STONE SOUR – «House of Gold & Bones I»
Roadrunner Records, Warner
Puntuación: 6/10
Cuarta entrega del grupo paralelo del frontman Corey Taylor. En esta ocasion nos presenta un proyecto ambicioso que constará de dos partes, y enfocado desde un punto conceptual.
En esta ocasion, el propio cantante nos había contado que este proyecto iba a ser algo diferente, un paso más en la carrera del grupo, etc etc etc, y yo que quereis que os diga: me encuentro exactamente con el mismo tipo de material que nos ha venido ofreciendo estos años.
QHouse Of Gold & Bones IQ, a priori es un trabajo continuista, mismo tipo de estilo, de riffs, de voces, arreglos y produccion. A nivel tecnico nada que decir; grandes producciones, excelentes mezclas y buenos arreglos. La voz de Corey siempre es algo que aportará y muchísimo al conjunto y resultado general con el grandísimo carisma que tiene y personalidad. En mi opinion, el ultimo gran vocalista en aparecer; el unico problema, es que el tremendo aporte que realiza no es suficiente para evitar que el disco haga aguas en algunos aspectos.
La calidad compositiva en Stone Sour no es algo que haya sido muy destacable; sí, tienen buenos temas, en general pero los discos individualmente, carecen de luz propia; siempre hay aspectos que recuerdan a caracteres ajenos; por poner un ejemplo: Alice In Chains. Esa especie de «rock metalizado» no es algo nuevo; y empiezan a tener la costumbre de repetir patrones disco a disco, como por ejemplo, la inclusion de una baladita, el tema con medio tiempo, y su dosis de caña hacen que el grupo pierda naturalidad y el atractivo que caracteriza al proyecto. Si ademas le sumas a que la originalidad para crear se va agotando, y a cambio lo sustituyes por composiciones de manual, riffs que se parecen copiosamente a otros ya facturados, y una producción mimética que pretende enriquecer más al arreglo, en detrimiento del esqueleto del tema, como tratando de pulir esa aspereza que les caracterizaba en un principio, y tratar de potenciar el lado más rockero del grupo a fin de dotarlo de más personalidad, y de una cierta independencia, ya que el nombre de Slipknot pesa demasiado, pues quizas sin querer pretenderlo te encuentras con un resultado un poco confuso y que en general acaba defraudando un poco.
Con Stone Sour me pasa que se me queda una sensacion de «quiero y no puedo». Puede que sea algo malo, pero a su vez es algo que tambien les ha beneficiado bastante. Ver a Jim Root y Corey Taylor haciendo algo ajeno a Slipknot tiene su dosis de morbo. Slipknot es una maquinaria muy compleja, y naturalmente verles en otros terrenos tiene su miga, pero por desgracia solo hay un Black Sabbath, y un Ozzy Osbourne; o un Nirvana y Foo Fighters; querer capitanear una nave ajena a la nave madre, y pretender que llegue a su misma grandeza es una tarea mastodóntica, y una epopeya en la que casi nadie ha tenido exito. Tras 10 años desde el primer lanzamiento oficial (ya que Stone Sour como tal, es más antiguo incluso que Slipknot), queda claro que lograrlo, no lo van a lograr.
En resumen; un disco entretenido pero que al final, cuando termina, te deja sensacion de saber a poco, buenos temas, y buenas composiciones de libro, pero que no aporta nada a la escena en general; idoneo para los muy fans de este tipo de genero, cierto es que tiene su sabor añejo, pero creo que deberían ceñirse más en su propia musica, y rebajar el nivel de pretenciosidad, se les nota cómodos haciendo lo que hacen, y eso es lo que mejor se les da, no necesitan demostrarle nada a nadie.
Gonzalo van Rooy