VEINTIUNO – «Gourmet»
Warner Music
No es asunto baladí el de VEINTIUNO. Es esta joven formación un claro ejemplo de trabajo y superación, una especie de Nadal en lo musical, que cueste lo que cueste, se ha empeñado en salir adelante mostrando talento y, no sabemos si músculo, pero sí una personalidad y capacidad innatas.
Ya lo afirmaba la compañera Virginia Díaz apostando y dando fe de lo que venía en «Gourmet». La formación toledana comenzó como otras, con ganas e ilusión. Un debut que dejó buenas sensaciones, sello propio y cosas que pulir para un siguiente trabajo.
Su EP «Grandes felinos» volvía a hacer hincapié en ese sello musical propio que, ahora, y con un sonido de lujo con Santos y Fluren (Izal, Sidonie…) afianzan pasando de promesa a estrella actual. Les hemos visto crecer en estos dos últimos años y, desde luego, han apostado como nadie y dijeran lo que dijeran por su sueño. Gracias por haberlo hecho, porque no todos los días encontramos trabajos tan sinceros, pulidos, llenos de personalidad y tanto gusto como «Gourmet».
Es plato para paladares exquisitos, un menú de degustación en toda regla por abarcar, de manera mágica, diversos oídos y público. Lo hacen con fe y gustándose, recolectando ingredientes musicales muy variados pero con sentido, sólo así se da un disco de la altura de miras de este calibre.
«Gourmet» esconde sin duda su sello, muy identificativo y personal, cosa que a día de hoy en lo impersonal de la música actual, es complicado y digno no ya de agradecer, más bien de aplaudir. Vemos lo que eran y lo que son en «Cabezabajo» hinchando pecho. Efectistas, modernos a la par que de toque ochentero en sus efectos y piano para un corte de mucha intensidad y algo de épica.
Se atreven con absoluta entrega, sinceridad y brío musical con un tema social, el bullying y, ante un tema duro buscan una música bailable y brillante, con energía para mirar hacia adelante. Qué podemos decir de «Dopamina» ese primer single lleno de buen rollo y estribillo contagioso, melodía explosivamente pegadiza que ruboriza al más tranquilo porque te saca a bailar.
«Delirio y equilibrio» es otra magnífica lección de buen gusto, con deliciosa melodía y donde Diego imprime el sentimiento necesario porque este aspecto, el de la voz, lo han pulido y mejorado cuajando un trabajo para el que no hay peros que valgan.
«Tu nombre» bien podría entrar en un film romántico americano de los 80. Sale desde dentro, desde lo evocador de la voz pasando por el tempo lento y gustoso, fiel reflejo de la calidad que atesora y explota la banda en todo el disco.
Hay tiempos brillantes con espacio para la rima «Estela plateada» es una sutil lección de dos tiempos, uno lento y otro emocionantemente brillante en su estribillo. Efectistas en «Delicadeza» con espacio para guiños reggae, para pararnos y repetir varias veces «Lengua» un tema de efectos vocales iniciales para ofrecer un corte de tinte funk y estribillo que se va a quedar clavado.
Disfrutamos de dos instrumentos algo tapados a veces, teclado y bajo que en este disco brillan inteligentemente. Lo casi sexual o sensual de «Gourmet» que acalora escucharla, lo slow epic de «Por si acaso» y el cierre con la clase que esperábamos «Pirotecnia» corte en el que dicen «solo quiero hacer magia» y vaya si lo logran.
«Puestos a pedir que alguien pida suerte» es otro fragmento de ese cierre donde la suerte nada tiene que ver. Para facturar y completar un disco de la brillantez de «Gourmet» hay que tener clase, buen gusto, idea musical y, ante todo, esa personalidad subyacente. El resultado es el salto cualitativo y cuantitativo de unos VEINTIUNO que han hecho magia, sin duda.
Miguel Rivera
n.r: Podéis ver nuestro reportaje visual y especial en Toledo con ellos en Inside aquí