois una banda de rock duro con fama, ¿qué pasa que no salen grupos así en televisión?
J: No somos nosotros, es en general. Nos mosquearíamos si hubiera bandas en la tele, pero es que no hay nada. La única oportunidad que tuvimos fue con Buenafuente pero en general hay cero programas para ello.
Miguel Rivera