DESPISTAOS
22-23/02/2013 Soria-Madrid
Queda claro que del trabajo de periodista, de entre todas las cosas que le toca a uno hacer, los tour report con bandas son lo más entretenido que te puede tocar, al menos en opinión de un servidor.
Desde luego hay que saber elegir y ver qué bandas son las más llamativas o cuando menos agradables para compartir tiempo y días conviviendo como un miembro más. Por ello, siempre que llega el turno de hacer estos reportajes intentas ver formaciones interesantes tanto para el público como para el que le toca currar con ellos.
En este caso, DESPISTAOS era jugar sobre seguro. Una de las formaciones más divertidas, afables y exitosas de la escena nacional del rock sirve para que uno pase un día genial compartiendo experiencias en furgoneta y por supuesto en el preconcierto y postconciertos, backstage incluido, que en el caso de la banda de Guadalajara es algo que casi no existe dada la cercanía con su gente.
Ese es uno de los puntos más importantes a destacar dentro de un grupo de músicos pero ante todo amigos, que saben sacar provecho de ese buen rollo existente a lo largo de todos estos años, que ha encandilado a un público muy diverso, del rock y del pop, sabiendo ir más allá de un éxito como un tema (Física o Química) ofreciendo simpatía, desparpajo y muy buenas canciones que transmiten y conectan con su gente.
Décimo aniversario, singles mensuales y un tour imponente con tres conciertos por fin de semana durante meses es algo que muy pocas bandas pueden permitirse en tiempos como los que corren de crisis económica. Ellos lo saben y son conscientes de esa situación para adaptarse al momento, reducir aforo y bajar a salas más pequeñas para poder llegar a cuantos más sitios mejor, por ellos y por su gente.
Aprovechando uno de los poquísimos fines de semana de un día fuera de Madrid, nos subimos a su furgoneta de gira para compartir un viernes en Soria, concretamente el 22 de febrero recordado por la nueva bajada de temperaturas que dejó helada la ciudad.
Puntuales y serios en sus “obligaciones” hacía acto de presencia en sus locales de ensayo a las 15:30 horas, habiéndome citado su bajista Isma para subir a la furgoneta ya montada y equipada por el pipa y chófer Rober, el técnico de luces Álex y su técnico de sonido “Negro” que junto a More, Lázaro y Crespo poníamos rumbo directo hacia Soria, parando de camino a recoger a Isma y Dani en Guadalajara.
Ya todos juntos y con un ambiente de fiesta, de esos con ganas de tocar casi ni dábamos cuenta del viaje, cuando entre charlas musicales, el éxito de la gira hasta el momento para la situación en general y con un primer capítulo de Boardwalk Empire haciendo más ameno el camino, nos encontrábamos en la puerta del hotel, ese que pisaríamos más bien poco, desplazándonos en cuestión de minutos a la sala en cuestión, el Avalon Café.
Como bien indica su nombre, una especie de taberna café de tapas, acogedor y pequeño pero que sabíamos funcionaría dada la casi totalidad de entradas vendidas (200) que se terminaron en puerta.
Pero antes de todo, uno que escribe, Isma y More pasaríamos por al bar de un conocido de ellos “Bar Poli” donde nuestro gaznate disfrutaría como pocas veces con sus pintxos, en especial el Champi, pan con champiñones de receta especial al menos por su sabor y el “Cojonudo” donde la sencillez del huevo y el chorizo animaban por dentro antes de saltar al escenario.
Ese escenario donde lo mejor de todo lo encontrábamos en cercanía del público dado lo pequeño del mismo, lo que haría se sintieran entre amigos, más cuando la banda al completo ya tiene sus conocidos como campechanos que son en cuanto a trato con el fan, destacable una y otra vez por encima de la media.
Eso hace que su actuación se preste aún más viva. Sabía ya por ellos que los 27 temas de los que constan sus nuevos conciertos vienen a ser casi dos horas de rock directo sin casi palabrería, aunque Dani tenga que meter sus divertidos comentarios para tratar con el público.
Energía desbocada sobre un pequeño escenario para cinco músicos que conectan con una “química” inigualable, que arrancan sonrisas y siempre cuentan con el apoyo de la gente en sus canciones. No podía ser menos a pesar de contar con un equipo y sonido algo escaso para disfrutar al 100% pero las ganas pueden y la actitud más, y de eso van sobrados.
“Tu fines de semana”, «Resucito”, «Ciego y viéndolas venir”, «Dibujando primaveras” y “Lo que hemos vivido” sonaron a todo tren, un tren eléctrico sin parada que nos levantaba a golpe de guitarras sin comentario alguno, y es que hasta el sexto tema Dani no dio palabra para poner “Las Cosas en su sitio”.
El momento perfecto llega con canciones como “Evohé”, llevando a su gente a los “Soportales” que otros conseguirían “Con un poco de suerte”. Nuevamente Dani aprovechó para hacer su monólogo particular con rapidez por tener “Los días contados” un reencuentro con el eléctrico tras la gira acústica de ese mismo disco que ahora recuperan solo en formato en “Un beso y nada más”.
“El Silencio”, la energía de “Y tú más perra” suenan más poderosas que nunca, se nota que han ahondado un poco más profundo en la raíz del rock, para rebajar un poco dando “Caricias en tu espalda”.
Como bien indicaba Crespo, el calorcito inundaba la sala Avalon mientras la nieve en forma de imponente caída comenzaba a cubrir los coches fuera que intentaban derretir con “Ruído”. Íbamos tomando recta final tras más de una hora para entrar con “Se me olvida olvidarte” y “137 horas” seguida por su fiel público, que como suele ser habitual en sus primeras filas cuenta con muchas jóvenes entregadas.
“Gracias” por venir y por estar ahí, porque todo sigue “Como Antes” sirven para hacer el break, un respiro y atacan con los últimos cinco cortes. Como no podía ser de otra forma, con canciones del calibre de “Hoy”, “Y Mírame” de las más ovacionadas, “Estrella” que en directo es sencillamente pura química, el ritmo de “Desde que nos estamos dejando” y “Estoy aquí” dando fe que la banda está ahí para todos.
Aplausos y más aplausos para despedir con cariño al grupo, sin casi poder esperar a que salieran, algunos fans deciden entrar en la barra para pedir las primeras firmas y fotos. Ya es sabido que no hacen mucho esperar, y casi sin tiempo para recoger encontramos a todos sus miembros entre el público charlando, fotografiándose y saludando a viejos conocidos de otras veces o gente de localidades cercanas que les siguen cuando pueden.
Una copita por aquí, una cerveza por allá, el kalimotxo rejuvenecedor y mucha risa ocuparían las horas posteriores postconcierto en el propio Café, para y con bastante público aun movernos a otra sala, ya sin Lázaro, Dani y Crespo quienes decidirían retirarse al hotel bajo la nieve.
Clima helador y calles congeladas, para tomar la última y un servidor retirarse en las desérticas calles de postal navideña a finales de febrero, pocas horas antes de volver al camino, es decir, a la furgoneta a eso de las 10:00 de la mañana.
Con destino Madrid, con todas y cada una de las entradas agotadas más de una semana antes y con el clima helado de Soria, dejamos atrás la nieve para regresar al clima frío y seco de la capital donde más de 900 personas esperaban para dar cuenta de su buen rollo musical.
En torno a las 13:30 horas y con puntualidad inglesa, tras pasar por Guadalajara y dejar a Dani, Isma y Rober, el resto ahora con Crespo al volante tomamos rumbo al local de ensayo donde cada uno cogería su coche para descansar y tomar fuerzas antes de una prueba de ensayo, a eso de las 17:00 horas que un servidor decide quitarse de encima para poner rumbo a la sala Cats poco antes de la actuación.
Bajo un frío imponente y con la noche cayendo, nos desplazamos hasta el lugar. La escena se repetía pero esta vez todo a lo grande. Primero por tener como decía, el sold out colgado hace días, casi mil personas iban a abarrotar la Cats donde más de una hora antes ya los asistentes hacían cola fielmente, mientras pasábamos a saludar y tomar una cerveza a un bar cercano en el que como es costumbre More e Isma calentaban motores entre saludos y cervezas.
Así y con todo a las 21:30 horas daba comienzo un show mejorado con respecto a la noche anterior. La entrega del grupo la misma, la del público mayor, más de 900 gargantas hacen mucho y si hay mayoría de mujeres más aún, ya sabemos como las gastan.
Un repertorio y un sonido con el que disfrutar, “Tus fines de seamans”, “Lo que hemos vivido” que levantó al público y “Las cosas en su sitio” sonaron unas detrás de otra entre otros temas calentando un ambiente en el que Dani pedía quitar el aire para preservar la voz. Sus ganas por volver a Madrid y las del público tras bastante tiempo hicieron que “Evohé” sonará, una vez más, increíble, habiéndola solicitado parte del respetable desde el comienzo mientras que “Un beso y nada más” con ese toque principal acústico fue de las más conseguidas.
“Y tu más perra” que en directo es puro rock and roll, lo bonito de “Cada dos minutos” en las que sus fans dirigen la función con la voz casi callando al propio Dani o lo bailable de “Ruido” caían sin descanso alguno y donde destaca de entre todas las proyecciones la representación bailable de un vídeo con Lázaro como protagonista. Gracia y desparpajo.
“Gracias” sirvió para darlas a esa gente que se encontraba delante, a los que compraron su entrada en tiempos complicados y siguen dando apoyo a la banda, la cual cogía la recta final con “Hoy”, “Y Mírame” para volver loco a todos con “Estrella” otra de las más coreadas, aprendida la lección por los fans que cada vez gritaban más alto como en “Desde que nos estamos dejado” y decir claro “Estoy aquí” en donde ponían punto y final a lo grande.
Es así como DESPISTAOS volvía a triunfar en Madrid, donde se espera vuelvan a tocar en algún momento a lo largo del año dando posibilidad a todos aquellos que no corrieron a comprar su entrada antes de que volaran.
Desde luego, son pocos los grupos que pueden alardear de una carrera tan intensa y reconocida, merecido premio el de, en tiempos de crisis, contar con apoyo, el de “tener cabeza” como banda para, sin miedo alguno, meterse en carretera por casi toda España. Han sabido reducir aforos, costes y dejar un precio de amigo (10 € el ticket) y por supuesto, ofrecer singles más rockeros y actitud afable y divertida para quien guste de veras de la música, donde los talibanes del rock pueden ver demasiado pop, donde hay mayoría de mujeres, el que sepa interpretar un buen trabajo y un sólido grupo en directo, sabrá que DESPISTAOS no tienen un pelo de tonto y ofrece música, que al fin y al cabo, es de lo que se trata. Gracias. Buenas noches.
Miguel Rivera