Hace algo más de una década, el rock británico añadía otro baluarte a su exitosa escena musical. YO ME AT SIX arrancaba con «Take off your colors» en un disco rockero con tintes emo, para con sus dos siguientes álbumes aderezar sus sonido hacia un rock melódico alternativo que en «Cavalier youth» y, especialmente, «Night people» asentaron.
No ha sido la banda una formación que haya querido repetir la misma fórmula, quizás por ello y por las corrientes modernizadas, con tintes electrónicos y bailables, cambiaron de registro después en un disco muy vital «Night people», lleno de luz y bailes sin dejar el rock de lado, en una fórmula que también Emarosa hizo en su último legado.
Ahora vuelven con «SUCKAPUNCH», con la intensa y poderosa voz de Josh Franceschi al frente y volviendo a dar una vuelta de tuerca a su fórmula. Un nuevo disco en el que tiran por la energía desbordante en muchos de sus temas, con tratamiento vocal y aderezos casi industriales, véase «MAKEMEFELLALIVE», una locura intensa con dejes Prodigy al rock de potentes guitarras y explosivo estribillo «Nice to me».
Ese rock electrónico de «WYDRN» que bien podrían haber facturado BMTH actualmente. «SUCKAPUNCH» tensa la cuerda en esas bases electrónicas y juego vocal de Josh, teclados y sintes para ir in crescendo en un ritmo de pista y sudor, con aderezo emo y estribillo mix explosivo e intenso.
«Kill the mood» vuelve a las raíces del rock con calma y alma soul y «Glasgow» nos vuelve a regalar la versión emocional de la banda, lento en el que siempre se mueven excelsos pasando por la épica de «Adrenaline» como si de Imagine Dragons se tratara al final efectista y arábigo de «What’s it like».
Vuelven YOU ME AT SIX con otra versión más renovada si cabe, inspirada y diferente, porque ante todo, nos demuestran su capacidad de sorpresa y distinción compositiva.
