MAGIA SIN VOZ
“IV” es el resultado discográfico de un ascenso imparable y a veces sorprendente para una banda meramente instrumental. Pero a veces en este país se sabe dar reconocimiento al buen gusto y técnica, la que derrocha la formación TOUNDRA, quien sigue creciendo como pocas.
¿Cómo se vive como banda de rock?
Pues se bien vive, esto es lo mejor del mundo tío. Estamos aquí haciendo una entrevista para ti, tomando una cerveza, en un sitio chulo, con un tío que nos cierra entrevistas para medios, y encima para lo que más te gusta, para hacer música y la que queremos, que es el rock. De hecho si no tocase en un grupo es cuando estaría quejándome.
¿Qué salto supone para vosotros pasar a un sello internacional como Century Media?
El hecho de que estés tu aquí y antes no nos hubieras entrevistado significa algo (risas). Aloud nos movía muy bien, y nos hizo llegar a medios menos típicos, más internet y redes sociales, y hemos aprendido un montón de ello. Nuestra manera de trabajar ahora y el salto en realidad la diferencia era que antes estaba una persona en Barcelona codo a codo y ahora en Madrid pero también una distribución física en toda Europa, una salida de número de unidades de discos mayor, y que ahora, esta semana tenemos entrevistas con medios ingleses antes de la salida, y antes quizás había que esperar meses o viajar fuera. En cualquier caso prima la música por encima de toda esta infraestructura.
Ahora en España y fuera ya se comentan los pasos que vamos dando, y hay mucho movimiento.
Mirando vuestra trayectoria, ¿en qué ha cambiado vuestra vida?
No eres la misma persona cuando comienzas y tienes 19 años que con 27. Hay cosas buenas y malas, por ejemplo con 20 cuando grabamos el primer disco tenía mucho tiempo pero no tenía dinero ni para un pedal, ni libertad para girar en mayo porque tenía exámenes en la Universidad. El grupo paso a paso ha ido creciendo y tomando más importancia en nuestras vidas personales, no deja de ser una afición porque ni vivimos de ello ni nos lo planteamos pero sí que te lo tomas más en serio y te va ocupando más horas.
Te cambia la experiencia, el tocar el otro día en Luxemburgo o en Praga te da otra perspectiva y te da una amplitud mental total. En febrero nos vamos a Londres, hemos estado en Rusia, joder, eso en el trabajo no lo haría nunca y tener la oportunidad de eso, viajar y conocer gente es genial. Ves cómo vive la gente de ahí que te cuenta un tío que te lleva, te trae, es un conocimiento diferente que el del turismo que no tienes tanto contacto con la gente.
¿Qué feeling sentís cuando salís fuera?
Es un sentimiento muy bueno, te viene la gente después como en Praga a decirte que no te conocían y que les has encantado, que le ha recomendado un amigo tu directo, y eso tío es muy grande. El Alemania repetimos en el mismo sitio que la anterior gira y ha sido un cambio brutal, hemos crecido mucho, y eso es muy importante.
Hablabais de los trabajos, ¿es muy difícil compaginar trabajo y banda?
Es difícil pero nosotros que llevamos tanto tiempo tocando, aunque yo solo llevo este disco pero sí más bandas, pues te planteas tu trabajo en torno a la banda. Yo no estaría en un curro en el que solo tienes 15 días de vacaciones al año y que encima te dicen que tienen que ser en agosto. Prefiero trabajar en una empresa en la que cobre menos dinero pero tengo más libertad en ese sentido, que pueda decir que tengo gira y me den ese tiempo. Sigue siendo difícil y duro porque tienes que seguir haciendo encaje de bolillos pero a la vez ya sabes cómo funcionar.
Creo que no hay una palabra que defina esto, no es un hobby pero tampoco una profesión porque no es tu trabajo, es algo intermedio y por ello vas eligiendo el trabajo que tienes según esto.
Para el tema vocal, ¿nunca os planteáis meter voces o colaboraciones?
No, mira. Hubo un tema antaño en la que hubo una voz de un amigo, de Juan Blas de Nothink que metía su voz como un instrumento más, sin letra, todo estaba al mismo nivel que el resto y porque en ese momento nos apetecía jugar con eso, pero contar con una voz es algo que no nos planteamos.
Es que es muy libre tocar sin una voz, en el fondo con cantante tienes que tener una estructura lógica, de estrofa-estribillo, pero siendo instrumental tienes toda la libertad del mundo, haciendo los pasajes que quieras, así que ni nos lo hemos planteado.
¿Es difícil mantener la atención del público en un concierto instrumental?
Yo creo que es fácil. Yo solo he tenido este grupo en estos siete años. No tengo la perspectiva de tocar en un grupo con voz y no puedo compararlo si bien casi toda la música que escuchamos es con voz. Pero no lo echamos de menos, es más, creo que nos daría por culo tener cantante.
Es sencillo, por lo que nos cuentan. Te dicen “cierro los ojos y me dejo llevar, me vas guiando”, en cambio con cantante te fijas en él, y en cambio instrumental puedes hacer más caso a todo.
Siguiendo con esto, ¿creéis que se explota poco el rock instrumental en España?
Creo que hay muchas bandas dedicadas a esto, pero no son tan conocidas. Está El Páramo, Astralia, Adrift que no al 100% pero está enfocada a ello. Hoy en día está creciendo pero sigue siendo muy underground, de circuitos y público cerrado aunque ahora se dan cuenta que también te pueden llenar aun sin voz.
Yo recuerdo que con 18 años me tomaba una cerveza en la calle viendo entre los cristales a Los Coronas porque me flipaban. Hay dos cosas en esto, primero, no tienes que dejar de luchar ni creerte inferior por no tener cantante, y segundo, no tienes que tener la autocomplacencia de no tener cantante y pensar que no hay mucho más.
Este país, social y políticamente, ¿cómo se encuentra?
Fatal, sin duda, por eso somos un grupo de rock instrumental, para no decir todo lo que pensamos (risas). Es autocensura. Es un desastre de verdad. Como personas y como músicos, es muy triste. Nos queda ser nosotros, porque realmente la música nunca ha tenido nunca un apoyo institucional fuerte pero sigue habiendo grupos, conciertos… que estaría bien ese apoyo claro, pero aun así se sigue adelante.
Con un panorama tan complicado, ¿no falta un poco más de unión entre los músicos como en el cine?
No tenemos esos organismos y plataformas como unos Goya, ni un gremio tan fuerte como el suyo. Faltaría quizás un organismo para ello. Sería buena esa unión, por ejemplo Ponny Bravo está haciendo campaña con temas como Creative Commons y luchando por lo suyo. Pero sí, faltaría una unión.
No hay una Academia de la música que nos englobe. El músico o es más libre o menos falso que los actores y por otro lado la imagen de un actor es mucho más potente que la de un músico. La imagen por ejemplo de Harrison Ford, que triunfó en los 70 es mucho más poderosa que por ejemplo la de Jimmy Page, que salga Bardém es más impactante que por ejemplo Rulo. Que luego los que están arriba como Serrat y Alejandro Sanz no salgan a pelearlo pues… Los artistas grandes que llenan Palacios de Deportes que van de reivindicativos ahora se estaban lucrando hace cinco años con la pasta de los Ayuntamientos. Entonces tampoco vas a ir ahora de revolucionario cuando antes te forrabas. Luego ellos tienen una sociedad mucho más grande y con mejor prensa que la SGAE, donde no hay más que hijos de puta. Y que el representante de los artistas fuera Ramoncín ya nos dice todo. También tenemos un poco lo que nos merecemos, porque somos un poco perretes los músicos.
¿Contentos con lo realizado? ¿Creéis que hay un salto del disco anterior a este?
Este está grabado con el mismo equipo que el anterior pero con más tiempo y los que lo han grabado con nosotros ya tienen la experiencia y el pensamiento para este álbum, con ideas y sonido más claro, hay una potente implicación.
Estamos muy contentos, la entrada de David ha sido muy importante en el sonido y la composición.
¿Hay un mejor y peor momento en directo en la carrera de Toundra?
El peor momento el segundo concierto de la gira con Macon que tocó con nosotros que fue en Francia, donde se rompió la guitarra, después de 16 horas de furgoneta, limitador de volumen… fue un cúmulo. Todo pintaba realmente bien, tocábamos en una Iglesia, y al final tocamos con limitador de 92 decibelios que solo la batería tenía más, a mí se me rompió la tele, tocamos menos de media hora después de un viaje tan largo… pero ese fue el peor momento. Luego salimos a tomar el aire 20 minutos y a por otra. Al día siguiente fue en otro lugar y la hostia.
Al no contar con vocalista, ¿es más fácil salir fuera a tocar?
Sin duda, da igual de dónde vengas, no hay idioma, solo es instrumental, y es lenguaje universal. Es que ni decimos hola, es llegar, tocar y acabar.
¿Habéis nota más “hambre” de la prensa de cara a este disco?
Es una evolución, con cada disco más expectativas, más gente, hay cambio de formación, de sello, una discográfica internacional… aunque dentro del grupo solo ha cambiado en el seno del mismo, pero sí se nota la expectación.
¿No os gustan las palabras para titular a los discos? ¿El próximo será “V”?
Nada que ver, y no, no se llamará “V” (Risas). En realidad es un tributo a los Zeppelin.
Jugábamos un poco con el no casarnos con ningún idioma. Como no tenemos voz no sabes muy bien qué poner, que lengua.
¿Se sigue perdiendo pasta cuando sales a Europa?
Si pasas por Francia sí, y por desgracia tenemos que pasar. Hay tasas y peajes brutales, y nosotros nos movemos siempre en furgoneta menos en Rusia. Nos gusta llevar nuestro equipo. Y “palmar” hay de todo. En una gira larga pues sí como que en otros se llena a saco y te compra todo el merch que tienes… en un tour ves de todo, lo mejor y peor, desde la gente más fría a la más caliente.
¿Cómo se encuentra la banda?
Hay que pensar que lo mejor está por venir, porque es pura motivación, pero nosotros siempre estamos bien. Hay que sacar las cosas buenas de todo, hasta de cuando van a verte 12 personas como en un concierto en Holanda, que luego los que han ido han tenido palabras amables, o que el de la sala te ha dado comida para dos días, eso también hay que disfrutarlo, y si ese día fue mal, el siguiente irá mejor.
M: Hasta que llegue el tope siempre hay que pensar que todo va a mejor.
Miguel Rivera