VIÑA ROCK 2012
28-29-30/04/2012
Villarobledo, Albacete
Fotos: Miguel Rivera
Indudablemente el mayor hándicap que puede tener un festival es la climatología, y en el caso de Viña Rock parece que la suerte no ha querido acompañar en las dos últimas ediciones donde el tiempo no ha podido ser peor.
Si bien las lluvias dieron más tregua que en la anterior ocasión de poco sirvieron los partes más optimistas ya es que finalmente los tres días o incluso cuatro si contamos la fiesta de bienvenida, se vieron afectados por unos aguaceros intermitentes que, ayudados por el viento y el frío, hicieron del evento un pequeño infierno rockero difícil de olvidar.
Nueva era por eso del cambio de organización y mucha polémica en torno a las deudas contraídas con grupos del pasado año, en lo que supuso un pequeño fiasco en muchos aspectos, Viña Rock retomaba el rumbo con precios anti crisis que como era de esperar han animado a mucha gente a volver a asistir, y eso que el cartel no era excesivamente potente si lo comparamos con sus mejores tiempos.
En cualquier caso un precio muy asequible dada la actual competencia festivalera y el nombre del que es ya el evento musical nacional más clásico y reconocido, sumaban enteros ante miles de viñarockeros decididos a pasar el puente de mayo como merecía, a base de rock.
Como comentaba el tiempo no ha sido un buen aliado y el sabor de boca final, tras carreras bajo la lluvia, frío intenso e intentos de refugio, no ha sido el mejor, recordando que ya son dos años de inclemencias que lo queramos o no afectan y mucho al desarrollo normal del viñarockero.
Sábado 28
Si bien el festival dio comienzo en sí el viernes con actuaciones de bandas como Betagarri o Iratxo no hicimos acto de presencia hasta el sábado y tal y como daban los partes meteorológicos las 13:00 horas se convertirían en un pequeño infierno para todo aquel que aparecía en escena.
Al atasco para bajar la cuesta del recinto se sumaba una lluvia que hacía estragos por aquellos momentos. Cielo completamente negro al estilo Mordor del Señor de los Anillos nos recordaba que no iba a ser un fin de semana de silla y manga corta.
Tras la comida de rigor y en espera de que escampara un poco, Kaotiko nos recibía con una buena ración de punk rock como “Otra Noche” o “Bienvenido al Show”, toda una lección sobre un escenario que poco a poco iría saludando nuevamente a la lluvia, la cual parecía empeñada en seguir jodiendo, algo que Obrint Pas sufriría haciendo que el público a esas horas no fuera el esperado.
Koma hacía acto de presencia en el Metalika en una de las actuaciones más seguidas dentro de un escenario, el heavy, que cuenta con pocos adeptos si lo comparamos con el resto de conciertos, pero ya sabemos de qué va el viña en su intento de aunar estilos.
“Bienvenidos a degüelto” o “Mi Jefe” sonaban después de su propia protesta en contra de los impagos a bandas de la edición anterior. Un derroche siempre de energía y constancia de una de las bandas más reputadas y seguidas en directo.
La cosa cambiaría a la hora de Barricada quienes ya sin El Drogas al frente despertaron la curiosidad de muchos congregando a miles de fans, y como en su nuevo trabajo Boni al micro y compañía daban una lección sobre las tablas haciendo grande su “Pasión por el Ruido” ocupando gran parte de su repertorio con temazos como “Objetivo a Rendir” fusionados con otros recientes como “Punto de Mira”.
Gran forma y vitalidad para una banda “renovada” en cuanto a formas pero con la propuesta de siempre que supo encandilar a muchos y dejar indiferentes a otros, algo habitual seguro en su futuro cercano y diferente.
La Pegatina saltaba a escena a eso de las 22:15 quienes quizás debieron ubicarse algo más tarde y no por el público, ya que fue uno de los conciertos más seguidos que yo recuerde en el festival si no por la fiesta que despiertan, más acorde en horas más tardías.
Toda una lección de alegría festivalera que cuaja perfectamente con el público asistente al Viña Rock. Algunos dirán que país de pandereta dado el final de popurrí musical de la España musical más cañi y cosas del estilo pero no cabe duda viendo la imagen del público, que la banda cuenta con miles de fans que ya quisieran muchos.
Su Ta Gar retornaba el ruido y la técnica heavy al escenario Metálika haciendo un repaso a sus mejores temas y algunos de su último disco. Por supuesto, todo ello con crítica a la Ertaintza, homenaje a los 75 años del bombardeo de Gernika y palabras para los diversos pueblos del Estado y la libertad a elegir.
De gran referencia del metal vasco a otros del heavy clásico nacional, Barón Rojo. Qué podemos decir cuando suenan temas de la envergadura de “Con botas sucias” o “Hijos de Caín” canciones míticas que eran coreadas por el público asistente como si de la última actuación se tratara.
Buena imagen para unos veteranos mientras el frío iba calando nuestra ropa húmeda en actuaciones como Boikot quienes siguen en su lucha musical cuajando como siempre con sus fans a base de “Hoy he vuelto a caer”, “Cualkier Día” o “Korsakov” en esa mezcla de punk y ska que anima a los muertos, que en las circunstancias en las que estábamos de lluvia y frío era algo complicado de conseguir.
Con esas y tras nuevamente inundarnos la lluvia decidimos abandonar el barco, nunca mejor dicho y retirarnos en espera del día siguiente, deseando con ello una mejoría en el tiempo.
Domingo 29
Deseo incumplido el nuestro, si bien se dibujaban nubes y claros la cosa iría empeorando con el paso de las horas y como la Ley de Murphy siempre se cumple, en nuestra decisión de asistir a lo largo de la tarde los aguaceros nos obligaron a esperar más tiempo del deseado, tanto que Def Con Dos comenzaba su actuación con un nuevo diluvio, éste excesivamente intenso que impidió llegáramos a tiempo.
Pocas ganas la verdad de andar penando pero O’ Funk’illo reclamaba nuestra atención con el cielo esta vez algo más despejado, pequeño espejismo en la noche. Como siempre Pepe Bao y Andreas dieron con la fiesta andaluza impregnando de buen rollo, funky y grooves el recinto.
“Que la voy a Liar”, “Que nos vamos pal Kely”, “Fiesta, Siesta” son canciones que no pasan desapercibidas ni para quienes no les conocen. Buen rollo y mucho rock vivo y alegre hacen que nos vayamos a “Shuparla Ya” con mucho feeling, ese que dejaron en el aire para la actuación de La Fuga. Con Pedro completamente asentado como frontman en un año de grandes conciertos se hicieron con la gente rápido a base de clásicos que realizan sin fisura alguna “Baja por Diversión” o «Negociando Gasolina” sirven de reclamo seguro, ante un numerosísimo público en uno de los conciertos más multitudinarios.
Y todo lo hacen mezclando temas de su último disco, primero con Pedro que en canciones como “Sola” inunda el escenario, ese que seguiría achicando agua con el tiempo.
Sin duda alguna Ojos de Brujo sería una de las referencias clave como gran actuación del festival. Su fusión y mezcolanza de sonidos, ese flamenco vivo y su buen rollo sobre el escenario engancha y cortes como “Corriente Vital” o “Techarí Live” así lo atestiguan dejando clara su valía sobre las tablas.
Frío, mucho frío nos volvía a envolver tras varios chaparrones intermitentes, de ahí que Therapy? no contara con demasiada gente. Sin duda uno de los conciertos más impensables dentro de un cartel como el de este año. Su rock oscuro poco encajaba dentro de la oferta musical de Viña Rock y eso se hizo notar en su actuación.
Elegante y correcta con algún retraso en la misma que en cualquier caso sirvió como nota discordante dentro del metal más nacional. Y lo mismo para Gojira que entre la lluvia y el sonido algo infernal, tónica habitual del evento, hicieron que uno se marchara a ver un poco a Reincidentes.
Fernando y compañía volvieron a congregar a mucho público con temas de toda la vida, un resumen de sus clásicos tocados a gran velocidad con el ambiente tan gélido que hizo pensar en el invierno que no hemos tenido. Así, con actitud y muy cansados decidimos a nuestro pesar despedirnos de la noche antes de que Vita Imana o Sínkope a unas intempestivas 3 y 4 de la mañana dieran lo suyo.
Lunes 30
Con cara de hastío y ante todo con el frío metido ya en el cuerpo afrontábamos el último día de festival en lo que previsiblemente iba a ser el mejor en cuanto a climatología. Qué equivocados estábamos y es que el viento del primer día volvió a hacer acto de presencia y con ello un ir y venir de nubes que no dejaba adivinar cuánto y cuándo llovería.
Siempre mirando al cielo sería con La Pulquería cuando regresábamos al recinto. Cada día a más y sabedores de su potencial en directo la gente acudía a ver ese espectáculo de punk mariachi que levanta a los muertos y que contó con la colaboración de Fernando Montesinos de Obús. Raíces latinas y aires mexicanos que son un vendaval y que en canciones como “Gitano” consiguen hacer mover el esqueleto a cualquiera y para la que contaron con el poco sol del día.
Buen ritmo que continuaba con el Bongo Botrako, coloristas y puesta en escena muy viva que conectó con el público gracias a su conocido “Todos los días sale el sol”. De los aires festivos a la seriedad del heavy de bandera con Obús, con un Fortu endiabladamente activo que cuajó una buena actuación cuando la lluvia volvía a arremeter.
El cielo se comenzaba a cubrir de nuevo y a oscurecer un panorama gélido que Rosendo a base de clásicos supo calentar. Veteranía que resume en sus clásicos de siempre en un directo, el de Rosen conocido por todos.
En esos momentos comenzaba a diluviar como no habíamos visto en los dos días anteriores. Las 21:30 aproximadamente fue elegida por la diosa naturaleza para descargar con fuerza inusitada, viendo carreras y gente intentando cubrirse del diluvio universal. Por ello nos refugiamos en la sala de prensa en espera que amainara con el miedo de perdernos la actuación de Sôber.
Afortunadamente para ellos y nosotros justo en el momento de salir a escena dejó de caer agua y fue así como consiguieron que su actuación fuera de las más multitudinarias en el escenario Metalika.
Temas como “La Araña” y “Diez años” o sus clásicos “Arrepentido” y “Loco” sonaron con todo su público cantando cada estribillo y mientras nosotros nos empapábamos en un foso de fotógrafos anegado de agua en su entrada.
Es así como y con el frío y la humedad invadiéndonos nos dispusimos a ver a los Suaves, que al igual que Rosendo, no se salen un ápice del guion con el alocado Yosi liderando la función. Huecco ponía el toque rumbero y alegre con su multiculturalidad musical y dando cera a sus nuevos temas mezclados con algunos clásicos. Y mientras tanto Hamlet reunía a sus más fieles y devotos en otra gran lección de metal contundente, donde las guitarras de Luís y Alberto se prestan como grandes bazas junto a la acción que supone ver a un Molly completamente entregado.
Tras esto y sin ganas de más, completamente helados nos retiramos dando por finalizada la nueva era de Viña Rock. Una vez más muy mal tiempo, peor del esperado si cabe, frío y lluvia repartidas durante todos y cada uno de los días que en cualquier caso no hicieron daño en la asistencia, cifrada en un total de 60000 personas al día, recuperando los grandes tiempos del festival aún sin un cartel realmente sorprendente.
Álex Cotarelo / Miguel Rivera