VEINTIUNO – “Nada parecido”
Autoeditado
El grupo VEINTIUNO es un caso particular, de esos que en poco tiempo y con ayuda de las redes sociales y movimiento han sabido hacerse un hueco y nombre con mucha fuerza, esa que ofrece su juventud y ganas por comerse los escenarios.
Dos EP’s iniciales interesantes que servía de plato inicial para iniciar un crowdfunding exitoso como pocos. Solicitaban 3000 euros para llevar a cabo su primer largo y, en menos de 24 horas, habían conseguido su objetivo.
Un buen folloback en redes y su talento hacen que estemos ahora comentando “Nada parecido” un buen título para su pop rock suave y tinte indie, lleno de intensidad, bonitos estribillos y melodías jugosas, abiertas a un gran público y mucha elegancia en sus composiciones.
Han crecido con el tiempo entre EP’s y este álbum compuesto de diez canciones en las que juegan con el pop rock de guitarras y aires algo épicos por momentos, buenas voces dobladas y gusto, mucho gusto.
Son 40 minutos de elegancia musical con la magia vocal de Diego Arroyo al frente. Saben manejar los tiempos, buen juego el de “Antorcha humana” con ese piano de fondo y tranquilidad inquieta, una especie de himno. La magia épica muy 30 Seconds en “Santos imprudentes” bombástica en lo contenido y muy dulce bajo un gran coro, mientras que la vitalidad, la simpatía y frescura destacan en su single “Llama y gasolina”.
Impecable en el jugueteo especial de “Huesos y deseo” suave pero con un toque ochentero muy vivo. Presumen de exquisito gusto en “Prohibido prohibir” con ese teclado de fondo siempre protagonista y un toque funk de bajo in crescendo en un ritmo más bailón, de lo mejor del álbum.
Ese temita que llega a las féminas por voz y forma es “Apagón” muy sensual. Espectaculares se muestran en el toque funky de “El gran desempate” y un estribillo que destila elegancia. Lo pegadizo de “Cardiografía” para buscar siempre el tema redondo que es cada canción.
No todas las bandas son capaces de tirar de tanto gusto y estilo en un disco, un conjunto de temas sensibles a veces, más vacilones en otros, rock y pop según se muestren, voz sensible y con gran gusto para forjar melodías y un gancho en estribillos e instrumentación que van a dar que hablar.
Miguel Rivera
